Las clínicas de la red Sanna y la clínica O2 de Cusco están en el centro de una investigación de la Superintendencia Nacional de Salud (Susalud) debido a presuntas irregularidades en la atención de pacientes expuestos a sueros fisiológicos defectuosos.
La entidad reguladora advirtió que, de confirmarse una mala praxis en la gestión de la alerta sanitaria, podrían aplicarse multas de hasta S/1.6 millones.
El origen del caso
La controversia se inició tras el fallecimiento de una joven de 24 años que se sometió a una liposucción en la clínica Oxigen Medical Network O2, en Cusco. La institución atribuyó el deceso al uso de un suero fisiológico presuntamente defectuoso, producido por la farmacéutica Medifarma S.A.
Poco después, la red de clínicas Sanna reportó otros casos vinculados al mismo insumo en sus sedes de Trujillo y Lima (San Borja).
Medifarma respondió señalando que las clínicas no notificaron a tiempo los incidentes, lo que retrasó la activación de los protocolos de seguridad sanitaria y la inmovilización del producto. Según la farmacéutica, una alerta temprana habría podido prevenir las consecuencias fatales.
Posibles sanciones de Susalud a clínicas Sanna y O2
Ante la gravedad de los hechos, Susalud tomó acciones inmediatas para investigar el cumplimiento de los protocolos de atención. La entidad está verificando si las clínicas involucradas aplicaron correctamente las medidas de seguridad establecidas por la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid), que emitió la Alerta N° 38-2025 el pasado 24 de marzo.
Las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPRESS) que no cumplan con las disposiciones regulatorias podrían enfrentar multas de entre 100 y 300 UIT, equivalentes a montos que van desde S/535 mil hasta S/1,6 millones, según el Reglamento de Infracciones y Sanciones de Susalud.
¿Qué dijo Medifarma?
En un comunicado, Medifarma lamentó lo ocurrido y aseguró estar realizando investigaciones internas para esclarecer los hechos y colaborar con las autoridades. Sin embargo, también cuestionó la demora en la notificación de los fallecimientos ocurridos el 6 y 8 de marzo en clínicas de la red Sanna, sugiriendo que la falta de comunicación oportunamente pudo haber agravado la situación.