El mundo está viviendo una convulsión con los mercados energéticos ocasionando que el gas natural y el carbón suban a precios históricos, que el barril de petróleo cueste 80 dólares y que las potencias mundiales entren en conflicto por estos combustibles tan necesarios.
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Además, a este problema se le suma un presunto frío crudo a Estados Unidos, Europa y Asia que añadido a la escasa producción eólica en verano, explica un poco la subida de los precios. Todos estos factores sumados están ocasionando una convulsión a nivel mundial.
Rusia: El motor que mueve Europa
El máximo importador de gas en Europa es Rusia, en otras palabras, el presidente Vladimir Putín tiene al viejo continente en sus manos. Y la mala noticia que les ha llegado a los países europeos es que el gasoducto Nord Stream 2 parece que no llegará a tiempo para este invierno, y ha decidido dejar de enviar más gas de lo ya pactado.
Para estas épocas el nivel de almacenamiento de gas se sitúa en 100%, pero solo han llegado al 73% debido a las tensiones del mercado. De esta manera, países como Alemania o Países Bajos se ven gravemente afectados.
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Situación de España
Según el diario El País, el gobierno español ya le pidió a Bruselas que centralice las compras de gas para así obtener un mejor precio conjunto. Una solicitud que ya recibió el visto bueno de la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde.
Sin embargo, el Ejecutivo de España lanzó el viernes una consulta pública para reformar un importante tipo de tarifa regulada; y el francés, anunció el jueves medidas para frenar la escalada.
Reactivación de las minas de carbón
Países como Estados Unidos y Australia han reactivado las minas de carbón como medida habitual de último recurso. Este cambio hacia el carbón y el eventual repunte de los flujos de gas ruso deberían calmar los temores extremos de suministro reflejados en los elevados precios que tenemos actualmente.
Asimismo, China comunicó que reduciría la burocracia en la minería nacional del carbón para aliviar la escasez, la medida más importante para aliviar la crisis energética.