Emprendimientos

Kuyaiky Wawa: Esta venezolana migró a Perú con dos hijos y hoy lidera una empresa de pañales ecológicos que apoya a madres solteras peruanas

Su visión de contribuir a la economía de otras mujeres y su firmeza ante los desafíos hicieron de su negocio un ejemplo de resiliencia y determinación.
Por Iveth Yamunaque
6 minutos
María Dorta Kuyaiky Wawa

A veces, las circunstancias adversas pueden mostrar el espíritu emprendedor que se lleva dentro. Así ocurrió con María Dorta Buznego, una madre soltera con dos hijos, nacida en Maracay, Venezuela, quien, a pesar de estudiar Educación Primaria como sus padres querían, siempre soñó con ser empresaria. Hoy, tras años de esfuerzo y un cambio de país, María dirige una empresa de pañales ecológicos en Perú, y sueña con convertir su marca en un referente en el mercado. Conoce más sobre María Dorta y Kuyaiky Wawa.

María Dorta y Kuyaiky Wawa

La vida en Venezuela había llegado a ser insostenible. A pesar de trabajar duro, el dinero apenas le alcanzaba para cubrir las necesidades básicas de su familia. Por ello, inspirada por las dificultades que enfrentaba para conseguir pañales desechables para su hijo recién nacido, en 2017, comenzó a fabricar por ella misma este producto de tela dando inicio a su primer negocio.

María logró salir en programas de televisión, tuvo alguna entrevistas, pero la delincuencia en su país iba en aumento y empezaron a extorsionarla, debido a que pensaban que tenía mucho dinero. Es por ello, que se le hizo cada vez más difícil mantener este pequeño emprendimiento. La situación empeoró hasta que encontró en Perú una oportunidad de estabilidad.

Al llegar a Perú en 2018, María ya traía experiencia fabricando pañales reutilizables en Venezuela, sin embargo, no contaba con un capital considerable ni con contactos en el mundo empresarial. Pero gracias al previo conocimiento en repostería y decoración de eventos logró tener la confianza para iniciar una nueva aventura: la producción de pañales ecológicos, un nicho que había empezado a crecer en el mercado local, pero que ella fue la primera mujer en iniciar con este mercado.

Junto a su socia, Guísela Olehechea, una empresaria peruana, quien le enseñó a adaptarse a las exigencias del mercado peruano, decidieron iniciar en el mismo rubro de fabricación de pañales orgánicos y crearon la empresa llamada Kuyaiki Wawa que en quechua significa “te amo, bebé”.

Con el dinero de sus primeras 100 ventas, logró comprar su primera máquina y comenzó a familiarizarse con el mercado peruano recorriendo el emporio textil de Gamarra en busca de telas. Así inició su historia en Perú, un país que ahora considera su segunda casa.

«Emigré por el bien de mis hijos. Era imposible vivir con estabilidad, así que tomé la decisión de emprender en otro lugar. Vine con 100 pañales, y en un mes los vendí todos, dejé atrás Venezuela debido a la crisis económica y decidí empezar mi mayor sueño que era tener un emprendimiento».

Luego de posicionarse en Perú, junto con su socia Guisela, empezaron a producir pañales ecológicos a una escala mayor y través de sus redes sociales, promovió sus productos.

Además, apoyada por familiares y amigos que los vendían en Perú, comenzó a construir una base de clientes. La experiencia en manejo de redes sociales y comercio electrónico también le permitieron conectar rápidamente con el público peruano y consolidar su emprendimiento.

Hasta que en el 2021, su esfuerzo fue reconocido cuando ganó el concurso «Sueños sin Fronteras» de CARE Perú, una premiación que destaca historias de integración entre venezolanos y peruanos. Este logro no solo le ayudó a expandir su negocio, sino también fortalecer la conexión con su comunidad en Lima, donde valoró la posibilidad de construir un futuro junto a sus dos hijos y sus padres.

Asimismo, en 2022, María fue una de las participantes en la Escuela de Soñadores, un programa apoyado por organizaciones como USAID, WOCCU y la Unión Venezolana en el Perú, donde recibió formación en educación financiera y administración de negocios.

