Los tres hermanos Allemant siempre tuvieron el gen emprendedor.
Harrisson trabajaba de mesero y Aaron vendía cremoladas, mientras terminaban sus carreras universitarias de Economía e Ingeniería Civil, respectivamente.
Su primer trabajo en el rubro de la construcción arrancó a finales del 2015, cuando se anunciaron lluvias fuertes para la región. Así se generó una oportunidad: servicio de techados pluviales para las familias piuranas.
Una casa de la urbanización Ignacio Merino fue su primer trabajo. Cobraron 2500 soles, pero su ganancia neta fue de 700. “Para nosotros fue como si nos hubiéramos ganado la Tinka”, recuerda Aarón.
Los contratos fueron apareciendo y aunque no tenían dinero, ni oficinas, si contaban con una gran idea para triunfar.
“Tuvimos que luchar contra los prejuicios porque los clientes nos veían muy jóvenes e inexpertos para asumir el desarrollo de sus proyectos”, afirma Harrisson.
Incluso, algunos clientes nos decían “tú puedes ser mi hijo sin embargo nos contrataban por lo creativos e innovadores que somos. En muchas oportunidades pensábamos en desistir pero nuestra en fe en Dios y sus promesas nos inspiraban a seguir adelante”, asegura Joel.
Siempre confiaron que esos inicios darían resultados. Luego del trabajo en la casa de Ignacio Merino, aparecieron dos contratos en colegios nacionales de la ciudad que tenían dinero para protegerse de las lluvias. En el primer colegio, el costo del proyecto fue 15,000 soles; en el segundo, 30,000.
Aarón afirma que estos proyectos iniciales lo convencieron de que “siempre hay que tener fe en que vendrán retos nuevos. Y hay que prepararnos”.
Ingreso al rubro de construcción civil
Corría la mitad del año 2016, y les llega la oportunidad de ingresar como empresa subcontratista en el proyecto de remodelación del colegio emblemático “Nuestra Señora de Fátima“, ubicada en la esquina Gulman con Sánchez Cerro.
“Recuerdo que cuando estábamos ejecutando nuestro primer proyecto en Ignacio Merino, siempre pasábamos, en una pequeña moto, por toda esa edificación. Decíamos ‘algún día haremos algo similar’”, recuerda Aarón.
Luego se genera la oportunidad de postular como empresa subcontratista y así lograron entrar para ejecutar tres partidas presupuestales. Ese fue una de las obras que consideran como el punto de partida para fortalecerse.
Siendo conocimiento de todos la contratista española encargada del proyecto de dicho colegio adeudaba a todos sus proveedores y subcontratistas. Incluyendo a la empresa de los hermanos Allemant.
¿Cómo les pagaron? les entregó materiales de construcción (agregados) para que lo vendan y recuperen su dinero.
Pasó un mes, se constituyeron como empresa formal y Joel ingresa a la empresa para hacerse cargo de la gerencia en marketing.
Oportunidades para la construcción de viviendas piuranas
A finales del año 2016 les llega el primer contrato para la construcción de una vivienda.
El lote se ubicaba en la urbanización Los Corales, proyecto inmobiliario ubicado al este de la ciudad.
La familia dueña del lote les pidió un duplex sobre un área de 140 m2. El proyecto duró cuatro meses y el costo fue de 250,000 soles.
Gracias a este proyecto pudieron alquilar sus primeras oficinas en un departamento de la Unidad Vecinal.
Sin embargo, en esta parte de la historia surge un quiebre: no administran bien su dinero y, en poco tiempo, pierden todo lo ganado.
“Un error de algunos emprendedores es repartirse las primeras ganancias. Eso nos pasó y fue un gran error”, afirma Harrisson. “Con las billeteras gordas nos creíamos millonarios, pero eso duró solo cuatro meses”, recuerda, entre risas, Aarón.
El Grupo Allemant fue la primera empresa del norte de Perú en formar alianzas con Corona Renderer para su flujo de trabajo de diseño y apostó por contratar a un instructor certificado.
En el 2017, con el Niño Costero a cuestas, empezaron a rearmarse llamando a interesados en proyectos inmobiliarios de la urbanización Miraflores Country Club.
Recuerdan que muchos interesados los visitaron en sus oficinas, pero ningún proyecto se concretó por el fenómeno de las lluvias que tenía en alerta a todas las familias.
En ese nuevo momento complicado, una amiga de Aarón lo llama para pedirle que le genere un informe técnico sobre su local comercial afectado por las lluvias. La idea era que dicho documento le sirviera para cobrarle al seguro una indemnización.
“Comencé a repetirme: ‘hipoteca’, ‘hipoteca’ y, el paso siguiente, fue visitar inmobiliarias. Le dijimos a Joel que hiciera el trabajo de buscar clientes para un nuevo rubro comercial del grupo: la consultoría”, afirma Aarón.
Más del 90% de inmobiliarias tenían clientes con hipotecas. Había un potencial y atractivo mercado.
Pasaron dos semanas y los comenzaron a llamar. Desde esa fecha no pararon hasta mayo del 2018.
¿Cuál era su margen de utilidad? A través de dos caminos: brindando el informe técnico y pagaban por el servicio inmediatamente; la otra, el cliente se comprometía a pagar una vez que recibía la indemnización de la aseguradora. ¿Dónde estaban sus clientes? En Miraflores Country Club, Galilea, Santa Rosa Country Club, Veranda, Santa Margarita, Los Portales, etc.
Aproximadamente llegaron a beneficiar a 250 familias, las cuales pudieron gestionar su indemnización por las consecuencias que el Niño Costero había dejado en sus domicilios. Además, luego de estos trabajos de consultoría también se generaron proyectos de diseño de planos para varias familias. “Una oportunidad llevó a la otra”, afirma Aarón.
Proyectos a futuro
Sin embargo, Harrison ya veía acabarse esta oportunidad de negocio de la consultoría por los seguros. “Esto se va a acabar, muchachos”, les dijo.
Decidieron abocarse al rubro para lo que nacieron: la construcción.
A pesar de que el sector construcción ha estado muy golpeado por los efectos del Niño Costero, estos tres jóvenes profesionales no pierden la fe en que el sector se va a recuperar y los proyectos lleguen con más frecuencia.
Reconocen que el rubro de la construcción nuevamente se está levantando y esto ha permitido que ellos continúen perseverando en este rubro.
“Tenemos más de seis proyectos por ejecutarse en el 2019 y un gran proyecto de inversión inmobiliaria que estamos presentando a distinguidos inversionistas de la región y de la capital del Perú”, asegura Harrisson, quien se desempeña como gerente financiero en el Grupo Allemant.