Dentro de los productores de esta oferta agroexportadora en el norte peruano se encuentra la Sociedad Agrícola Rapel, una compañía de capitales chilenos, con 35 años de experiencia en la producción de fruta fresca, y que se instaló, desde el 2011, en las tierras del caserío El Papayo, en la margen izquierda del río Piura.
En diálogo con Infomercado, Pablo Eyheralde, gerente general de Rapel, refirió que de las 4000 hectáreas de tierra agrícola que posee la empresa, 3000 son sumamente productivas para frutas como la uva de mesa, arándanos y limón Tahití.
De ese total de tierras, el 80% está dedicado a la siembra y cosecha de uva de mesa, tanto Red Globe como Seedlees. El porcentaje restante lo tiene el arándano y el limón.
El crecimiento de esta producción no hubiera sido posible sin la inversión. De acuerdo con Eyheralde, en más de 10 años de trabajo en Piura, la cifra de inversión supera los US$ 300 millones.
Sin embargo, el empresario frutícola informó que debido a la incertidumbre nacional y los anuncios de una recesión mundial, Rapel ha descartado hacer inversiones en proyectos importantes hasta el 2024.
«Desde el 2021 hasta el 2024 no hay proyectos importantes en cartera. Esto es por la incertidumbre que genera la coyuntura interna y la crisis internacional», aseguró Eyheralde en diálogo con Infomercado.
Incertidumbre nacional
El empresario recordó que, hace unos meses, realizaron una inversión para la producción de 160 hectáreas de banano de exportación; pero, el proyecto no continuó debido a la pandemia y la incertidumbre nacional.
Con relación a la incertidumbre continua de la coyuntura nacional, Eyheralde refirió que la derogación de la Ley de Promoción Agraria – en diciembre del 2020 – afectó la generación de otro tipo de cultivos, entre ellos, el banano.
«En la producción de banano habíamos creado 400 puestos de trabajo pero los tuvimos que reubicar en otra área de la empresa», recordó.
Es importante indicar que, en Rapel, laboran 5000 personas; sin embargo, durante la campaña de cosecha -mayo a diciembre-, la empresa llega a emplear a 14,000.
Ese total se distribuye en 9000 para la cosecha de uva en campo, 2000 para los arándanos y limón, y 3000 para el packing. Anualmente, su gasto en contratación de personal puede llegar a US$ 20 millones.
Carencia de infraestructura
Pablo Eyheralde reiteró a Infomercado que su compañía tiene muchas intenciones de seguir produciendo en la región Piura y acrecentar esos US$ 300 millones invertidos en los últimos 10 años.
Sin embargo, para ello, también necesitan una contraparte del estado peruano para reducir la brecha en infraestructura vial, hidráulica y de distribución de energía eléctrica.
Con respecto a la falta de vías, el empresario reiteró el pedido de la Asociación de Productores Agroindustriales de Piura (APAG) de viabilizar la construcción del proyecto Periférico Vial Norte.
El empresario recordó que con la ejecución de dicha vía se resolvería el congestionamiento diario en la avenida Cáceres, generado por los vehículos que circulan por el centro comercial Open Plaza y el tránsito de 100 camiones diarios con frutas y 400 buses que transportan personal de las agroexportadoras.
Asimismo, planteó la construcción de reservorios satélites para que el aprovechamiento del agua que discurre por las cuencas de los valles del medio y bajo Piura, Chira, y Alto Piura.
«Es inaudito que cada año se pierda tanta cantidad de agua que se va al mar», se lamentó el empresario frutícola. En ese sentido, consideró que la propuesta de descolmatar la represa de Poechos no es la más adecuada porque se invertirá mucho dinero y tiempo por pocos beneficios.
Además, Eyheralde alertó que al no tener un proceso regulado del sistema de agua, generará un problema hacia la atracción de nuevas inversiones en la agroexportación. «Cuanto más regulada esté el agua, el riesgo de inversión es menor para el empresario», aseguró.
Finalmente, reconoció que la producción de energía eléctrica en el Perú es muy buena, sin embargo, espera que la distribución mejore para el bien de las empresas y la población.
El empresario recordó que, en algún momento, evaluaron construir una subestación propia dentro de su fábrica, pero desecharon la idea por el alto costo de construcción.
«Evaluamos hacer una subestación para abastecer la planta y a otras empresas de la zona, pero era una inversión de 7 millones de dólares que no podíamos asumir», contó el Eyheralde.
Debe saber
- En promedio, cada año, Rapel exporta 4500 contenedores de frutas. Su principal producto de exportación es la uva de mesa, de la cual, el 65% es tipo Seedless (uva sin semilla de tres colores: roja, verde y negra), y 35% es del tipo Red Globe (uva con semilla).