La semana pasada el Poder Ejecutivo presentó un Proyecto de Ley al Congreso el cual propone una reforma constitucional para prohibir toda práctica que limite la libre competencia, el abuso de la posición de dominio, los monopolios y oligopolios.
No obstante, la propuesta desconoce que, dentro de la Constitución actual, ya se sanciona el abuso de posición de mercado y toda práctica que afecte la libre competencia. En ese sentido, ¿Es viable de implementar esta reforma?.
Las empresas siempre buscan la manera de innovar en sus procesos, productos y tecnologías para adquirir una ventaja frente a sus competidores. En ocasiones, las más exitosas alcanzan una gran participación de mercado que se terminan por convertir en monopolios u oligopolios.
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Según el Instituto Peruano de Economía (IPE), prohibir la existencia de este tipo de empresas sería contraproducente y negativo para la economía porque eliminaría el justo incentivo que tienen los negocios para mejorar y crecer.
El Proyecto de Ley también estaría prohibiendo los monopolios naturales, por ello, el cambio haría inviable la existencia de empresas como Sedapal u otras EPS que monopolizan la provisión de agua y alcantarillado en el país. Estas empresas son cuidadosamente reguladas en sus precios, para que no puedan abusar de su posición dominante.
De igual manera, prohibir monopolios también restringiría la creatividad e innovación en la economía. No se podrían emitir patentes que proporcionan temporalmente el derecho exclusivo sobre el diseño, proceso o invención de un producto y su creador, funcionando en la practica como un monopolio natural.
En la práctica, resulta poco probable que el Estado pueda identificar y sancionar la existencia de monopolios y oligopolios en todos los mercados a nivel nacional. Asimismo, la medida podría conllevar un gasto importante en defensa legal para atender los potenciales reclamos interpuestos.
Por lo expuesto, el IPE considera que este tipo de proyectos representan peligros económicos y sociales que se deben evitar. Además, dado que existen monopolios y oligopolios que nacen de la capacidad de innovación de las empresas, carece de sentido restringir nuevas tecnologías o productos que otorguen una ventaja justa a determinada empresa.
Finalmente, el IPE argumenta que se debe evitar el abuso de posición de dominio contando con un órgano regulatorio, Indecopi, que cuente con la suficiente capacidad técnica y la independencia política para asegurar el cumplimiento de las normas actuales.