Opinión

Que vengan más «startups copionas»

Por Andrés Benavides Publicado: Últ. actualización: 29 mayo, 2020 01:16
3 minutos

Desde que me inicié en el mundo de startups, pseudos inversores, mentores y opinólogos cuestionan por qué en Latinoamérica vemos tantos de los mal llamados copycats. La pregunta constante, emitida en diferentes versiones, es: ¿cuándo se van dedicar los emprendedores a crear algo nuevo? Seguro que por ahí deslizando la palabra innovador. Siempre con un tono despectivo dando a entender “poca creatividad”, desmereciendo el trabajo del emprendedor por la falta de “originalidad” de su idea.

La originalidad de la idea no es lo esencial. Hay otras cosas más importantes que se deben cuestionar, como:

  1. ¿Están en el mercado correcto?
  2. ¿Tienen el mejor equipo para ejecutarlo?
  3. ¿Qué tanto han logrado avanzar y en qué periodo de tiempo?

Para los que cuestionan a startups por la originalidad de una idea acuérdense que Cabify, empresa inspirada en Uber, vale más de mil millones de dólares. También que la mayoría de casos de éxito de la región han sido “copycats”: Mercadolibre (Ebay), OLX (Craiglist), Despegar (Expedia).

Además, si miramos las startups actuales con más éxito en la región, entran en esa categoría de empresas inspiradas en otras. Rappi, empresa de delivery que ya ingresó al selecto grupo de “unicornios”, empezó como una tropicalización de Instacart. Clip, empresa basada en México, con un producto similar a Square en EEUU, vale cerca de $400MM. Todas las startups mencionadas anteriormente tuvieron la capacidad de tropicalizar conceptos ya existentes en otros lugares y de construir sobre esas ideas. Por mi parte, estoy agradecido de que lo hayan hecho, gracias a eso tenemos acceso a mejores productos y servicios. No me importa cómo se inspiraron en la idea y creo que a sus clientes, que son los que pagan las cuentas, tampoco.

Los emprendedores que se inspiran en modelos de negocios implementados en otros lugares no deberían avergonzarse. Es más, deberían aprovechar las ventajas de tener un referente en otra región. Courtney McColgan aprovechó que Gusto, el benchmark inicial para Runa, es conocido y exitoso, para poder explicar lo que estaba haciendo. En su postulación a Y-Combinator dijo claramente: Gusto of Latin America. Y entró a YC, le fue muy bien, y ha levantado una Seria A de los inversores más reconocidos del mundo.

Que el concepto, a grandes rasgos, haya sido ideado por primera vez en otra región, no quiere decir que el funcionamiento del modelo de negocio tenga más chances de éxito en ese lugar. Hogaru, startup colombiana, es la tropicalización de Homejoy. Homejoy quebró mientras que Hogaru está en breakeven y creciendo mes a mes. Nubank, el unicornio más valioso en latinoamérica, no fue el primer challenger bank. Es más, David Vélez se inspiró en Tinkoff y hoy, Nubank vale más del doble que el “original”. Y es que no debemos obsesionarnos con la originalidad de la idea… al final, como dicen: ideas without execution are just hallucinations.

No hay que desmerecer a los emprendedores por la novedad de su idea. Tropicalizar modelos existentes en otros lugares es una oportunidad: puedes aprovechar sus aciertos y errores, entre muchas otras cosas, para ejecutar mejor.

Emprender es justamente eso: aprovechar oportunidades. Y quién sabe, tal vez la “copia” se vuelva el líder global.