Áreas verdes, aire libre, restaurantes, música y cultura son una gran demanda para los piuranos acostumbrados a vivir en una ciudad donde las temperaturas en el día suelen superar los 30°C. Pero, ¿qué pasa cuando escasean estas áreas en la ciudad?
A inicios del 2019 la Municipalidad de Piura impuso una sanción de 1000 soles por local en el boulevar de Santa Isabel, justo donde se encuentra el restaurante Mr. Leigh, Kokys, Boulevard y la panadería La Baguetteria. La razón: usar áreas públicas con fines culturales y comerciales.
Entonces, surgió una polémica respecto a la importancia de los espacios de convergencia social y el papel de la Municipalidad de Piura para, por un lado, cuidar el ornato de las zonas pública y, por el otro, proteger y promover las actividades de los pequeños empresarios formales.
Centro comercial Santa Isabel
La urbanización Santa Isabel es una de las zonas en Piura que mayor movimiento socioeconómico genera. En el 2016 datos de la Oficina de Desarrollo Urbano de la Municipalidad Provincial de Piura reflejaron que la población de esta urbanización ascendía a 2,312 habitantes y hasta el 2018 esta cantidad aumentó en un 28%.
Según César Leigh, presidente de la Asociación de Restaurantes y Hoteles de Piura y dueño del restaurante Mr Leigh expresó que el movimiento económico en Santa Isabel genera tal impacto que puede considerarse un emporio comercial por lo que necesita apoyo de la municipalidad para que crezca y atraiga no solo al ciudadano piurano, sino también al extranjero.
“La falta de espacios de convergencia en la ciudad han permitido que Santa Isabel y sus alrededores se conviertan en la mejor opción para salir a comer o cuando se requiera un servicio de hospedaje, médico, o de índole público como Sunarp o el MTC”.
Para Juana Huaco, especialista en Gestión pública, el potencial de la urbanización Santa Isabel para convertirse en un centro comercial es enorme por lo que debería ser aprovechada por la autoridad para impulsar el crecimiento y movimiento económico de la zona.
“Santa Isabel en un futuro va a ser un gran centro comercial, las casas que estaban ahí ya son locales comerciales. Hay hospitales, hoteles, spa, restaurantes y esto debe potenciarse, embellecer, cuidarse, pero esto únicamente se puede lograr con un trabajo conjunto de la municipalidad con las empresas, no con propuestas aisladas”, aclaró Huaco.
Demanda de espacios públicos
El especialista en Gestión Pública y Gestión de Empresas Privadas, Guillermo Dulanto asegura que existe una gran demanda de espacios públicos en la ciudad.
Ante esta necesidad, los dueños de los negocios del boulevar de Santa Isabel se decidieron a, con sus propios medios, hacer atractivo y seguro este pasaje.
Sembraron áreas verdes, colocaron cámaras de vigilancia, iluminaron el pasaje con focos ahorradores y contrataron a electricistas para poner operativas las farolas.
Fue así como la zona se volvió transitable, segura, comercial y social para todos los vecinos de la zona, jóvenes universitarios y turistas que llegan atraídos por la gastronomía piurana.
Sin mesas ni sillas en el pasaje
En enero del 2019 llegó fiscalización al boulevar de Santa Isabel e impuso una multa de 1000 soles a cada restaurante por operar con mesas y sillas en la vía pública de la ciudad, lo que generó malestar e indignación de parte de los dueños de los negocios.
“Los locales comerciales de la zona trabajamos de acuerdo a lo legal, tenemos licencia de funcionamiento, capacitamos al personal y los clientes se sienten a gusto con las mesitas al aire libre y el buen ambiente del lugar”, expresó César Leigh.
Asimismo, recalcó que, «es irónico que no dejen las mesitas, pero sí dejan que se marchiten las plantas, que no haya iluminación, que no brinden la seguridad requerida, y que las motocicletas se cuadren en este pasaje de la zona”.
Local en quiebra sin las mesitas afuera
Una de las principales preocupaciones de los empresarios de la zona es la pérdida económica que se está reflejando en los últimos meses.
“Desde que inició esta gestión estamos pelados ,todos los locales, en las noches, no llegamos ni al punto de equilibrio. Incluso, el restaurante 180° cerró, las ventas eran muy bajas sin las mesitas afuera”, indicó César Leigh
Según Juana Huaco,es posible que en poco tiempo los negocios experimenten pérdidas en su facturación mensual si es que parte del negocio funcionaba en la parte exterior del local, sobre todo si se trata de pequeñas empresas.
“En el boulevar de Santa Isabel los negocios son muy chiquitos. La gente va porque le gusta consumir al aire libre, entonces que ahora llegue y ya no encuentre mesas afuera, bueno, disminuye su capacidad, teniendo en cuenta que afuera fácil puedes poner tres o cuatro mesas”, afirma Juana Huaco.
La Municipalidad no responde
El alcalde de Piura, Juan José Díaz, aseguró que, sobre el tema, no tiene información.
“Se tiene que evaluar. Dentro de las instituciones no suelo dar una opinión sin un estudio previo, hay muchos pedidos, iniciativas, pero a todos les respondo lo mismo, vamos a estudiarlo y de acuerdo a eso tomaremos la mejor decisión”.
Pese a lo manifestado por el alcalde, el dueño de Mr. Leigh contó que cada vez que ha intentado hablar con el alcalde lo derivan con el teniente alcalde de Piura, Pierre Gutierrez o con Juan Carlos Álamo de Fiscalización.
“Ya hemos tenido tres conversaciones con Pierre Gutierrez y una con Álamo de Fiscalización, hemos también mandado una solicitud a la municipalidad, pero siempre tenemos la misma respuesta: que no pueden o están ocupados o lo verán luego y nada. A veces se acercan a comer y luego nunca más sabemos nada”.
Keelman Saavedra, Secretario Técnico Regional de Seguridad Ciudadana, agregó que se debe modificar la ordenanza 026 para que se prohíba el comercio ambulatorio salvo que se cuente con permiso específico.
«Que se permita el comercio en la vía pública con un permiso especial donde se determinen condiciones como que no se venda alcohol, que haya una contraprestación y que sea del color de la ciudad».
Trabajo integrado a favor del bien común
Es así como el pedido de los locales comerciales de Santa Isabel se dirige a obtener permiso para colocar sillas y mesas en el pasaje, comprometiéndose a, de ser necesario, pagar anualmente arbitrios.
Juana Huaco, respaldó esta alternativa social pues, como lo expresa, debería existir un trabajo integrado entre empresas privadas y municipalidad ya que “a fin de cuentas todos tiene una sola mirada: mejoramiento de la ciudad. Si mejora el comercio en el boulevar de Santa Isabel ganan los vecinos, gana el público, la empresa privada y por su puesto la municipalidad”.