En el SIDEI 2024, realizado en la Universidad de Piura (UDEP) en colaboración con la Fundación Friedrich Naumann y el Hub UDEP, se dieron a conocer historias de startups exitosas, tanto peruanas como latinoamericanas, siendo una de estas T-KED de Nathaly López, una emprendedora colombiana que está dejando grandes logros en Perú.
López, en la sección de Startups EdTech latinoamericanas, dio a conocer que en Ayacucho, jóvenes emprendedores están comenzando a visualizar un futuro diferente para sus regiones gracias a T-KED, una iniciativa que busca reducir las brechas económicas, tecnológicas y sociales que limitaron su desarrollo. El programa, enfocado en ofrecer herramientas de emprendimiento y educación, ya llegó a más de 4,500 jóvenes, con la meta de expandirse a todo el país.
«La educación es clave para cerrar brechas, ya sean tecnológicas, económicas o de género», señala el líder de este proyecto, que nació tras la pandemia», comenta López.
Una historia con visión
El origen de esta startup inicia con un viaje a Ayacucho, realizado poco después del confinamiento por la pandemia. «Llegué a la región (Ayacucho) sin un plan concreto, pero con la firme intención de entender las necesidades de los jóvenes. Fue durante un almuerzo en una cafetería que me di cuenta de la gran cantidad de desafíos que enfrentan los jóvenes aquí», explica la fundadora de T-KED.
Asimismo, señaló que una de las principales barreras que se identificaron fue la falta de acceso a programas de apoyo y financiamiento para aquellos jóvenes que no están vinculados a una universidad. «Los jóvenes con ideas emprendedoras carecen de una educación formal en emprendimiento, y no me refiero solo a la formación universitaria, sino también a programas que los guíen y acompañen en el proceso», añadió López.
El modelo híbrido
El programa desarrollado no se limita a ser una startup tecnológica, sino que incorpora un componente social esencial. «Nosotros no somos solo una plataforma digital. También trabajamos directamente con las comunidades, ofreciendo mentorías, talleres presenciales y virtuales, y conectando a los jóvenes con redes de apoyo y financiamiento», resaltó la fundadora de T-KED.
Asimismo, indicó que crearon un modelo híbrido, donde combinan la tecnología con el contacto humano directo, algo que es clave para tener un impacto real en las provincias.
Es importante precisar que, este modelo fue probado y perfeccionado a lo largo del último año, lo que permitió la participación de miles de jóvenes en las regiones del sur del Perú.
Una red en crecimiento
El proyecto logró consolidar una red de apoyo que sigue creciendo. «Tocamos muchas puertas y poco a poco empezaron a abrirse. Ahora, incluso recibimos invitaciones de grandes organizaciones que quieren implementar nuestro modelo en sus programas de responsabilidad social», explicó López.
Con la meta de expandir el programa a las 24 regiones del Perú y fortalecer el ecosistema emprendedor en el país, la iniciativa sigue avanzando y Nathaly asegura que su principal objetivo es seguir vinculando a jóvenes con oportunidades reales de desarrollo, por lo que están convencidos de que este modelo puede cambiar la realidad de muchas comunidades.
