Las Líneas de Nazca, un tesoro arqueológico mundial, enfrentan una amenaza creciente de la minería ilegal. El Gobierno redujo la Reserva Arqueológica de Nazca en un 42%, de 5,600 a 3,200 km², mientras la minería ilegal sigue infiltrándose en la zona.
El ministro de Cultura, Fabricio Valencia, reconoció la presencia de estas actividades, pero defendió la reducción como una medida técnica para optimizar la protección del patrimonio.
Reducción de la Reserva de Nazca que genera dudas
La Reserva de Nazca, declarada en 1993 y ampliada en 2004, perdió más de 2,000 km² con la nueva delimitación anunciada en mayo de 2025. El Ministerio de Cultura asegura que el área protegida por la Unesco, incluyendo los geoglifos y su zona de amortiguamiento, sigue intacta dentro del nuevo polígono de 3,200 km².
Valencia explicó que la reducción responde a estudios de más de 20 años para ajustar la reserva a las características geográficas y culturales reales. Sin embargo, admitió en RPP la presencia de minería ilegal en la zona, aunque no detalló qué minerales se extraen ni su impacto exacto.
Minería ilegal: Un problema persistente
El Ministerio de Cultura lleva años señalando a Nazca como la zona arqueológica más afectada por la minería ilegal. Un informe de septiembre de 2024 al Instituto de Ingenieros de Minas del Perú destacó que estas actividades no respetan la fragilidad de los bienes prehispánicos.
En 2016, un operativo en Quebrada de la Taruga halló cinco toneladas de anfo, dinamita y campamentos ilegales dentro de la zona intangible. Desde entonces, se han iniciado diez procesos judiciales y varias interdicciones, pero la clandestinidad de estas operaciones dificulta su control. El ministerio reconoció que la vasta extensión de la reserva, que incluye Palpa y Lucanas, complica la vigilancia.
Riesgos para las Líneas de Nazca y nuevos hallazgos
La reducción del área protegida preocupa a arqueólogos, quienes advierten que la minería ilegal podría dañar zonas aún no exploradas. Perú tiene más de 27,500 bienes prehispánicos registrados, pero muchas áreas siguen sin estudiarse, especialmente entre la costa y los Andes.
El Ministerio de Cultura señaló que las actividades mineras podrían destruir vestigios aún no descubiertos. En 2015, una mina ilegal operó dos años dentro de la zona intangible sin ser detectada, evidenciando las fallas de fiscalización.
¿Proteger o exponer el legado de Nazca?
Valencia insistió en que la reducción no aumentará los riesgos para las Líneas de Nazca ni potenciará la minería ilegal. Sin embargo, los antecedentes muestran que las amenazas persisten incluso con un área mayor protegida.
Especialistas cuestionan si la nueva delimitación facilitará actividades económicas cerca de los geoglifos, mientras las operaciones ilegales siguen siendo un desafío. La protección del patrimonio cultural de Nazca exige más que ajustes técnicos: requiere acción decidida contra la minería ilegal.