El economista Juan José Marthans, exjefe de la SBS y profesor principal de la Escuela de Dirección PAD UDEP, conversó con Infomercado para analizar el mensaje presidencial de Fiestas Patrias, en materia económica.
¿Cuál es su análisis del último mensaje del presidente Martín Vizcarra?
Es un mensaje de despedida y los presidentes tratan de hacer un recuento de lo que han hecho o han heredado. En ese recuento, el presidente ha distraído su mensaje de dos horas. Pero hay elementos, en materia económica financiera, que vale la pena analizar.
¿Qué aspecto del mensaje rescataría?
La necesidad de reactivar las inversiones tan emblemáticas como las líneas 3 y 4 del Metro de Lima, aunque creo que se podrá hacer poco en esta obra. No hay que olvidar que al presidente Vizcarra le quedan 6 meses de gobierno y otros 6 meses más que estarán marcados por las elecciones generales. Habrá poco tiempo para ejecutar obras. Otro punto importante es que usará el mecanismo Gobierno a Gobierno (G2G) con el fin de dejar encarrilado estos proyectos emblemáticos. La proyección de inversión para los próximos meses debemos verlo como una preparatoria: concreción de contratos y ejecutoria de nuevos procesos de inversión. Si es así, hemos avanzado algo para efectos de motivar inversión y pasar bien al próximo gobierno, que haya un mínimo de consenso.
¿El Pacto Perú?
Estoy de acuerdo con el Pacto Perú, pero no con sus miembros. Qué validez tiene el pacto con los partidos políticos que tenemos. Tenemos desconfianza de los políticos.
Algunos analistas criticaron que el presidente no hablara de programas. ¿Es adecuado hablar de ello con los pocos meses que le quedan?
Es muy acertada tu pregunta y la comparto. Sin embargo, siento también que al presidente le faltó tiempo para explicar los 12 meses que le restan en materia económica y generación de empleo. Si es que no hay rebrote, lo peor de esta crisis ya pasó. Lo peor ha sido el segundo trimestre del 2020 que ha tenido un decrecimiento de 35%. Sin embargo, esto no debe llamar la atención. En China, en el primer trimestre, decreció 35% Si eso lo experimentó una economía como la de China, lo que pasó en el Perú es lamentable. Sin embargo, eso no debe llamar la atención.
¿Y el desempleo?
Aquí se suman casi 3 millones de peruanos desempleados. Lo que no se dice es que este desempleo, en parte, es transitorio. El presidente tampoco mencionó que luego de haber transitado por este semestre desastroso, mes a mes saldremos de este hueco recesivo. Lo que no dijo es que el otro año, sin duda alguna, será de crecimiento. Eso es lo que afirman organismos independientes como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
¿Por qué asegurar que habrá crecimiento en el 2021?
Estos son tres organismos independientes y serios a nivel global. Ellos dicen que Perú crecerá entre 7 y 10%, que seremos la economía de más alto crecimiento el próximo año en América Latina. En el mensaje presidencial se perdió la oportunidad de decirle a todos que se ha tenido un grave problema y lo vamos a superar. Eso debió remarcarse en el mensaje. El primer ministro tiene esa tarea durante su próxima presentación en el Congreso.
Quizá el presidente no lo dijo porque se escucharía muy auspicio ante un escenario muy complicado…
Es difícil que fallen tres entidades del calibre del FMI, BM y Cepal. No tengo dudas de lo que ellas afirman. Se sustenta este crecimiento en razones estadísticas. En materia económica y productiva, cuando más decreces un año, el siguiente hay mas posibilidades de crecer. Otra razón es que en Perú, a diferencia de la crisis del 85-90, hoy no se ha destrozado el capital, está golpeado, pero no destrozado. Además, los fundamentos económicos no han cambiado. Tercera razón: la percepción del frente internacional sobre Perú sigue siendo muy buena. Solo una clasificadora decidió bajar el perfil de la calidad de deuda en soles, pero ese perfil no es relevante para medirnos. Todas estas razones son válidas mientras no haya rebrotes significativos que nos lleven al aislamiento total.
