La Fidelia inicia con una tradición, historia familiar y el amor por las hierbas del Perú. Pese a que hoy es la marca líder de infusiones gourmet en el país, tuvo que enfrentarse a múltiples desafíos. Detrás de este proyecto está Álvaro Orjeda, un emprendedor que decidió volver a sus orígenes para iniciar su propio negocio con proyección internacional.
Álvaro Orjeda
La historia de la Fidelia comienza mucho antes de su fundación, especialmente en 1919, año en que nació Fidelia.
Ella fue una mujer que desafió a su época al viajar a Argentina para especializarse en enfermería, dejando un legado y una conexión profunda con el campo y las hierbas del Perú que transmitiría a su nieto Álvaro Orjeda durante su infancia.
Álvaro creció visitando a su familia en Ayacucho, donde pasaba tiempo en la casa de sus abuelos, nutriéndose de los conocimientos sobre los insumos naturales que más tarde se convertirían en su propósito de vida.
Antes de iniciar su camino como emprendedor, Álvaro construyó su trayectoria profesional trabajando durante muchos años en el sector coporativo para empresas de renombre como PepsiCo Alimentos, Talsa y British American Tobacco.
A pesar de alcanzar el éxito profesional y ser promovido para ver temas de comercio en Ica, sentía que sus labores no generaban un impacto real. Motivado por la filosofía de que para emprender se debe regresar a la raíces, decidió renunciar a su empleo dependiente en el 2012 sin tener aún un camino claro.
Historia de La Fidelia: Inicios
La idea de iniciar un emprendimiento surgió durante una tarde en Ayacucho, cuando una mezcla occidental de infusión de manzanilla con cedrón servida por su tía abuela dio origen a su curiosidad.
Este evento lo llevó a lanzar en julio de 2012, Monteoro S.A.C, una empresa que lanzó su marca de infusiones bajo el nombre La Fidelia. Esto, con el obejtivo ambicioso de rescatar la riqueza de las hierbas, flores y frutos peruanos.
El camino hacia el éxito estuvo lleno de desafíos y crecimiento constante. Entre 2012 y 2015, Álvaro se dedicó exclusivamente a investigar el mercado y buscar financiamiento sin generar ventas, lo que lo obligó a hipotecar su inmueble tras ser rechazado por siete entidades bancarias.
Además, tuvo que aprender a operar maquinaria moderna importada de Asia y rediseñar su empaque inicial, que era poco atractivo para el mercado premium.
Crecimiento
Su primera venta oficial ocurrió finalmente en julio de 2015 y, aunque ese año cerró con ventas de apenas S/3,500, este logro le permitió ingresar a establecimientos como Sarcletti y la pastelería San Antonio.
A pesar de que el negocio operó con pérdidas durante casi siete años, la empresa logró escalar y mudarse a un local más amplio un par de años.
Es así como Álvaro se convirtió en el primer latinoamericano en introducir el formato de bolsas piramidales, una innovación que permite apreciar la textura de los ingredientes y optimizar la extracción de aromas.
Actualmente, la Fidelia es la marca líder de infusiones gourmet en el Perú, con un catálogo de 36 sabores. Cuenta con cerca de 47 colaboradores, siendo el 85% mujeres en honor a su abuela.

Planes
Los planes a futuro de Álvaro se centran en la expansión internacional; tras haber lanzado con éxito un canal de comercio electrónico durante la pandemia e incursionar en el mercado chileno. Su meta es expandirse por toda la región.
Con estos planes, su principal objetivo es que el mundo conozca la variedad de insumos peruanos, manteniendo siempre un impacto social real al trabajar con comunidades campesinas a las que ayudó a formalizarse y a recibir pagos significativemente mayores por sus productos.

Contactos
Web: La Fidelia
Facebook: La Fidelia
Instagram: @lafidelia.pe