La Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) denegó el licenciamiento institucional a la Universidad Peruana de Arte Orval por no cumplir con 41 de las 56 condiciones básicas de calidad (CBC) establecidas por la Ley Universitaria.
Orval, con sede en San Borja, cuenta con alrededor de 170 alumnos. Ofrece tres carreras de pregrado —Arquitectura de Interiores, Dirección de Artes Gráficas y Publicitarias, y Arqueoarquitectura y Gestión Turística—, además de diplomados y cursos de especialización.
La universidad privada inició su proceso de licenciamiento en septiembre del 2016, con un resultado negativo dos años después. Deberá cesar sus actividades de forma progresiva, en un plazo máximo de dos años. Si bien puede apelar la decisión de Sunedu en unos 15 días, ya está impedida de realizar procesos de admisión y de matricular estudiantes nuevos.
A la fecha, 54 universidades han sido licenciadas, mientras que 83 universidades aún no culminan su plan de adecuación —37 están cursando el plan de adecuación y 46, en revisión documentaria—. Entre las 83 universidades, están la Universidad Alas Peruanas y la Universidad Norbert Wiener. Se esperara que para fin de año, entre cuatro a siete universidades inicien proceso de cierre, indicó Martín Benavides, superintendente de la Sunedu. “El 90% de estas universidades se ubicarían en la capital”, precisó Benavides.
Se estima que 175 filiales de universidades serán cerradas: 93 de manera voluntaria por las universidades por no alcanzar con las CBC y 82, por no contar con la autorización. A la fecha se han cerrado 837 programas educativos en 31 universidades licenciadas. “Cuando [las universidades] interactuaban con la Sunedu, y ésta señalaba que determinado programa no lograba cumplir con las condiciones exigidas para su oferta, decidían de manera voluntaria dejar de lado ese programa”, añade Benavides.
PROCESO DE CESE
El proceso de cese se produce por negativa de la licencia institucional. La universidad tiene un plazo de 60 días para informar el plazo de cierre total y definitivo, que no podrá exceder los dos años. Asimismo, las universidades en proceso de cese no podrán aceptar a más alumnos pero sí podrán seguir emitiendo títulos de egresados. Tampoco podrán interrumpir unilateralmente el ciclo académico en curso, por lo que no afectaría la continuidad de los estudios en el corto plazo. Los egresados que ya tuvieran un grado o título tampoco se verían afectados.
Para los estudiantes, hay dos escenarios. Si un estudiante desea culminar sus estudios en dicha universidad y el tiempo que le falta para ello no excede los cuatro semestres, entonces puede hacerlo. De lo contrario, deberá transferirse a otra universidad que sí esté licenciada.
Otra posibilidad contemplada por la Sunedu es que la universidad cuyo licenciamiento fue denegado sea absorbida por otra que sí lo tenga. Ésta sería una opción atractiva para las universidades que deseen contar con más filiales, ya que actualmente no es posible concretar planes de expansión por la ampliación de la Ley de moratoria.
Tomado de Semana Económica