El Perú muestra señales claras de recuperación económica tras un difícil 2023. Según las previsiones del Citibank del Perú (Citi), el Producto Bruto Interno (PBI) peruano crecerá un 2.4% en 2024 y un 2.9% en 2025, después de una contracción del 0.6% el año pasado. El economista jefe para Latinoamérica de Citi, Ernesto Revilla, atribuye este repunte a varios factores clave.
Uno de los motores de esta recuperación es el repunte de la inversión privada, impulsado por precios favorables del cobre y el oro, así como por reformas al sistema político que buscan mayor estabilidad. Este dinamismo económico se refleja en la reactivación de proyectos mineros, como Tía María, que reinició operaciones en Arequipa bajo la obtención de la Licencia Social para Operar.
Minería
El titular del Ministerio de Energía y Minas, Rómulo Mucho, anunció que Tía María retomó sus actividades, lo que desencadenará otras iniciativas en el sector minero. Mucho afirmó que este reinicio contribuirá a alcanzar un crecimiento económico del 5% al 6%, necesario para cerrar brechas sociales y reducir la pobreza extrema.
Los precios altos del cobre, oro y otros metales, impulsan las exportaciones y generan mayores ingresos para el Estado. Permitiendo financiar inversiones y programas sociales.
Confianza empresarial
La confianza empresarial en Perú alcanzó su nivel más alto desde la pandemia, según el Índice de Confianza de Vistage Perú. Este indicador, que mide las expectativas de CEO, dueños de empresas y ejecutivos, aumentó 13 puntos en el primer trimestre de este año, llegando a 124 puntos. Este aumento se debe a una serie de factores positivos, como el repunte de sectores clave como la minería, el comercio y el turismo, y una demanda interna mayor.
El optimismo hacia la recuperación económica peruana también se ve reflejado en el interés internacional, especialmente en infraestructura portuaria y logística. Perú se está posicionando como un hub comercial importante en la región, atrayendo inversiones y oportunidades de negocio.
Sector pesquero
El sector pesquero también muestra un buen desempeño, contribuyendo significativamente al crecimiento económico. Este sector no solo genera empleo, sino que también es una importante fuente de divisas.
Por otro lado, Revilla destaca el éxito del Perú en la lucha contra la inflación, comparándola favorablemente con otros países de la región. Aunque hubo un ligero repunte en mayo, se espera que la tasa de inflación se reduzca del 3.2% en 2023 al 2.4% este año y al 2.2% en 2025. Acercándose al rango meta del Banco Central de Reserva (BCR).
Recuperación económica
Gold Fields, una compañía minera con sede en Sudáfrica, anunció una inversión de 35 millones de dólares para optimizar la vida útil de su mina Cerro Corona en Cajamarca, extendiendo su operación hasta 2030. El vicepresidente ejecutivo de Gold Fields Región América, Luis Rivera, explicó que esta inversión se destinará a mejoras en la línea de chancado secundario y plantas de agua. Optimizando los procesos de producción.
Citi anticipa una reducción gradual de la tasa de interés del BCR, comenzando en 5% al final de 2024 y llegando a 4.5% al cierre de 2025. Esta decisión se verá influenciada por la tasa de interés en Estados Unidos. Aunque Revilla considera que Perú tiene margen para mantener una tasa de interés por debajo de la estadounidense.
El economista también señala que las recientes reformas al sistema político podrían mejorar la estabilidad a largo plazo, lo que generaría mayor confianza entre los inversionistas. El compromiso del gobierno peruano con la estabilidad macroeconómica y la creación de un ambiente favorable para la inversión refuerza esta confianza.
América Latina
América Latina experimentó un crecimiento del 2.6% en 2023, que se desacelerará a un 2% este año, según el Citi. Esta moderación responde a un proceso de normalización tras el fuerte repunte de 2021 y 2022. Sin embargo, esta desaceleración no implica una recesión, sino un crecimiento ordenado.
Finalmente, la combinación de un crecimiento moderado, menor inflación y tasas de interés en descenso crea un entorno favorable para la inversión en América Latina. Se espera que esto impulse la actividad económica y genere nuevas oportunidades de negocio.