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Un negocio de lujo que inició con S/400 y hoy factura más de S/1.2 millones: ¿Cómo nació Vikingo?

Infomercado conversó con Kike Vásquez, fundador de Vikingo, quién nos contó sobre el inicio de su marca y los grandes resultados que han alcanzado en estos 8 años. En esta nota te contamos más detalles sobre la compañía.
Por Gabriela Bárcena
9 minutos
Vikingo

Empezar un negocio nunca es sencillo, sobre todo, cuando tu capital es muy reducida. Sin embargo, existen historias de éxito que evidencian que un buen producto, junto a una buena estrategia, puede llegar a satisfacer necesidades o incluso, los lujos de las personas.

Este el caso de Vikingo, un emprendimiento que con solo S/400 logró ingresar a un mercado que no estaba muy explorado en el Perú, los productos para el cuidado y limpieza de la barba y cabello, elaborados a base de minoxidil.

Infomercado conversó con Kike Vásquez, fundador de Vikingo, quién nos contó sobre el inicio de su marca y los grandes resultados que han alcanzado en estos 8 años. En esta nota te contamos más detalles sobre la compañía.

¿Cómo nació la idea de crear Vikingo?

A finales del 2015, inició el boom de las barberías, por lo que más personas comenzaron ha dejarse crecer la barba. “Yo siempre quise dejarme la barba, pero me arrepentía y me la cortaba”, contó Kike.

Además, el empresario trabajaba como gerente de marketing de una empresa farmacéutica, donde muchas veces tenía problemas por la barba, pero sobre todo, por los cuidado que esta requiere. Sin embargo, junto a 2 amigos hicieron una apuesta: los 3 se dejarían crecer la barba y el primero en afeitársela tendría que invitar una parrilla a los demás. Un juego que terminaría en una historia de éxito para Kike.

Al poco tiempo, la barba comenzó a crecer, pero también a causar comezón. Frente a esto, Kike preguntó a sus amigos que usar para evitar esta incomodidad y algunos le recomendaron la marca española de aceites, Macho. “Al leer la fórmula y lo que contenía este aceite, vi que no era nada complicado hacerlo. Entonces me dije, voy a hacer para mí a partir de ahora”, explicó Vásquez, sobre todo, porque ya contaba con experiencia en temas farmacéuticos.

En ese sentido, trató de replicar la fórmula, buscó información en internet, compró los ingredientes y probó el producto. Pero, este se sedimentaba cuando lo producía, por lo que decidió escribir a la marca, sin esperanzas de obtener una respuesta. Grata fue su sorpresa, cuando el laboratorio le contestó y brindó información que le permitió volver a elaborar este producto y efectivamente, funcionó.

Una vez listo el producto, compró varios frascos y le regaló a cada uno de sus amigos, quienes quedaron muy satisfechos. “Y me surgió la idea: ¿por qué no comercializarlos?”, señaló el empresario.

Inversión

Durante todo este proceso, Vásquez tenía una de sus principales limitaciones, no se encontraba muy bien económicamente. Pero, recibió una bonificación, de la cual le quedaron S/400, los que decidió invertir en este sueño.

“Pese a que al principio tenía mucho miedo poner todo lo que tenía, lo hice. Decidí buscar socios pero nadie quiso apostar por esta idea”, detalló. Pero, se arriesgó a invertir lo que tenía.

Con algunos productos más elaborados, comenzó a desarrollar todo un plan de negocios. diseñó un logo y lanzó Vikingo por Marketplace. Solo el primer día tuvo dos ventas, uno para Trujillo y otro para Lima.

Vikingo
Vikingo comenzó a realizar ferias para atraer más público.

Fue tan repentino, que realmente no estaba preparado del todo. No tenía listo el empaque, ni su sistema de delivery. “Llame corriendo a la imprenta, etiqueté al toque. Le dejé al de Trujillo por Olva y al de Lima le fui a dejar yo mismo en mi hora de almuerzo”, recuerda con orgullo Kike.

De esta forma, su rutina cambió. A partir de ese momento todas las entregas las hacia en su hora de almuerzo. Al principio eran hasta 5 ventas a la semana, durante 4 o 5 semanas. Para ese momento, él guardaba lo recaudado en un saco de un terno y luego de 5 o 6 semanas metió la mano al bolsillo y tenía cerca de 2 mil soles.

Fue ahí cuando se dio cuenta que este negocio tenía mucho futuro y crecería de manera exponencial.

Por ello, decidió hacer el negocio un poco más profesional. A la par, lo llamó una barbería, y pese a que no vendía a negocios, decidió ir. Ahí obtuvo su primera venta grande, de S/600.

