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Ford recorta su apuesta por autos eléctricos y convierte sus plantas en un negocio de baterías para centros de datos e IA

La compañía indicó que la nueva estrategia busca reasignar capacidad de producción que estaba destinada a grandes vehículos eléctricos hacia productos con mayor salida actual.

Por Jordy Acevedo
4 minutos
ford autos eléctricos
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Ford redirige su capacidad de baterías hacia el negocio de almacenamiento de energía para centros de datos y redes eléctricas, en una reorganización que implica un cargo de 19,500 millones de dólares y una retirada acelerada de su plan original de vehículos eléctricos.

Ford prioriza baterías para centros de datos y la red

Ford Motor Company confirmó que reducirá de forma drástica su apuesta por vehículos eléctricos y aprovechará esa capacidad para crear una nueva línea de negocio de sistemas de almacenamiento de energía.

La compañía estima que el desmantelamiento y ajuste de su estrategia de vehículos eléctricos generará cargos contables por aproximadamente 19,500 millones de dólares.

El fabricante del Mustang informó que invertirá alrededor de 2,000 millones de dólares en los próximos dos años para escalar su negocio de baterías estacionarias, utilizando capacidad de producción de baterías de vehículos eléctricos actualmente subutilizada.

El objetivo es desplegar al menos 20 gigavatios-hora (GWh) anuales de sistemas de almacenamiento de energía hacia finales de 2027, destinados a centros de datos, empresas de servicios públicos e infraestructura energética.

Reconversión de plantas de baterías en Kentucky y Michigan

Como parte del plan, Ford reconvertirá la planta de baterías para vehículos eléctricos en Glendale, Kentucky, originalmente desarrollada con SK On bajo la alianza BlueOval SK, en un centro dedicado a producir baterías y sistemas de almacenamiento a gran escala.

Tras la disolución de la empresa conjunta, una subsidiaria de Ford asumirá la propiedad y operación de las plantas gemelas de Glendale, mientras que SK On se enfocará en otras instalaciones en Tennessee.

En Kentucky, la compañía prevé fabricar baterías LFP (fosfato de hierro y litio) con tecnología licenciada de CATL, así como módulos de sistemas de almacenamiento y contenedores DC de 20 pies para aplicaciones comerciales y de centros de datos.

Otra planta en Michigan se orientará a unidades de menor tamaño para usos residenciales y aplicaciones de menor escala, integrando la oferta de almacenamiento para hogares y pequeñas empresas.

Menos vehículos eléctricos, más híbridos y rediseño del portafolio

En paralelo, Ford cancelará o pospondrá varios modelos eléctricos previstos y aumentará la producción de vehículos híbridos dentro de su portafolio en Estados Unidos.

La empresa vinculó este ajuste a la caída reciente en la demanda de vehículos eléctricos en el mercado estadounidense, que habría pasado de representar alrededor del 12% de las ventas de la industria a cerca del 5% en su segmento objetivo, tras el fin de incentivos fiscales clave.

La compañía indicó que la nueva estrategia busca reasignar capacidad de producción que estaba destinada a grandes vehículos eléctricos hacia productos con mayor salida actual, tanto en híbridos como en baterías para almacenamiento estacionario.

Ford mantiene la producción de modelos eléctricos ya lanzados, pero con objetivos de volumen revisados frente a sus proyecciones originales.

Auge de centros de datos e IA y demanda de energía

El giro hacia baterías para centros de datos se produce en un contexto de fuerte incremento en la demanda de electricidad ligada al despliegue de inteligencia artificial en Estados Unidos.

Proyecciones de organismos y consultoras sectoriales apuntan a que el consumo de electricidad de los centros de datos en el país podría más que triplicarse entre la primera mitad de la década y 2030, impulsado por inversiones de empresas como Meta, Microsoft y OpenAI.

Informes recientes sugieren que los centros de datos podrían llegar a representar entre 8% y 12% del consumo de electricidad de Estados Unidos en los próximos años, frente a participaciones que rondaban 3% a 4% en años previos.

En este escenario, los sistemas de baterías se usan para respaldar el suministro continuo, gestionar picos de demanda y apoyar la estabilidad de la red cercana a instalaciones de computación de alto desempeño.

Ford se alinea con la ruta seguida por Tesla y otros fabricantes

Con esta decisión, Ford se suma a fabricantes que ya operan negocios relevantes de almacenamiento de energía, como Tesla y General Motors. Tesla, por ejemplo, reporta un volumen de despliegue de alrededor de 10 GWh por trimestre en soluciones como Megapack, utilizadas tanto para estabilizar la red eléctrica como para proyectos de grandes centros de datos, incluido el superordenador “Colossus” de la startup xAI en Memphis.

General Motors también ha desarrollado una línea de productos de almacenamiento para clientes residenciales y comerciales, lo que configura un segmento emergente dentro de la industria automotriz más allá de los vehículos.

Ford apunta a posicionarse en ese mercado con un objetivo inicial de 20 GWh anuales de capacidad instalada a partir de 2027, utilizando baterías LFP de menor costo adaptadas a aplicaciones estacionarias.