Mientras la demanda internacional del limón peruano crece, los agricultores enfrentan una crisis sin precedentes por caída de hasta el 70% en su precio en el mercado local.
Esta devaluación ha provocado protestas de limón en Piura, donde los productores han optado por arrojar toneladas de fruta a la carretera como señal de indignación.
El origen de la protesta
Los agricultores han manifestado su descontento debido a la brusca caída en el precio del limón, que en solo en un mes se redujo hasta cuatro veces.
Según José Marchena, presidente de la Mesa Técnica del Limón, hace algunas semanas se pagaba 800 soles por tonelada, pero hoy esa cifra ha descendido a 370 soles, dejando a los productores en una situación insostenible.
Además, los agricultores acusan a las grandes empresas de manipular el mercado. «Nos dicen que están stockeados, pero sus ingresos han aumentado en un 42%«, denunció un productor de Piura.
A esto se suma la crisis del mango, cuyo precio cayó hasta 0.50 céntimos por kilo, muy por debajo de los 2 soles que se pagaban en años anteriores.
Devaluación en el precio
El problema no solo afecta a los agricultores, sino que revela una brecha creciente en la agroexportación. Mientras las exportaciones de limón cerraron el 2024 con 45,313 toneladas enviadas al extranjero, un 28% más que el año anterior, en el mercado interno la situación es opuesta.
Estados Unidos, principal comprador del limón peruano, importó 14,599 toneladas, mientras que los Países Bajos y Chile completaron la lista de mercados más importantes.
Sin embargo, en el mercado local, el precio del kilo de limón pasó de 1.20 soles a apenas 0.25 céntimos, lo que hace imposible cubrir los costos de producción.
Además, el cambio climático, la falta de agua y la proliferación de plagas han reducido la calidad del producto, agravando la crisis.
Impacto en la economía y el consumidor peruano
La crisis del limón tiene repercusiones en distintos niveles de la economía peruana. En primer lugar, los agricultores han reportado pérdidas de hasta un 60% en sus ingresos, afectando el empleo en zonas productoras como Piura, Lambayeque y Tumbes, donde la cadena de valor del limón genera miles de puestos de trabajo.
A pesar de la caída de precios en chacra, el costo para los consumidores en mercados minoristas no ha bajado significativamente, generando preocupación sobre una posible especulación en la cadena de distribución.
En Lima, por ejemplo, el precio del limón se mantiene entre 3 y 4 soles por kilo, muy por encima de los 0.25 céntimos que reciben los agricultores.
Esta diferencia evidencia una desconexión entre la producción y la comercialización, afectando tanto a los productores como a los compradores finales.
Además, la crisis del limón también impacta en sectores dependientes, como la gastronomía y la agroindustria, que han visto un encarecimiento en la materia prima.
Restaurantes y cevicherías, por ejemplo, han tenido que ajustar precios o reducir márgenes de ganancia para enfrentar la volatilidad del mercado.
Posibles soluciones ante la crisis
Los productores exigen la intervención del gobierno para regular los precios y evitar que la especulación siga afectando a los agricultores.
Plantean que el Ministerio de Agricultura (Midagri), Indecopi y el Gobierno Regional establezcan políticas que garanticen precios justos y la apertura de nuevos mercados.
Una de las medidas propuestas es invertir en plantas procesadoras para darle mayor valor agregado al limón y evitar la dependencia de los exportadores.
Sin embargo, los agricultores siguen esperando respuestas concretas. «Tenemos un ministro de Agricultura ausente, una presidenta que no se preocupa por los agricultores, y un Ministerio de Comercio Exterior inactivo«, criticó Marchena.
Mientras el limón peruano sigue conquistando mercados internacionales, en Piura los agricultores prefieren regalarlo antes que venderlo a precios que no les permiten subsistir.