El turismo, los empresarios y los pobladores del norte de Piura se han visto afectados por los estragos que causaron los oleajes anómalos en las playas de Talara y Paita los días 9, 10 y 11 de enero. Las grandes olas destruyeron el malecón de Máncora, uno de los lugares más atractivos de la región.
Esto ha puesto en alerta roja el turismo de las playas de Máncora y Los Órganos. Manuel Cruz, el alcalde distrital, estima que se pierden alrededor de 100,000 soles diarios por ausencia de turismo en las playas. A su vez, el Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI) informó la muerte de una persona de 70 años el día 10 de enero en horas de la mañana.
Sumado a ello, el informe de daños del municipio mancoreño señala 30 locales comerciales inundados, dos de ellos colapsados; una vivienda en colapso y cuatro embarcaciones artesanales afectadas. El oleaje también alcanzó a un desembarcadero pesquero y el muelle flotante.
Diversos propietarios de hoteles y restaurantes, además, han reportado severos daños en la infraestructura de sus instalaciones, así como inundaciones y daños materiales, lo que imposibilita que el negocio se encuentre apto para la recepción de turistas.
El alcalde también dio a conocer que los maretazos nocturnos perjudicaron, principalmente, a las discotecas y centros recreativos ubicados cerca a la orilla de la playa. Es por ello que la Capitanía de Puertos de Talara dispuso el cierre de playas de Máncora, Los Órganos, El Ñuro y Cabo Blanco para todas las actividades turísticas, pesca, entre otros.
INDECI también informa que, de acuerdo al reporte emitido por la Dirección de Hidrografía y Navegación (DHN) de la Marina de Guerra del Perú, 83 puertos de todo el litoral se encuentran cerrados ante la ocurrencia de oleajes anómalos. En Piura, son 25 los puertos cerrados que se encuentran en las provincias de Talara, Paita y Sechura.
A menos turistas, más pérdidas
Se debe tener en cuenta que, para las playas del norte del Perú, la temporada de diciembre a abril es conocida como temporada alta; es decir, hay mayor afluencia de turistas nacionales e internacionales y, por ende, el ingreso de los empresarios, negociantes y vendedores ambulantes es cuantioso.
Rafael Grisolle, empresario hotelero y presidente de la Asociación Las Pocitas de Máncora, comentó que «en diciembre se anularon varias reservas de enero. Las reservas eran de turistas extranjeros, entre ellos chilenos, holandeses, franceses; sin embargo, por ser una temporada alta, las reservas de enero se están vendiendo a turistas nacionales».
Además, el representante de la Asociación de Hoteles, Restaurantes y Afines del Perú, César Leigh, precisó: «Se presume que sean 80 mil turistas que lleguen a la región y por ello estamos preocupados porque a veces no hay los servicios básicos».
Después de los daños y las pérdidas por los maretazos, la economía mancoreña, y de todos los que trabajan en el litoral norteño del Perú, se verá en declive.
¿Qué acciones tomaron los zonales?
Desde el cierre de playas, las autoridades de Máncora han desplegado 1,250 sacos para evitar inundaciones, como también, el apoyo de los trabajadores del sector de limpieza pública que han construido muros de protección.
Además, el titular de la Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo (Dircetur), Richard Neyra, añadió que los distritos norteños más afectados por los oleajes pueden recibir un financiamiento a través del Plan Copesco para subsanar los daños.
Para poder conseguir el financiamiento, las autoridades competentes deberán elevar, previamente, un proyecto que será evaluado y, de ser el caso, se aprobará.
«Creo que, a las finales, este escenario negativo se convierte en una oportunidad para los gobiernos locales en cuanto afectación de daños», afirmó Neyra. Sin embargo, señaló que la tarea de los gobiernos locales es ser «proactivos» y formular sus proyectos.