Emprendimientos

Piura: Niña emprendedora de 10 años consolida negocio de bodoques gourmet en solo dos meses

"Emprender durante una pandemia no fue un reto, pero sí lo fue el emprender a mi edad". Macarena Feria Castañeda tiene apenas 10 años y cursa el 5to grado de primaria en Piura. En diciembre de 2020, a su corta edad, logró consolidar un negocio de bodoques y chups gourmet.
Por Betsabé Saavedra Publicado: Últ. actualización: 23 agosto, 2021 17:06
6 minutos

«Emprender durante una pandemia no fue un reto, pero sí lo fue el emprender a mi edad». Macarena Feria Castañeda tiene apenas 10 años y cursa el 5to grado de primaria en Piura. En diciembre de 2020, a su corta edad, logró consolidar un negocio de bodoques o chups gourmet en la ciudad en la que reside. Ahora, Bochups, su emprendimiento, brinda trabajo a dos personas.

El día de la pequeña Maga, como la llaman sus más allegados, comienza desde muy temprano. Me cuenta que divide su tiempo entre sus estudios en el colegio Vallesol, las clases particulares de violín y francés, y, ahora, su emprendimiento, Bochups.

Desde siempre, el objetivo de Macarena ha sido crear una empresa. Lo que la motiva es la pasión por la música, de grande quiere ser compositora y estudiar en Boston, y su deseo por crear escuelas de música en Piura para que más personas tengan acceso a este arte.

“Soy consciente que para lograr lo que me planteo necesito recursos económicos”, puntualiza. Esta es la razón por la cual la estudiante de 5to grado de primaria tomó la decisión de emprender. Antes que Bochups se hiciera realidad, Feria Castañeda tuvo en mente dos emprendimientos, el cual uno llegó a realizarse y el otro solo quedó en una idea.

«Mi primera alternativa fue dar clases de inglés y comencé a trabajar en esto dándole clases a una amiga. Las dos primeras clases no le cobré porque una era de prueba y la otra de práctica; luego, las siguientes tres clases ya se me hizo costumbre no cobrarle. Cuando le dije a mi amiga que me pague, ya no quiso más clases, fue muy triste», se acuerda.

Pese a esta situación, Macarena aún tenía dos ideas de negocio en mente, pero decidió optar por su «plan B». La emprendedora piurana asegura que su madre, Juliette Castañeda, es quien le ayuda a aterrizar las ideas y la asesora todo el tiempo en lo que respecta al negocio, ya que es economista de profesión.

Bochups especiales de «coco» y «maracumango»

Idea ganadora

Por ubicación geográfica, Piura, situada al norte del Perú, es una ciudad que cuenta con un clima cálido durante todo el año. Un helado, una paleta son bien recibidos. Pero, un bodoque, encaja como anillo al dedo, claro está.

De acuerdo con el Diccionario de peruanismos (2016), bodoque es un ‘helado a base de zumo congelado de frutas o de refresco que se envasa en bolsa plástica”. Para Carlos Arrizabalaga, docente de la Facultad de Educación de la Universidad de Piura, la palabra bodoque es un piuranismo; es decir, solo es entendido como refresco congelado en Piura.

Para que su idea de negocio resultara innovadora, Macarena decidió seguir el consejo de su madre y agregarle el toque gourmet a esta receta tradicional.

Consolidación

Al término del año académico 2020, Macarena se puso manos a la obra en la consolidación de su idea de negocio: vender bodoques o chups gourmet. Bochups se hizo realidad el 22 de diciembre de 2020 y los primeros bodoques fueron vendidos a los vecinos y familiares de Maga.

«El nombre de mi negocio viene de la combinación de las palabras ‘bodoques y chups’. Con mi mami teníamos esa discusión de cómo decirles y la solución fue hacer una combinación de las palabras», refiere.

Desde sus inicios, Bochups ofrece bodoques o chups gourmet preparados con ingredientes de primera calidad y frescos. Con el apoyo incondicional de su abuela, quien es a la única a la que le confía sus recetas, Macarena ha logrado dar rienda suelta a su vena emprendedora.

«Para la preparación de mis bodoques uso leche de calidad, agua purificada, fruta fresca y productos originales. Las personas que prueban mis bodoques o chups, como quieran llamarlos, pueden sentir los pedacitos de fruta, eso hace que mis bochups sean deliciosos e, incluso, como dicen algunos clientes, adictivos», explica Feria Castañeda.

Bochups recibe pedidos todos los días a través del número +51 983 329 596. El despacho se realiza de viernes a domingo.

A sus 10 años, Macarena se ha tomado muy en serio lo de emprender. En el verano, se matriculó en un curso online enfocado en emprendimiento para niños, pues quiere estar a la altura del tema para manejar su negocio y así este vaya posicionándose en la ciudad que la vio nacer.

Gracias a los consejos de Juliette, la fundadora de Bochups ha conseguido registrar su marca y formalizar su emprendimiento. “Mi mamá figura como la propietaria de Bochups porque yo soy menor de edad. Formalizar mi negocio fue prioridad pues tengo pensado hacer muchas cosas con este emprendimiento”, reafirma.

A la fecha, Bochups ya cuenta con tres líneas de productos (de fruta, especiales y deluxe) y tres packs (Solsiré, Doremi Miaulicious). Según la emprendedora, el nombre de los packs de los bodoques viene del nombre de sus gatas y los sabores han sido pensados en base a sus gustos y los de su familia.

«El sabor de coco salió por mi abuelita, porque es su favorito y el de chocomenta es el favorito de mi mami. Todos mis productos son muy pedidos, pero destacan el de nutella, chocomenta y coco con leche», señala.

Por otro lado, Macarena adelanta que ya ha adquirido tres congeladoras para distribuirlas en tres puntos de venta en la ciudad. Los lugares se conocerán en los próximos meses.

Emprender a los 10 años

«Emprender durante una pandemia no fue un reto, pero sí lo fue el emprender a mi edad porque tuve que aprender de todo y muy rápido. Aprendí a hacer inventarios, costear mis bochups, atender al cliente. Además, me enseñaron a comparar precios de mis proveedores y aprendí a vender. Todo este proceso es un gran reto y sé que me queda mucho aún», enfatiza.

Macarena recuerda que se veía teniendo su propia empresa desde muy pequeña, pero su madre no le daba permiso, puesto que le recomendaba priorizar sus estudios. “Desde los seis años quise tener algo propio, algo creado por mí. A los 10 años sentí que era mi momento, era ahora o nunca, no lo quería después”, concreta.

Actualmente, Bochups cuenta con una persona encargada del envasado de los productos y una señorita encargada del delivery. Parte de las ganancias del negocio son destinadas a apoyar a albergues de gatos en abandono y a solventar las clases de música de dos niños de bajos recursos.