Los gemelos Jorge Martín y Jorge Enrique Paz Rojas descubrieron su pasión por la enseñanza, una vocación que los inspiró a establecer Pamer, una academia preuniversitaria que se ha convertido en una institución referente en el sector educativo del Perú. Con una trayectoria de más de 35 años, Pamer no solo se ha afianzado como líder en el sector educativo, sino que también ha sido el trampolín para que innumerables jóvenes accedan a las instituciones universitarias más renombradas del país.
Inicios
La pasión por la enseñanza de los dos hermanos emergió en los años finales de su educación secundaria. Compañeros de clase y estudiantes de cursos superiores frecuentemente solicitaban su ayuda para comprender asignaturas que resultaban complicadas. Al principio, los hermanos ofrecían su asistencia de manera gratuita, disfrutando del simple acto de compartir su conocimiento. Sin embargo, a medida que se hacían conocidos entre la comunidad estudiantil, algunos de sus compañeros comenzaron a ofrecerles remuneración a cambio de sus lecciones.
Básicamente, porque a mi hermano y a mí nos gustaba enseñar. Desde cuarto y quinto de secundaria, tenía amigos que me decían: ‘¿Puedes enseñarme?’. Recuerdo que una vez un amigo que estaba más adelantado que yo me pidió que lo ayudara con Geometría, yo estaba en tercero y no se veían esos temas. Entonces, empecé a leer su libro, y conforme leía entendía el tema, y eso era lo que le enseñaba. Como era mi amigo, no le cobraba nada, pero eso nos llevó a que algunas personas nos propongan: ‘Enséñame y te pago’
Jorge Martín
Con el tiempo, mientras Jorge Martín cursaba ingeniería en la PUCP, se convirtió en un profesor solicitado en diversos grupos de estudio, gracias a su dominio de los temas exigidos en el examen de admisión universitario. A pesar de esto, la ingeniería no satisfacía plenamente sus aspiraciones. Por ello, optó por cambiar a la facultad de Administración, un cambio que no solo cumplió con sus expectativas académicas sino que también forjó su visión empresarial. Fue esta decisión la que cimentó su determinación de fundar una academia preuniversitaria, con la ambición de eclipsar a TRENER, reconocida en ese entonces por su preparación de aspirantes universitarios.
Nacimiento de Pamer
En el año 1987, los hermanos Paz dieron vida a su proyecto educativo en un aula alquilada, propiedad del dueño de una academia. Allí, establecieron un grupo de estudio de 20 estudiantes, a quienes dedicaban sus tardes para prepararlos en su postulación a la Pontificia Universidad Católica del Perú. Con un innovador sistema de enseñanza, que integraba las mejores prácticas de otras academias preuniversitarias, los hermanos Paz sentaron las bases de lo que hoy conocemos como Academias Pamer.
El éxito inicial de aquel grupo de estudiantes, que lograron su ingreso a la PUCP, elevó el reconocimiento de los hermanos Paz dentro de la comunidad estudiantil. Tres años más tarde, lo que comenzó como una pequeña empresa evolucionó en una institución dedicada a la preparación de jóvenes aspirantes a diversas universidades nacionales. Con el tiempo, decidieron concentrar sus esfuerzos y conocimientos en una sola entidad educativa, la Pontificia Universidad Católica del Perú, convirtiéndose en especialistas en su proceso de admisión.
Cancelamos todo y segmentamos, y nos fue muy bien porque eso nos permitió especializarnos, y al especializarte creas una ventaja competitiva que te hace más fuerte que tu competencia, y tarde o temprano tu competencia tiene que caer, a menos que haya alguien que también se especialice.
Jorge Martín
Temores y riesgos
Una vez establecida la empresa y con una reputación en crecimiento, los hermanos optaron por una estrategia audaz: invertir en publicidad para ampliar su alcance a un mayor número de estudiantes. A pesar de los altos costos publicitarios de la época, decidieron apostar sus ahorros personales y reinvertir los ingresos generados por la empresa en campañas de marketing. Eran conscientes del riesgo que esto implicaba, pero estaban dispuestos a asumirlo para consolidar y expandir su visión educativa.
