Opinión

Explicaciones a 7 críticas que afronta el gobierno por la emergencia

Por German Vega Acuña Publicado: Últ. actualización: 29 mayo, 2020 16:11
10 minutos

En estos días me he cruzado con algunas publicaciones/tweets que discutían/criticaban algunas políticas/medidas del gobierno.

Creo que es momento más de apoyar que de criticar. Sin embargo, cada uno es libre de lanzar su opinión.

Lo que sí me parece mal es criticar por criticar (“Yo siempre estoy bien, el Gobierno siempre está mal”), o criticar acomodando la realidad a tu favor.

A modo de Questions & Answers, me aventuro a opinar sobre algunos puntos de la coyuntura actual (imposible hacerlo con todos).

Amigos ‘Spoiler’: no hay nada sobre las AFPs.

«¿Cómo es posible que el gobierno nos mienta sobre la cifra real de contagios?»

Para empezar, una pregunta muy polémica (tal vez la más política y menos económica).

Sinceramente no creo que el Gobierno Central tenga como objetivo mentirnos. Los críticos dicen que el Gobierno lo hace para dar un falso status de tranquilidad.

El problema es que esta estrategia tiene inconsistencia intertemporal. Es imposible ocultar para siempre la enfermedad (Ej. Ecuador). Por lo tanto, está destinada al fracaso.

En todo caso, mejor estrategia para el Gobierno sería sobredimensionar los números e implementar una “política de miedo”.

Bueno, dejando de lado conspiraciones, el gobierno no reporta cifras más cercanas a la realidad por falta de capacidad: compra de pruebas, laboratorios, coordinación de información, etc.

En estos días ya llegaron las pruebas, tanto moleculares como “rápidas”, y ambas son usadas siguiendo un protocolo establecido por el Minsa.

«Perú es el segundo país con la mayor tasa de crecimiento en casos reportados en el mundo en los últimos días. Esto ya se descontroló».

Digamos que este punto se cruza con el anterior. La única forma de reportar mejor es aplicando más pruebas. Si aplicas más pruebas, vas a detectar más casos.

Creo que aquí lo ideal sería comprobar cuántos países aumentaron sus pruebas al mismo ritmo que Perú en los últimos días. Los datos hay que interpretarlos en conjunto.

Dicho eso, es innegable que el número de pruebas (al menos las moleculares) sigue siendo muy bajo.

«Hay hospitales cerrados y materiales (ventiladores) sin usar. ¿El Gobierno no quiere que usemos los ventiladores?»

Para responder eso, es importante primero comentar algo sobre el sistema de salud del Perú.

Resulta que no tenemos un sistema, ¡tenemos cinco! Minsa, Essalud, Fuerzas Armadas, Policía y el privado. Cada sistema actuando solo y por separado. De ahí que la semana pasada (1 de abril) se creó el “Comando de Operaciones Covid-19”.

Este comando busca unificar todos los sistemas y distribuir recursos a través de los diferentes establecimientos y regiones. En solo dos días, este comando consiguió casi duplicar el número de ventiladores en el país.

Estos números siguen siendo muy bajos, pero al menos es la primera vez en nuestra historia que estos sistemas trabajan de manera coordinada.

«El bono a hogares pobres es un fracaso. No todos lo reciben y crea colas en los bancos»

La segunda parte es verdad. La última noticia que tuvimos es que sólo se había entregado el bono a la mitad de los beneficiarios. Además, es usual ver fotos de colas en diversos bancos. Incluso, en Iquitos, se reportó el caso de una persona que se contagió haciendo cola para cobrar el bono.

Había alternativas: entregar de manera directa el dinero, entregar bienes en vez de dinero, hacer transferencia bancarias, etc. Las dos primeras serían ideales. Pero, hablamos de hasta 3.5 millones de hogares. ¿Tiene el Gobierno Central esta logística?

Una alternativa sería apoyarse en las municipalidades. Aunque ellos han recibido otra función y tampoco es que hayan demostrado la mejor capacidad logística para ejecutarla.

¿Y si transferimos? Según ENAHO 2018, el 45% de hogares pobres y pobres extremo no tienen cuenta de ahorros en ningún banco. De ellos, el 32% no le interesa tener una cuenta o considera que no la necesita.

Tenemos un grave problema de inclusión financiera, otro tema a abordar luego de la crisis. Una posible solución, el DNI-electrónico.

Por otro lado, hay que aplaudir el esfuerzo que ha hecho el Gobierno por identificar a estas personas, ya que debido a la gran informalidad, no existe un registro actualizado del ingreso de cada hogar.

En este hilo, Hugo Ñopo, experto de GRADE, explica muy bien el reto. De ahí que casos como autoridades beneficiadas con el bono no tarden en aparecer.

Es una medida con un gran diseño, pero con fallas en la implementación. Y las fallas vienen de temas estructurales de nuestra población.

Para quienes están interesados en la gran dificultad de realizar programas sociales en países en desarrollo, les recomiendo el libro “Poor Economics: A Radical Rethinking of the Way to Fight Global Poverty”, de Abhijit Banerjee y Esther Duflo, recientes ganadores del Nobel de Economía.

¿Por qué dan solo 300 millones de soles a las mypes, pero 30 mil millones a los bancos?

Este comentario dice la verdad. Sin embargo, el comentario es incompleto. Los 30 mil millones forman parte del plan “Reactiva Perú”. La Ministra de Economía, María Antonieta Alva hace una gran explicación del plan.

En este caso, el Banco Central de Reserva brinda liquidez a los bancos comerciales a tasas muy bajas (hoy volvieron a bajar la tasa de referencia),para que luego ellos puedan prestar a empresas.

¿A qué empresas? A todas, grandes y pequeñas.