“Cada clase era un desafío. No se trata solo de escribir una misión o una visión; cada elemento tiene una técnica, un porqué y un cómo. Aprender eso fue un gran reto, pero lo logramos superar”.

En el mismo año, la historia de María dio un paso más cuando la asociación sueca Asdi, junto con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la incluyó en su programa «Somos Parte». Este proyecto busca mejorar las oportunidades laborales de los migrantes venezolanos en condiciones dignas y fortalecer el entorno local en los países receptores. María fue beneficiaria de este programa, que le permitió desarrollar aún más su negocio y consolidar su integración en la economía peruana.

Desafíos y resiliencia

Para María, el camino del emprendimiento en Perú no fue sencillo, ya que tuvo que enfrentar desafíos personales y sociales que van más allá de las dificultades económicas. Uno de los mayores obstáculos fue la xenofobia, una barrera que impactó directamente en su negocio y en su ánimo.

“Hubo una vez en Villa El Salvador, una clienta me canceló la cita y me bloqueó al enterarse de que soy venezolana”.

Este tipo de rechazo, que para algunos sería motivo para desistir, solo refuerza su determinación. A pesar de estos episodios de discriminación, María logró encontrar su visión de consolidar una marca propia que inspire, sin importar de dónde venga.

Una misión: crear empleos para mujeres

Desde su taller de costura en Lima, ubicado en los Olivos, María Dorta produce pañales ecológicos con algodón peruano. Kuyaiky Wawa, su marca, representa un emprendimiento con propósito, ya que emplea a diez mujeres, muchas de ellas madres solteras o recién llegadas al país.

«Sólo contrato mujeres que luchan por sus hijos, algunas tienen pequeños con discapacidades y les brindo empleo, les enseño sobre emprendimiento y habilidades de costura”.

Por otro lado, en paralelo a su negocio, María logró desarrollar un espacio donde otras mujeres emprendedoras pueden vender sus productos, conectarse y aprender juntas. La tienda, llamada Sorrority (hermandad en sueco), nació del deseo de brindar apoyo a mujeres en un mundo que a veces parece desalentador para quienes desean equilibrar familia y trabajo.

“Es un sueño hecho realidad, como mujeres. Actualmente 20 mujeres forman parte de este proyecto y reciben capacitación en marketing digital para fortalecer sus marcas y productos”.

Pañales ecológicos

Kuyaiky Wawa no solo se trata de pañales. Es una alternativa sostenible en un mundo donde los pañales desechables tardan hasta 300 años en descomponerse. Los pañales ecológicos de tela de María, reutilizables hasta por dos años, permiten ahorrar significativamente en comparación con los desechables.

Mientras que un paquete de pañales ecológicos cuesta alrededor de 300 soles, el uso de pañales desechables durante dos años puede superar los 5,000 soles. Además, al ser de tela, protegen la piel del bebé de químicos y plásticos que suelen tener los desechables.

Los pañales ecológicos de María tienen un sistema de broches ajustables que los hace útiles para el bebé durante sus primeros dos años. También creó una red de madres que distribuyen los pañales, lo que ayudó a expandir la marca por todo el país.

Un emprendimiento con apoyo y visión

María Dorta, agradecida con la ayuda de organizaciones como USAID, World Council y Unión Venezolana en Perú, sigue trabajando para hacer crecer su negocio, logrando enviar pedidos a nivel nacional e introducirlos en tiendas como Falabella online, la cual es una plataforma de comercio electrónico que permite encontrar todos los productos de Kuyaiky Wawa en un solo lugar.

«Hoy tengo herramientas, capacitación y un equipo. Mi sueño ya no es solo un sueño; es una realidad».

Asimismo, su visión de contribuir a la economía de otras mujeres y su firmeza ante los desafíos hicieron de su negocio un ejemplo de resiliencia y determinación, logrando inspirar a otras mujeres recordándoles que, con perseverancia y apoyo, los sueños pueden convertirse en realidad.

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