En ese entonces, la publicidad era cara; nosotros teníamos nuestros ahorros y los primeros avisos que sacamos fueron con este dinero, ya después de sacar el tercer aviso nos empezaron a llamar por teléfono, se empezaron a matricular y con esa plata sacábamos los otros avisos, pero era un riesgo el que corríamos porque era la plata que me ingresaba de algunos alumnos y yo lo invertía todo en el siguiente aviso sabiendo que después se iba a necesitar esa plata para pagar a los profesores y lo hacia porque tenía la esperanza de que vinieran más alumnos.
Jorge Martín a la Pontifica Universidad Católica del Perú (PUCP)
Estrategias e innovaciones para superar la competencia
El modelo de Pamer estaba cosechando éxitos. La matrícula de estudiantes aumentaba constantemente, aunque la competencia se intensificaba paralelamente. Frente a rivales que invertían sumas considerables en publicidad y ganaban terreno, los hermanos Paz implementaron una táctica ingeniosa para recuperar la popularidad entre los jóvenes. Esta estrategia consistía en reunir a estudiantes con alto rendimiento académico y ofrecerles becas. Este enfoque no solo incrementó la cantidad de estudiantes que lograban ingresar a la universidad, sino que también reforzó la confianza en el sistema educativo de Pamer.
Lo que nos faltaba era gente que aprovechara un sistema que sí servía y para eso se necesitaba gente que tuviera cierto nivel intelectual, que lo aproveche. Y eso, efectivamente, dio resultado: empezó a ingresar un buen número de personas y eran personas inteligentes que decían: ‘Oye, prepárate ahí’, porque sabían que debido a la preparación que se les había dado habían ingresado.
Jorge Martín
Además, la empresa adoptó una estrategia distintiva al publicar el número de estudiantes que lograron ingresar a través de sus programas en cada examen de admisión. Esta táctica no solo diferenciaba a Pamer de sus competidores, sino que también evidenciaba la superioridad de su metodología de enseñanza. En aquel entonces, fue una innovación que marcó un precedente, y aunque hoy en día es habitual que las instituciones celebren los logros de sus alumnos en redes sociales, en aquel momento, esta práctica contribuyó significativamente al incremento de alumnos matriculados en Pamer.
Otro acontecimiento distintivo que marcó la experiencia universitaria fue la celebración que se llevaba a cabo antes y después del examen de admisión. Esta tradición nació de la costumbre de los docentes de Pamer de acompañar a los estudiantes al examen, animándolos con barras y cánticos. La misma efusividad se replicaba al momento de recoger los resultados, creando un ambiente de apoyo y comunidad que marcaba el inicio y cierre de una etapa crucial para los jóvenes aspirantes.
Más que una academia preuniversitaria
Desde el año 2001, Pamer ha experimentado una notable expansión de su oferta educativa, extendiéndola a colegios ubicados tanto en Lima como en diversas regiones del Perú. Esta diversificación ha permitido a la institución fortalecer su presencia y su impacto en el ámbito educativo nacional.
La trayectoria de Pamer es un testimonio de innovación y adaptabilidad en el sector educativo. A través de su evolución desde una pequeña academia preuniversitaria hasta convertirse en un referente de la educación en Perú, Pamer ha demostrado que la visión y la constancia son claves para el éxito. Su modelo ha trascendido fronteras y continúa inspirando a generaciones de estudiantes, reafirmando su compromiso con la excelencia académica y la formación integral de los jóvenes.
Datos
En 2009, Pamer se convirtió en la primera institución educativa del Perú en ceder el uso de su marca y todos sus conocimientos pedagógicos al exterior. Esta estratégica decisión abrió las puertas para la expansión global de la empresa, permitiendo que su licencia sea adquirida no solo dentro del territorio peruano, sino también en toda América Latina.
Actualmente, cuentan con seis sedes físicas y cada una ofrece ciclos especializados para la preparación en universidades como la UNMSM, PUCP, UNI, entre otras. Asimismo, cuentan con once Colegios Pamer en Lima y cinco en provincias distribuidos en Arequipa, Huancayo, Ica, Piura y en Satipo.