Laboratorios

Al principio Vikingo era artesanal. Así que Kike empezó a buscar la manera de conseguir un laboratorio que lo fabrique con su fórmula. Primero encontró uno que le cobraba S/10,000 y me daba mil unidades. Pero, como la marca tiene 3 aromas, entonces necesitaría mil de cada aroma, entre otras costas, incrementando el costo a S/57 mil. “Era imposible para mi”, señaló.

Entonces decidió buscar droguerías y a través de una, logró comenzar a producir en mayor volumen sus productos, formalizar la empresa y crecer cada vez más.

Vikingo
Actualmente Vikingo cuenta con su propio laboratorio.

El producto estrella de Vikingo

En el camino de Vikingo, su fundador identifica una nueva necesidad en el mercado. “Me di cuenta que por cada persona que tenía barba, hay 40 o 50 que no tienen, pero quieren”, explicó. Además, notó que se importaba mucho minoxidil genérico en Perú, sobre todo de la marca Kirkland.

Entonces, Vásquez comenzó a importar también este producto. Primero 6 unidades, luego 12, 15 y lo vendía incluso más barato de lo que lo venden normalmente. Gracias a este éxito, la gente comenzó a confiar cada vez más en la marca.

Por ello, el empresario buscó la manera de hacer su propio minoxidil. Al principio pidió en su laboratorio que se produjera minoxidil líquido. Sin embargo, este tiene un problema, pues al contener alcohol resaca mucho la piel y muchas veces causa heridas. Por ello, algunos consumidores de este producto usan cremas humectantes para reducir los efectos secundarios, relentizando los resultados.

Frente a esto, Vikingo decidió lanzar la solución completa. Para ello, el producto de Vikingo tendría una variación, minoxidil en crema humectante. “Actualmente me considero un referente de minoxidil en el Perú en crema”, destacó Vásquez.

Durante este momento, llegó la pandemia y en el trabajo de Vásquez le dieron 2 meses de suspensión perfecta, tiempo que utilizó para centrarse en las operaciones de su marca y potenciar sus ventas online. Cambió toda la web y empezó a invertir más en la publicidad de redes.

En ese momento inició el despegue de Vikingo, alcanzando hasta S/10,000 diarios en ventas. Por elo, cuando le piden regresar al trabajo, tomó la decisión de no volver, pese a que sabía que significaba un riesgo. “Yo me di cuenta que en este caso no había ese riesgo porque mi público seguía allí, hasta finalizada la pandemia, simplemente necesitaba aplicar bien mi estrategia”, agregó.

Crecimiento

Ahora ya cuentan con su propia droguería y con todo un equipo de trabajo especializado. Además, inauguraron su primera barbería, la cual también funciona como punto de venta.

En ese sentido, vienen facturando 120.000 soles mensuales en los primeros meses del 2023. Asimismo, en 2022 cerraron el año con una facturación de 1.2 millones de soles. Esto, gracias a la gran cantidad de clientes que poseen, en promedio son 400 directos y 200 locales de barberías, entre las que descatan Montalvo, Barber Company y Soho for Men.

Por otro lado, Vikingo lanzó más productos como shampoo, crema, entre otros, orientados a la línea de minoxidil, pues esta representa casi el 95% de sus ventas. “El champú está cada vez ganando más espacio porque la barba es una moda, la calvicie es una maldición que siempre va a llegar”, indicó Kike.

Asimismo, sacaron la marca para mujeres, Valkyria, con otros socios. Esta también contiene minoxidil. A la par, Kike Vásquez ha empezado una nueva sociedad de la mano de Klaus García Pacheo, dueño del centro de entrenamiento Inka Challenge, con la que han ingresado al mercado de sumplementos y complementos enfocados a un público asistente a los gimnasios.

Proyectos y proyecciones de Vikingo

Por el momento, Vikingo no busca ingresar a supermercados, porque piden tickets más altos, exigen que reconozcas robos, pagos elevados por publicidad, entre otros requerimientos. Sin embargo, si quieren ingresar a farmacias poco comerciales como Boticas y Salud o Universal.

Además, se encuentran en un proceso de certificación del FDA, un permiso americano que les permitirá exportar a diferentes países del mundo. Asimismo, pretenden ingresar a Chile, España y actualmente se encuentran ya en cierres de negociaciones en Bolivia.

Por último, Vikingo elaboró un plan desde pandemia, con miras hacia el 2024. En este, se espera que para el 2023 alcancen 1.8 millones de soles en facturación, y para el 2024 proyectaron al menos un crecimiento del 30% mensual.

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