En un comunicado oficial, Sporting Cristal lamentó las declaraciones de Caja Piura, calificándolas de inexactas y acusándolas de generar desinformación entre los hinchas y medios de comunicación. Según el club, el contrato con Caja Piura sigue activo y tiene vigencia hasta el 31 de diciembre de 2026.
Cristal asegura que, desde su perspectiva legal, la entidad financiera aún es patrocinadora oficial. Por lo tanto, el uso del logo y la imagen en los uniformes sigue siendo válido. Además, el club afirma que nunca ha recibido un reclamo formal por parte de Caja Piura respecto al uso indebido de su marca.
Hay un arbitraje en curso
El comunicado también revela un detalle clave: existe un arbitraje abierto entre ambas partes. Según Sporting Cristal, fue el propio club quien inició este proceso debido a presuntos incumplimientos de Caja Piura en el contrato firmado.
Este arbitraje se encuentra en curso y, por tratarse de un procedimiento bajo reglas de confidencialidad, el club no puede brindar mayores detalles. No obstante, señala que ha respetado todas las obligaciones contractuales y que lamenta que Caja Piura haya divulgado información que, según ellos, no se ajusta a la verdad.
La reputación del club en juego
Este enfrentamiento público tiene consecuencias que van más allá de lo legal. Para Cristal, mantener su imagen institucional y la confianza de otros auspiciadores es fundamental. Por eso, en su pronunciamiento, el club defiende con firmeza su postura y asegura estar actuando con responsabilidad.
A su vez, el club rechaza cualquier insinuación de uso indebido de la marca de Caja Piura y advierte que nunca fue informado oficialmente de ninguna queja al respecto. Consideran que el comunicado de Caja Piura no solo vulnera la confidencialidad del proceso, sino que también presenta hechos que no reflejan la realidad.
Impacto para la hinchada y la marca
La controversia ha generado confusión en los seguidores del equipo. Muchos creían que Caja Piura aún respaldaba al club, mientras otros protestaron contra el patrocinio sin conocer los detalles del contrato. Esta falta de claridad afectó tanto a la imagen de la institución como a la del patrocinador.
La situación revela cómo los conflictos fuera del campo también impactan en la percepción del club y pueden dañar relaciones con marcas que aportan al sostenimiento económico del equipo. En este contexto, una comunicación clara y honesta se vuelve clave.