¡Vaya encrucijada en la que estamos!
La elección está entre dos bandos: un candidato que representa los peores temores del terrorismo y los ecos de un gobierno socialista; y una candidata que nos recuerda la peor etapa de la corrupción del país. La elección está entre le espanto y las arcadas.
A pesar de este escenario, nuestra responsabilidad es elegir. Lo más sensato es elegir desde lo racional: planes de gobierno y rostros políticos y técnicos.
En las últimas horas, el candidato Castillo presentó parte de su equipo técnico: Hernando Cevallos, Juan Pari, Avelino Guillén, Juan Cadillo y Julián Palacín, entre los más conocidos. Kurt Burneo, se retiró en el último momento.
El plan de gobierno inicial parece que será modificado, aunque hay mucha letra muerta en las promesas políticas.
Sin embargo, el problema grave de Castillo no está en el equipo técnico sino en los ‘mentores’ políticos detrás de él.
Solo dos ejemplares. El sentenciado por corrupción, Vladimir Cerrón, es su peor carta de presentación.
Por otro lado, Guillermo Bermejo, con sus últimas declaraciones en contra de la misma democracia que lo está llevando a ser congresista, lo pintan de cuerpo entero. Bermejo tiene un proceso pendiente que le atribuye haber sido parte de Sendero Luminoso.
En la vereda del frente, la candidata Fujimori arrastra la historia de corrupción del gobierno de su padre, donde ella fue la primera dama. Alberto Fujimori ‘logró’ colocar al Perú en un nefasto top 5 de los países más corruptos del mundo. ¡Qué galardón!
Con respecto a su equipo técnico, Keiko Fujimori ha sumado a políticos con pasado en otros gobiernos. Por ejemplo: Carlos Bruce, Óscar Valdez, Francisco Tudela, Máximo San Román, Rafael Belaúnde, Rómulo Mucho y Edugenio D’Medina. ¿Le alcanzará para convencer a los indecisos?
Estas son las opciones. Nos toca elegir. Reitero mi posición: no toquemos la Constitución, ajustemos el modelo económico sin desaparecerlo, y orientemos los esfuerzos por generar desarrollo para la educación, la salud y la inversión en ciencia, tecnología e innovación.
Si tanto le cuesta la decisión, tápese la nariz y elija.