¿Pero cómo se hará? Las empresas pequeñas no tienen ingresos. ¿Las tasas no serían muy altas? No, porque el MEF otorgaría garantías, reduciendo el riesgo del préstamo y la tasa de interés.

¿Pero el pago de cuotas no haría quebrar a las empresas? Las garantías permitirán que el préstamo tenga condiciones favorables, como un periodo de gracias de hasta un año.

En resumen, esta es una medida articulada, no populista.

Un ejemplo de lo segundo (lo populista) sería repartir este monto entre toda la población cuando la oferta está hundida (‘imprimir dinero’ y volver a Alan García I).

Reactiva Perú busca salvar empleos, mantener la cadena de pagos y reactivar la oferta.

Sin embargo, existen algunas críticas. Por ejemplo, los exministros Alonso Segura y Piero Ghezzi afirman que el esquema de garantías favorece a las empresas más grandes.

El MEF y el BCRP tienen técnicos de primer nivel. A esperar su aclaración o, tal vez, rectificación de esta parte del plan.

¿A quién se le ocurre comenzar la educación virtual cuando no todos tienen acceso a una computadora?

Acá hay una gran verdad. No todos tienen acceso a una computadora.

Según ENAHO 2018, solo el 32% de hogares tiene al menos una computadora/laptop, y este porcentaje baja 6% si nos centramos en el ámbito rural.

Ante ello, ¿lo mejor es descarta la idea de continuar la educación?

Este documento muestra cómo cerrar escuelas por algunos meses durante la pandemia de la Polio (1916), en EEUU, impactó la performance futura de los niños afectados.

Lo mejor es apoyarse en alternativas. Una es el celular: 90% de hogares lo tienen, incluso 80% en zonas rurales. Sin embargo, se dependería mucho de la conexión a internet.

Por ello, el gobierno decidió también apoyarse en la radio y la televisión al momento de lanzar su programa “Aprendo en casa”. En este caso, el alcance potencial es mayor: 90% de los hogares tiene alguno de estos medios, y 83% si solo contamos las zonas rurales.

La medida sigue siendo imperfecta, pero es un gran avance.

Existen análisis de medidas similares en otros países de Latinoamérica y un análisis del exministro de Educación, Jaime Saavedra, sobre la misma situación.

De lo malo siempre sacamos algo bueno. Tal vez muchos padres aprenderemos el valor del rol del maestro mientras educamos a nuestros hijos en casa.

Pero, no todos los hogares son iguales. Por ello, desde el Ministerio de Educación se dejó claro que no se piensa reemplazar la hora presencial por la hora no-presencial.

Se debe entender la situación. Además, para ayudar a los hogares más pobres, el Midis reactivará en paralelo el programa Qali Warma (desayunos para alumnos).

La diferencia esta vez es que el desayuno se entregará al alumno en su casa. Esto crea una oportunidad interesante: usar la logística existente para entregar el material necesario (que ya se encuentra en los colegios) a los alumnos.

¿A quién se le ocurre que unos días solo salgan hombres y otros solo mujeres?

La intención fue buena: (en la mayoría de casos) la identificación es visual, por lo tanto los policías no necesitan pedir el DNI, asegurando la distancia social. En base a la evidencia, esto fue un error.

Hay roles preestablecidos en nuestra sociedad y es muy difícil cambiarlos de la noche a la mañana. Aunque, son cosas que deben cambiar en el futuro sí o sí.

Aquí aparece un hecho curioso: se dio la percepción que los hombres respetaban más la distancia que las mujeres, ¿por qué?

Tal vez la economía del comportamiento nos da una respuesta. La regla te puede obligar a hacer algo, pero tu comportamientos/incentivos son más difíciles de cambiar.

En base a eso, un hombre es más probable que respete la cola ordenada porque sabe que de equivocarse o no llegar a comprar algo, su esposa puede corregir ese error otro día.

Sin embargo, la mujer carga con el peso de tener que hacer la compra perfecta, y este incentivo puede llevarla a respetar menos las reglas.

No busco generalizar, pero seguro muchos/as se sentirán identificados/as. Cómo digo, esto debe cambiar.

Para los interesados en esta área de la economía, les recomiendo este libro: Scarcity: why having too little means so much?, de Mullainathan y Shafir.

Cómo verán, hacer política en el Perú es muy complicado. Con ello, no busco justificar o señalar los errores de nuestro Gobierno, sólo ejemplifico la cantidad de factores que existen al tomar decisiones.

Una más: si solo consideramos los 12 productos alimenticios más comúnmente adquiridos en zonas urbanas, solo el 29% de hogares compra estos bienes con una frecuencia mensual o superior.

Una posible explicación es el ingreso. Los trabajadores formales tienen un flujo más constante y pueden hacer compras más grandes. El bono en parte debería solucionar esta diferencia.

Pero nos encontramos con otra traba señalada por Hugo Ñopo (Grade) y Eduardo Morón (UP, APESEG): solo el 66% de los hogares rurales tienen refrigeradora (18% si solo consideramos a los hogares pobres extremos).

Ello debería llevarnos a una reflexión: la crisis no acaba cuando se acabe la pandemia. La crisis acabará cuando empecemos a solucionar nuestros cientos de problemas que nos complican en el día a día, y nos debilitan mucho al afrontar situaciones extremas.

Hay algunos muy conocidos: corrupción, sistema de salud, sistema de educación, sistema de pensiones, partidos políticos, etc.

Pero hay otros con menor cobertura y que se centran más en las personas: inclusión financiera, educación financiera, programación o uso de softwares, civismo, respeto de derechos y de conocimiento de los deberes, discriminación, cooperación con el prójimo, la distribución de las labores domésticas, etc.

Se nos viene un sinfín de cosas por hacer.