Durante los días 14 y 15 de agosto, se realizó el Encuentro Interregional InnovaSuyu, iniciativa del Ministerio de la Producción, a través de ProInnóvate, que integra a 7 regiones del país con el fin de incorporar innovación en la producción y generar condiciones para el surgimiento de nuevos emprendimientos innovadores.
Este edición del InnovaSuyu se realizó en Tarapoto, ciudad de la región San Martín, en el nororiente peruano. Bajo el tema «Sostenibilidad de los Ecosistemas de Innovación y Emprendimiento: Un desafío colectivo«, 150 representantes de los ecosistemas de innovación de Piura, La Libertad, Cusco, Arequipa, Tacna, Ica y San Martín, debatieron el futuro del emprendimiento en Perú.
Infomercado fue invitado por el ecosistema de la región Piura y dialogó con Matías Rojas De Luca, cofundador de la incubadora chilena Socialab, sobre el progreso de la innovación en emprendedores de América Latina.
En un contexto de crisis política y económica en el país, ¿cómo se engarza la innovación en este caos?
La respuesta está en una primera dimensión más filosófica; la segunda es más práctica. Creo que estos emprendedores sociales innovadores que he presentado, tanto en Perú como en Latinoamérica, son como luces brillantes en medio de la oscuridad. Representan visiones concretas de hacer del mundo un lugar mejor. Un ejemplo que puedo mencionar es el de una persona que perdió a un familiar debido al cáncer. Esta persona decidió emprender un proyecto para luchar contra el cáncer. En mi opinión, estos emprendedores son ejemplos a seguir. Aunque no forman una nueva institución debido a su tamaño y dispersión, en conjunto, representan modelos a seguir. Esa es mi respuesta filosófica.
Mi respuesta práctica es que estos emprendedores están abordando problemas reales que nadie más ha logrado resolver. Por ejemplo, en una comuna remota del sur de Chile, donde el gobierno no tiene el conocimiento ni los recursos para tratar temas como el reciclaje y las empresas privadas no están interesadas en ello, los innovadores sociales intervienen implementando soluciones concretas en esas comunidades. Desde una perspectiva práctica, estas iniciativas están siendo validadas o rechazadas.
Con esas actividades que hacen los innovadores en Latinoamérica, ¿poco a poco desaparece el temor al fracaso o todavía persiste?
Es un cambio cultural que requiere mucho tiempo, pero vamos bien encaminados. Hay muchos que están fracasando y no tienen miedo a aceptarlo. Por eso, el fracaso es la medida para que las nuevas generaciones puedan ver que no es un pecado mortal, sino que es un espacio donde aprendimos y eso nos permite pararnos en un próximo escalón.
¿La empresa privada se está animando más a involucrarse en el ecosistema innovador y emprendedor?
La empresa es un vehículo para hacer negocios, es decir, están hechos para ganar dinero. Es importante recordar que todos los que están alrededor de un proyecto deben obtener un beneficio, puede ser económico o de otra índole. Además, la visión desde la empresa es que con la venta de tu producto o servicio se pueda generar un impacto positivo.
Puedo tener conversaciones con el gerente o la gerente general acerca de su visión de convertirse en una empresa con un impacto positivo, sin embargo, cuando me encuentro con situaciones como la de proveedores que tardan 120 días en pagar a un campesino, queda evidente que existe una gran brecha. En este caso, el liderazgo debe tomar la iniciativa, impulsar cambios y presionar a la empresa para que evolucionen. Esto implica transformar tanto los procesos internos como la mentalidad y la forma de actuar de quienes trabajan en diferentes áreas de la empresa.
¿Existe un ABC, un manual básico, que le sirva al emprendedor para venderle una idea a una empresa?
No siempre existen recetas definitivas, pero sí hay buenas prácticas que pueden ser útiles. Por ejemplo, en modelos de negocio de empresa a empresa (B2B), donde los emprendedores venden a otras empresas. En este caso, es esencial que el emprendedor comprenda a quién está vendiendo.
Conociendo la realidad de Chile y Perú, ¿cómo ha avanzado la innovación en ambos países?
En Perú, el InnovaSuyu es una idea que antes no se ha visto en Chile, donde conversan la mitad de los regiones del país de forma descentralizada sin contar con una región metropolitana. Es algo nunca visto, no solo en los montos, sino también para juntarse y generar ecosistemas. En esto, Perú ha avanzado más que Chile.
Pero, en Chile tuvimos la suerte que la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), desde el 2010, empezó a invertir fuertemente en emprendimientos. Es una cosa nunca antes vista porque para invertir en Startup Chile era difícil decir: ‘como gobierno le voy a pasar plata gratis a los emprendedores’.
En conclusión, en lugar de considerar esto como una competición en la que alguien gana más o llega antes, deberíamos verlo como un conjunto de colores de pintura. Tomo un color de un lugar, lo aplico en otro país, y así sucesivamente, creando mi propia pintura. Si todos los países de América Latina prosperan, todos nos beneficiamos en conjunto.
Si cada país puede impulsar emprendimientos que trasciendan las fronteras, ya que enfrentamos retos similares, habrá más oportunidades de mercado. Creo que es en interés de todos que logremos el éxito juntos y espero que podamos respaldarnos mutuamente al compartir nuestras experiencias y trabajar con determinación para que todos salgamos ganando.
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