Perú está consolidando su liderazgo agroindustrial con un plan que busca inversiones en agroindustria por US$24,000 millones para proyectos de riego, según anunciaron los ministros de Agricultura y Finanzas el 24 de marzo de 2025.
El país, líder mundial en exportaciones de arándanos y uvas de mesa, y destacado en aguacates, planea expandir su frontera agrícola mediante asociaciones público-privadas (APP). En 2024, las agroexportaciones alcanzaron US$13,000 millones, y ahora las autoridades proyectan llegar a US$50,000 millones para 2045, superando la meta anterior de US$30,000 millones para 2040.
Proyectos clave para las inversiones en agroindustria
El plan incluye adjudicar 22 proyectos de irrigación antes de julio de 2026, cuando termina el mandato de la presidenta Dina Boluarte. Entre ellos destaca el desvío del río Marañón, que necesita US$7,000 millones para regar nuevas tierras hacia el oeste.
También está un proyecto de US$4,000 millones con presas y una central hidroeléctrica en el sur. Además, se exploran cultivos como algodón y caña de azúcar para diversificar la oferta agrícola y fortalecer el sector.
Retos y plazos del plan
El ministro Ángel Manero explicó que los proyectos podrían tardar siete años en completarse, ya que en Perú las obras de infraestructura suelen demorarse, a veces por décadas. A pesar de esto, las inversiones en agroindustria buscan ampliar un millón de hectáreas agrícolas y crear más de dos millones de empleos, según estimaciones oficiales. Sin embargo, la impopularidad de Boluarte podría dificultar la atracción de inversionistas, mientras ella intenta consolidar su legado.
Con las inversiones en agroindustria, Perú quiere fortalecer su posición global, apuntando a US$50,000 millones en agroexportaciones para 2045. Aunque ambicioso, este objetivo genera dudas sobre los plazos y la estabilidad política necesaria para atraer inversionistas privados. Por ahora, el sector agroindustrial sigue siendo un motor económico clave con un crecimiento sostenido en los últimos años.