¿Alguna otra razón?
Hoy la venta de materias primas como los minerales y la pesca están a buen precio. La recuperación será posible y a buena velocidad. Como siempre digo ‘Dios es peruano’. Podremos tener un gobierno con errores, con partidos políticos inexistentes, tropiezos con la corrupción y la delincuencia, pero este país tiene un potencial tan grande que el segundo semestre será más sustancial al primero.
¿Cuál será el impacto neto al cierre del año?
Quizá será -12 o -10. El Scotiabank apuesta a -9. En un escenario como lo estoy remarcando, es decir, sin rebrote significativo. Reitero que la buena cara de Perú no se remarcó con propiedad en el discurso del presidente y el primer ministro tiene una gran oportunidad para hacerlo.
El primer ministro ha remarcado que cree en la inversión privada. ¿Cómo se puede interpretar ese discurso?
Es correcto en términos de estructura. No hay que olvidar que del total de la inversión, el 80% anual tiene un origen privado y una parte importante está asociado el frente minero. Lo que decía Pedro Cateriano era que él creía en la inversión privada y en el sector minero y que debían reactivarse los proyectos paralizados.
¿Y qué pasará con la inversión pública?
En cuanto a inversión pública, programas como Arranca Perú logrará generar empleos temporales en el corto plazo. Sin embargo, lo que tenemos no es un historial auspicioso. Los proyectos que se han querido desarrollar desde el sector público no se han logrado, hay ineficiencia y corrupción. La inversión pública demanda paciencia y tiempo.
¿Y la Reconstrucción en el norte no entra en ese paquete de la inversión pública?
Sin duda alguna. Coincido contigo totalmente. Ese será el plato fuerte de la inversión pública en lo que significa generar demanda. Creo que la ampliación del aeropuerto Jorge Chávez y la Reconstrucción del norte deben fijar las metas en el termino de ejecutorias en el corto plazo sobre inversión publica. Lo demás serán pendientes de la próxima gestión gubernamental.
¿Apostar por la minería, para estos últimos meses de gobierno, no es arriesgado? Es un sector con alto conflicto social…
Tenemos que asumir el riesgo. En el Perú, desde hace 10 años, no tiene un conflicto social mayor, similar al Baguazo. Ha tenido problemas en el frente minero por el manejo del medio ambiente y por deficiencias asociadas al sector. Hay que buscar un nuevo entorno en que el frente minero tenga una participación más activa sobre su impacto positivo en las comunidades. Hay que borrar la historia del mal manejo de ciertos proyectos mineros. Debe existir un compromiso legal del gobierno y de la minería para que la empresa que no respete el medio ambiente tenga un castigo importante. Pero esto tiene que ser por ley. Hay que definir un antes y un después para el desarrollo de la minería en Perú porque la minera no es mala. Solo vemos al corrupto público pero al corrupto privado no lo tocan. El día que cambie la ley y caigan los dos, se acabará la corrupción en el sector.
Pero la minería es un grupo de poder…
La economía social de mercado no opera como se hace en Perú donde existen grandes concentraciones de propiedad donde la posición de dominio es evidente. En una economía social de mercado decente no se permitiría esa figura. En este país se ha permitido que ciertos grupos empresariales tengan esa posición de dominio. Esto no es casual.
¿Cómo se debe entender la economía social de mercado?
La economía social de mercado es institucional, es respeto y disciplina.
¿Las elecciones generales del 2021 afectarán las proyecciones económicas positivas hechas para el Perú?
Te seré bien sincero: creo que no afectarás las proyecciones. Cada cinco años, los peruanos le hacemos la misma pregunta al presidente: ‘¿Va a postular nuevamente a la presidencia? Así esté prohibido en la Constitución, igual la prensa lo pregunta. Eso no tiene sentido en un estado serio y en una economía seria. Eso refleja la falta de institucionalidad y el poco respeto que tenemos los peruanos. Creo que, en materia política, peor no podemos estar. Estamos en la posibilidad de que nuevas caras refresquen la vida política del país y se pueda generar la reconstitución de los partidos políticos porque hoy no los tenemos.