Para Yury Bermejo Sardón, haber crecido en el campo fue más que una experiencia de vida; fue la clave que lo llevó a convertirse en un emprendedor exitoso. En el campo aprendió lo que era el trabajo duro y constancia, pero ser empresario le exigió ir más allá.
Después de dedicar la mayor parte de su juventud a la agricultura, Bermejo decidió quedare en la agroexportación, enfocándose en llevar aceitunas de alta calidad a mercados tan competitivos como los de Europa, Estados Unidos y gran parte de Latinoamérica. Hoy, Fundo La Noria se destaca como una de las empresas líderes en el sector agroexportador, siendo reconocido por su compromiso con la calidad y la innovación. Conoce más sobre Yury Bermejo y Fundo La Noria.
Yury Bermejo y Fundo La Noria
Yury Bermejo tiene un profundo vínculo con el campo desde pequeño, ya que que se remonta a su abuela, quien tenía tierras en Puno en las que él se sentía atraído por el cultivo. Sin embargo, debido al mal de altura, la familia tomó la decisión de trasladarse a Tacna, donde, en los años 70, el padre de Yury compró un fundo en La Yarada, en el límite con el desierto de Atacama. Fue en esta tierra donde Yury reafirmó su relación con la agricultura.
Debido a que Yury tuvo una vida ligada al campo, con el pasar del tiempo, seguía manteniendo su pasión por trabajar en el sector agrícola. Por ello, se graduó como ingeniero agrónomo y comenzó su trayectoria con la producción de hortalizas, pero pronto encontró su pasión en el cultivo de aceitunas, producto insignia de Tacna.
Es así como un primero de mayo de 2010 inició operaciones Fundo La Noria, una empresa familiar que nació con un pequeño terreno de 45 hectáreas y apenas cuatro trabajadores.
“Empezamos como todos, con recursos limitados, sin infraestructura. Nuestro proceso era muy artesanal, con esteras y sin piso de cemento”.
Ese mismo año, con arduo trabajo y contactos, Fundo La Noria consiguió su primer gran cliente internacional en Brasil, una transacción que alcanzó los 500,000 dólares y que los hizo pensar en tener una idea más estable sobre la agroexportación de aceitunas.
Sin embargo, la experiencia inicial no fue fácil. En el 2011, una sobreproducción en la región hizo caer los precios, afectando su rentabilidad. Debido a que el precio no les permitía ser sostenibles, decidieron plantear un nuevo modelo, por lo que optaron en manejar grandes volúmenes de aceituna a bajo costo.
Para lograr este objetivo, la empresa implementó un plan de inversiones en tecnología y automatización. En 2014, adquirieron su primera nave industrial de 750 metros cuadrados y una máquina deshuesadora, lo cual representó un paso importante para profesionalizar su operación.
El 9 de noviembre de 2015, la Dirección Regional de Comercio Exterior y Turismo de Tacna reconoció el compromiso de Fundo La Noria con el desarrollo económico de la región.
Cuando Fundo La Noria recibió su primer reconocimiento, sus fundadores comprendieron que su siguiente paso debía ser más ambicioso: escalar y expandirse. Al principio, esta empresa se dedicaba al cultivo de la aceituna morada, una variedad popular en el mercado peruano, pero poco conocida fuera del país, a pesar de tener aceptación en Brasil, Estados Unidos y Canadá. Sin embargo, Yury identificó una oportunidad para diversificarse e innovar.
Fue entonces cuando decidieron introducir en Tacna la aceituna manzanilla, conocida como la «reina de las aceitunas», la cual tiene una alta demanda en mercados extranjeros como el español. Con esta decisión estratégica, que va de la mano con la automatización y el manejo de altos volúmenes, Fundo La Noria no solo amplió su oferta, sino que también comenzó a competir en un ámbito internacional, llevando su producto a Europa.
“Para los españoles, quienes dominan el mercado de las aceitunas, la variedad manzanilla es la mejor”.
La modernización del Fundo La Noria también incluyó la implementación de tecnología avanzada de origen español en todos sus procesos, lo que les permitió mantener bajos costos y una producción de gran volumen.
Gracias a este enfoque, el fundo contó con una capacidad instalada de 5,000 toneladas y, en 2022, alcanzaron ventas por 5 millones de dólares, exportando a países como Brasil, Estados Unidos e Italia.
Más allá de las cifras, el impacto del Fundo La Noria también se refleja en la cadena de valor local. La empresa colabora con pequeños agricultores en la región de Tacna, compartiendo experiencias y conocimiento en el sector agrícola. Además, el fundo logró incorporar sistemas de riego presurizado, por lo que aplican cierta presión para conducir el agua a través de tuberías para que lleguen a su destino final.
Asimismo, cuenta con estaciones meteorológicas, que es el conjunto de instrumentos y sensores que se instalan en un lugar específico para medir y registrar variables meteorológicas con el objetivo de garantizar la calidad del producto y minimizar el uso de recursos naturales, en la línea con su compromiso ambiental.
Una apuesta por la innovación y la sostenibilidad
Actualmente, el Fundo La Noria emplea a más de 200 personas y ocupa el segundo lugar a nivel nacional en producción de aceitunas y cuenta con más de 15 productos que son exportados a más de 10 países. Su modelo de negocio incluye tanto la producción propia como la compra a terceros, beneficiando a numerosos pequeños agricultores.
“El éxito de Fundo La Noria no es solo mío, sino de todos los colaboradores. Un equipo satisfecho y motivado es clave para el crecimiento de la empresa”, resalta Bermejo.
El año 2024 resultó especialmente desafiante para el sector olivícola debido al Fenómeno El Niño, ya que las horas de frío necesarias para el adecuado crecimiento de las aceitunas disminuyeron, impactando la producción en un 10%.
Pese a estas adversidades, Fundo La Noria logró adaptarse, implementando tecnologías que ayudan a los agricultores a enfrentar estas condiciones.
Perspectivas para el futuro
Con la proyección de un año más frío en 2024 y una alta producción en 2025, Fundo La Noria se prepara para expandir su infraestructura en un 40% y adquirir nuevas máquinas, con el objetivo de incrementar sus ventas el próximo año.
Recientemente, Fundo La Noria, de Yury Bermejo, fue distinguido como Líder Empresarial del Cambio (LEC), un reconocimiento otorgado por EY, El Comercio y Asbanc.
“Fue una gran alegría para todo el equipo, porque significa que nuestros esfuerzos y pasión han sido reconocidos. Este triunfo no es solo mío, sino de todos en Fundo La Noria”.