Desde niño, Víctor Robles sabía que cualquier adversidad podía enfrentarla. Es así que fundó Servifabrick VHR, una compañía especializada en estructuras de almacenamiento que hoy continúa creciendo a pesar de haber operado en una pandemia.
Víctor Robles
En las calles de Cerro de Pasco, Víctor Robles, vendía frunas, salchipapas, y también trabajó como cobrador de combi, experiencias que le permitieron conocer de cerca la realidad de su comunidad. Estudió la primaria y secundaria en su ciudad natal, pero en 2003 decidió mudarse a Lima en busca de nuevas oportunidades y una educación superior.
En la capital, no fue fácil. Víctor asumió distintos trabajos como dependiente y enfrentó situaciones duras, desde estafas hasta discriminación, algo que muchos provincianos viven.

Inicio como emprendedor
Al conocer a su esposa, formaron una dupla tanto en lo personal como en lo profesional. Juntos abrieron una boutique y un bazar en Cerro de Pasco, vendiendo desde chocolates hasta juguetes en campañas festivas. Mientras tanto, él trabajaba en el rubro metalmecánico.
En 2008, motivados por los estudios de diseño de ella, decidieron abrir su primer taller textil. Aunque empezaron con ilusión, la falta de experiencia los llevó a cometer errores, debido a que apostaron por una sola línea de productos y no supieron adaptarse al mercado, lo que provocó el cierre del negocio.
Con tres hijos y más responsabilidades, él retomó sus estudios y se graduó como ingeniero industrial en la Universidad César Vallejo. Paralelamente, siguió en el sector metalmecánico e ingresó como ayudante de pintura en una empresa líder del sector y, tras 12 años, llegó a ser coordinador de producción.
Años después ingresa a otra empresa, en la que duró cuatro años. En 2018, Víctor decidió no continuar trabajando para otros y se retiró de la empresa. Su liquidación apenas alcanzó para pagar el vehículo que la misma empresa le había vendido. Solo le quedó el último sueldo.
Historia de Servifabrick VHR: Inicios
Después de años en empresas, empezó a realizar servicios de Uber y vender juguetes en Navidad para buscar una fuente de ingreso más sólida. Sin embargo, recordó que contaba con máquinas del antiguo taller textil que no funcionó en 2008. Aunque le costaron S/30,000 las vendió a un menor precio.
Con el dinero obtenido empezó a ofrecer servicios de pintura para el sector metalmecánico, un rubro que sí conocía. Con poco capital, continuó manejando Uber y trabajó con un amigo por un mes y medio, mientras construía su primer horno de pintura y retomaba contacto con antiguos colegas.
Gracias a uno de ellos, que trabajaba en una empresa importadora, consiguió su primer encargo. No tenía herramientas, así que subcontrató trabajadores y usó el adelanto del cliente para comprar lo necesario.
Así empezó con Servifabrick VHR, el 8 de enero de 2019. Una empresa que ofrece soluciones en estructuras de almacenamiento. El primer taller estuvo en la casa de un familiar, en una zona no residencial.

Pandemia: Desafíos y crecimiento
A pesar de los obstáculos, el crecimiento del negocio marchaba bien. Víctor, junto a su esposa, eran los encargados de soldar, pintar, cortar, lavar y llevar las cuentas. A inicios de 2020, se mudaron a un nuevo local más grande, justo antes de la llegada de la pandemia.
Cuando el gobierno anunció la cuarentena toral, todo se detuvo. Sin ahorros suficientes, con deudas, cinco trabajadores a cargo y pagos adelantados por el nuevo local, la situación era crítica. Algunos clientes no pagaron y el dinero escaseaba.
Pero un pedido marcaría un cambio necesario para Víctor y su emprendimiento. Un amigo le encargó una estructura para la primera línea como supermercados, boticas, farmacias, servicio esencial durante el confinamiento.
Gracias a ese contrato, obtuvieron permiso para seguir operando y solo detuvieron actividades durante 15 días. Mientras muchas empresas cerraban, ellos encontraron oportunidades. Varias compañías requerían estructuras para almacenar productos sanitarios, y su taller justo ofrecía lo solicitado.
Fabricaron 12 locales para Jokr, una tienda tipo Tambo enfoncada en delivery. También trabajaron con cadenas farmacéuticas que no pararon durante la emergencia.

Proyecciones
Este 2025 Servifabrick VHR alcanzó un importante crecimiento, pues ya cuenta con casi 100 trabajadores y opera desde su propio resultado de 2,000 metros cuadrados en San Antonio de Jicamarca.
Con una visión grande, busca posicionarse como líder del sector en el país, expandirse por Latinoamérica y convertir la marca en un referente global. Para lograrlo, la empresa formó equipos especializados en ventas, proyectos, ingeniería y recursos humanos. Es así como Servifabrick VHR continúa diseñando y fabricando estructuras de almacenamiento para productores y empresas logísticas.
Contactos
Facebook: Servifabrick VHR
Web: Servifabrick VHR
Instagram: @servifabrickvhr
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