Justin Bieber vendió los derechos de todo su catálogo musical a la compañía Hipgnosis Songs Capital por unos 200 millones de dólares. De esta forma se une a Bob Dylan, Bruce Springsteen y otros artistas que han tomado esta decisión. ¿Cuáles son los motivos? Aquí te lo contamos.
A sus cortos 28 años, Justin Bieber decidió vender sus derechos musicales debido a que el año pasado fue difícil por sus problemas de salud. «Estaré bien, pero necesito descansar y estar mejor», dijo el cantante en su momento.
De esta forma, el repertorio incluye más de 290 temas publicados antes del 31 de diciembre de 2021, entre los que destacan sus mayores éxitos «Baby», «Sorry» y «Love Yourself».
¿Por qué los cantantes están vendiendo sus catálogos musicales?
Bob Dylan, Bruce Springsteen, Neil Young o Sting son algunas de las estrellas que en los últimos años han vendido los derechos de sus canciones por elevadas cantidades a distintas compañías.
Asimismo, estas empresas podrán recuperar su inversión y asegurarse ganancias constantes porque este modelo de negocio les permiten comercializar el uso de dichos temas para publicidades en TV, películas, obras de teatro, etc.
Algunos artistas han decidido vender sus catálogos musicales por diferentes motivos, ya sea por cuestión de edad, beneficios fiscales o por las importantes ganancias que esto representa. Forbes establece tres razones principales:
El valor de los catálogos musicales se ha disparado
Con el crecimiento exponencial de las plataformas de streaming, el valor de los catálogos musicales han aumentado significativamente. Según el informe de la Asociación de Medios Digitales 2020 Streaming Forward Report, los ingresos por reproducción de música superaron los 10 mil millones de dólares en 2019 (8,2 mil millones de euros). Esta cifra supone un aumento del 21% con respecto al año anterior.
Asimismo, el Wall Street Journal señala que los catálogos de música se están vendiendo entre 10 y 18 veces su valor anual.
Los derechos de las composiciones también juegan un papel fundamental a la hora de valorar el repertorio. Si una pieza aparece en alguno serie famosa, como Friends, se convierte en una buena fuente de ingresos ya que esos programas tienen altas cifras de reproducción, ya sea en televisión o en plataformas digitales.
Una alternativa a los conciertos
Durante la pandemia, todos los artistas musicales pasaron por su mayor crisis económica debido a que las giras se cancelaron por meses. Algunos de ellos buscaron alternativas para conectarse con sus fans y monetizar a través de conciertos virtuales, pero esto no fue un sustituto de los festivales y para el sector supuso pérdidas millonarias.
Beneficios fiscales
Según el análisis de Forbes, esta sería la principal razón por la que los artistas están vendiendo los derechos de sus canciones: La alta tasa de impuestos que tienen que pagar por sus propias creaciones.
De esta forma, gracias a la venta de sus derechos, los músicos deben abonar el 20% de las ganancias que obtienen de sus canciones. Pero si tuviesen que pagar impuestos ordinarios, el porcentaje se elevaría a 37% del total de los beneficios.
Pongamos el ejemplo de Neil Young. El compositor vendió el 50% de los derechos de sus canciones al fondo Hipnosis Songs Found por 122 millones de euros, lo que supondría un total de 24,2 millones de euros a pagar en impuestos. Con un porcentaje normal, Young tendría que abonar 45,14 millones de euros. Es decir, 21 millones de euros más que si vendiera los derechos de su música.
Además, algunos músicos podrían ahorrarse cifras mayores porque en Estados Unidos no es lo mismo residir en un estado o en otro.
Es un hecho que la industria musical ha cambiado su manera de obtener beneficios económicos. Las plataformas de streaming han permitido recuperar artistas del pasado y monetizar con sus canciones para que sigan en la lista de reproducción de millones de nostálgicos.