Emprendimientos

Rosmery Chocolates: una delicia de 20 sabores hecho con cacao piurano

Arribar al distrito de Buenos Aires, en Morropón, es llegar a un pueblo especial, donde se produce un fruto bendecido: el cacao blanco, con el que se elaboran los chocolates más deliciosos del país. Y es aquí donde reside doña Rosmery Chévez Navarro, una de las chocolateras más representativas de la región. Aquí la historia.
Por César Flores Córdova
4 minutos

Arribar al distrito de Buenos Aires, en Morropón, es llegar a un pueblo especial, donde se produce un fruto bendecido: el cacao blanco, con el que se elaboran los chocolates más deliciosos del país. Y es aquí donde reside doña Rosmery Chévez Navarro, una de las chocolateras más representativas de la región.

Rosmery asegura que su pasión por el cacao y el chocolate inició en el año 2007, cuando se funda la Cooperativa Agraria de Productores de Banano y Cacao Orgánico (ASPROBO), en el distrito de Buenos Aires.

En el 2008, con la Asociación de Mujeres Emprendedoras (ASDEME), que reunió a 30 mujeres y de la que fue presidenta, impulsó la producción de chocolates, dándole, así, el valor agregado al cacao producido en el distrito.

Perfeccionarse para producir

Para el 2011, Rosmery ya tenía en marcha su propia marca: “Rosmery Chocolates”; entonces decide perfeccionar su línea de producción.

Sus primeros aprendizajes fueron con Nicolás, un amigo del Cuerpo de Paz de Estados Unidos que estuvo de paso por Buenos Aires, quien le enseñó a elaborar buenos chocolates con insumos semiindustriales.

“Antes el proceso era manual, con molinos caseros y solíamos consumir chocolate solo por Navidad”, recuerda Rosmery.

Entre el 2011 y 2012, viajó a Lima para aprender más del proceso en el Choco Museo, una franquicia internacional que también funciona en Cusco. Y las oportunidades seguían apareciendo en su camino.

En el 2013 logró su primer financiamiento para comprar sus primeras máquinas: tostadora, peladora de granos y refinadora.

Durante esos primeros años, ella fue logrando experiencia y decidió participar en los concursos del Salón del Chocolate de Lima. Así, en los años 2017 y 2018, los chocolates de Rosmery ocuparon el segundo lugar en la categoría “Barra de origen”. En el 2019, logró el primer puesto.

Proceso chocolatero

En la pequeña fábrica de Rosmery, el olor del cacao y el chocolate es casi embriagante. Los aromas son difíciles de evadir y se cae fácilmente en la tentación de degustar más de una presentación, que son una muestra de su innovación continua, pues elabora chocotejas, trufas, bombones y tabletas de chocolate con eucalipto, hierba luisa, kion, ají, camu camu, kiwi, maracuyá, entre tantos otros.

“He creado chocolates de casi 20 sabores distintos, con calidad y sabor para muchos paladares. El chocolate que más me piden es el de maracuyá”, afirma esta mujer morropana cuyas manos fueron bendecidas para elaborar chocolates pero que, ironías de la vida, ella misma, por razones de salud, no puede probar sus creaciones.

De acuerdo con Rosmery, el proceso de convertir un grano de cacao en fino chocolate tiene siete pasos y demora 19 días.

El primero es la selección del cacao blanco criollo; el segundo paso es la fermentación, considerada la base del proceso porque allí se obtienen los sabores de un buen chocolate.

La fermentación es la transformación bioquímica del cacao en baba a grano seco. Es un proceso que dura 15 días y se debe tener mucho cuidado porque si se hace mal, el cacao puede resultar ácido y no recomendable para elaborar chocolates.

Un tercer paso es el tostado. Aquí, el grano ingresa a un tostador a 90 grados de temperatura por unos 30 minutos. Luego, el producto se coloca en la peladora que le retira la cascarilla.

Los últimos pasos del proceso son la molienda del grano o nibs (granos tostados triturados) con la panela y la manteca, posteriormente se realiza el refinado, donde el chocolate logra una textura propia para el temperado, moldeado y, finalmente, el envasado.

Ventas y expectativas

Rosmery distribuye a diferentes puntos del país, productos como chocolates en tabletas de 45 y 70 gr., chocotejas, trufas y bombones en presentación y sabores diversos (maracuyá, mango, menta, café, chia, camu camu, frutos secos, ron con pasas y otros), también ofrece pasta de cacao , polvo de cacao de 250 gr., y su cóctel de cacao de 500ml.

Rosmery asegura que los premios recibidos le han permitido lograr un reconocimiento entre sus clientes.

Ella recuerda que, hasta el 2019, viajaba a Piura a vender su producción chocolatera. Sus clientes eran profesionales extranjeros que le compraban barras de chocolate, funcionarios de entidades públicas y reconocidas cadenas de hoteles.

“Solo publicaba en mi cuenta de Facebook que iba a viajar a Piura, para que mis clientes, rápidamente, me hicieran pedidos”, recuerda.

En el taller de Rosmery hoy trabajan tres personas, entre ellas, su hermana. Pero, le gustaría tener más personal y mejores máquinas para aumentar su producción y llegar a más clientes.

Dentro sus tareas próximas estar postular a los fondos de Innóvate Perú con el fin de poder desarrollarse como empresa chocolatera.

“Soy capaz de convencer a los paladares más difíciles y quiero seguir creando y combinando sabores”, asegura. Y estamos convencidos que lo logrará.

Debe saber

  • Chocolates Rosmery es uno de los emprendimientos del Corredor del Alto Piura que recibe capacitación y promoción del CIPCA, Alboan y la Diputación Foral de Bizkaia.
  • Su taller está ubicado en el distrito de Buenos Aires, Morropón.
  • Contacto WhatsApp: 958 301 043
  • En Facebook: Rosmerychocolate
  • En Instagram: Rosmery_chocolates
  • Email: rosmery_chevez@hotmail.com