A finales de julio, Pedro Riera, decano del Colegio Médico del Perú (CMP), alertaba el problema de abastecimiento de medicamentos en los hospitales que forman parte del Ministerio de Salud.
Es importante resaltar que aún no se gasta ni la mitad de los recursos públicos disponibles para comprar las medicinas a pesar que se inició el segundo semestre.
Presupuesto
Según datos del Portal de Transparencia Económica del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), al 13 de julio, solo se ejecutó el 36.5% de los más de S/1,188 millones designados a los tres niveles de gobierno destinados a la compra de medicamentos. En este contexto, se presentó el desafío de usar más del 60% de los recursos (S/750 millones).
Por su parte, el exministro de Salud, Oscar Ugarte, señaló que la ejecución viene siendo deficiente, ya que al estar a mitad de año el gasto público debería estar alrededor del 50%.
Una ejecución «pobre»
Por su parte, César Amaro, investigador principal de Videnza Consultores, indicó que la ejecución actual del proceso de compra corporativa nacional de medicamentos fue catalogada como «pobre». Amaro advierte que esta situación podría persistir en los próximos meses, comprometiendo el abastecimiento en el sector público.
Por otro lado, el Cenares, vinculado al Ministerio de Salud (Minsa), admitió que existen deficiencias en la planificación y distribución de medicamentos, causando desabastecimientos en varios establecimientos de salud del país. Parte del presupuesto se destinó al pago de deudas, y el SIS se comprometió a transferir fondos adicionales a las regiones para abordar la crisis.
Amaro compara la situación actual con la del 2016, cuando fallos similares en la compra corporativa de medicamentos generaron problemas de desabastecimiento prolongados. Atribuye estos problemas a la alta rotación de personal y la falta de capacidades en el Cenares, factores que dificultan una gestión estable y efectiva.
El experto también señala deficiencias estructurales, como la falta de información oportuna y de calidad. Critica que los datos disponibles para la gestión sean mensuales y atrasados, lo cual es insuficiente para una logística eficiente.
Otro problema identificado es la falta de postores en los procesos de selección de medicamentos, complicando aún más la situación. Amaro destaca que el tiempo necesario para estos procesos no coincide con la urgencia de las necesidades, lo que a menudo lleva a autorizar compras directas como medida de contingencia.
Según el observatorio de Videnza Consultores, hasta abril, solo el 64.4% de los establecimientos de salud en el país tenía más del 80% de los medicamentos esenciales disponibles. Aunque las cifras de junio indican una ligera mejora, Amaro sugiere que estas estadísticas pueden contradecir la realidad observada en muchos hospitales regionales.
En las regiones de la selva, la disponibilidad de medicamentos es particularmente baja debido a dificultades logísticas y a un mercado menos accesible para los proveedores. Amaro destaca que la falta de acceso a servicios públicos en lugares como Madre de Dios y Loreto fomenta un mercado informal de medicamentos, exacerbando aún más los problemas de abastecimiento.