Desde Barranco, un emprendedor revolucionó la forma en que se preparan los picarones, un postre típico del Perú. Esta es la historia de Humberto Díaz Cieza, quien logró diseñar una máquina que acelera la preparación de este postre.
Pikarones Robóticos es el emprendimiento de este chiclayano, que a sus 67 años sigue cautivando a todos con su invento y sus picarones. Humberto conversó con Infomercado y contó su historia, además de las proyecciones que tiene para su emprendimiento.
Humberto Díaz Cieza
Humberto Díaz Cieza nació en Chiclayo y desde muy pequeño sintió curiosidad por entender cómo funcionaban las cosas. A los nueve años tuvo su primer contacto con el mundo laboral ayudando a su hermano mayor a limpiar relojes.
Con el tiempo descubrió su habilidad para desarmar y ensamblar piezas, lo que lo llevó a tomar cursos de electrónica y mecánica fina.
Con sus conocimientos adquiridos y ante la escasez de repuestos para relojes, decidió fabricar las piezas faltantes en bronce, un primer paso en su camino como inventor.
Asimismo, se volvió relojero destacado en aquellos tiempos recibiendo reconocimientos y medallas por su trabajo.
De la joyería a la innovación en cocina
De esta manera su talento para la mecánica lo llevó a explorar el mundo de la joyería y la orfebrería. En 1988, fundó una joyería, donde diseñó anillos, cadenas y aretes, ganando reconocimiento por la calidad de su trabajo.
Sin embargo, la crisis en el sector, derivada del alza en los precios del oro y la plata, lo obligó a reinventarse. Gracias a su experiencia con el acero inoxidable, decidió incursionar en la fabricación de utensilios de cocina.
Y con el tiempo su búsqueda de innovación lo llevó a desarrollar una máquina para hacer churros, la primera en su tipo en Perú. Hasta entonces, solo existía un modelo similar en España, diseñada por un mecánico.
Así nació la «Cream Filling Machine», una inyectora de relleno para churros que no solo transformó por completo el negocio de este producto, sino que también llevó su comercialización a otros páises.
Tras ganar notoriedad en YouTube, luego que Humberto Díaz subiera un video, la máquina captó la atención de emprendedores en distintos países, logrando exportaciones a España, Estados Unidos y Australia.
El reto de la pandemia y el nacimiento de «Pikarones Robóticos»
Cuando Humberto creía que tenía la vida resulta y estable, la pandemia golpeó duramente su negocio. Con las restricciones sanitarias, las ventas de sus máquinas disminuyeron drásticamente.
Además, contrajo el virus y estuvo al borde de la muerte. Debido a todos los gastos que tenía que cubrir por la enfermedad, sus ahorros empezaron a disminuir. Sin embargo, tras recuperarse completamente, Humberto decide volver a emprender.
Un día, caminando por la playa Agua Dulce, notó que las vendedoras de picarones habían desaparecido, pues tuvieron que adaptarse a otros rubros.
Inspirado por la necesidad de innovación y conversando con su esposa, tomó la decisión seguir usando su taller, pero esta vez para diseñar una máquina para preparara picarones automatizada. Sin embargo, luego de cuatro intentos fallidos, la frustración se hizo notar.
Agotado por los contratiempos, la solución llegó de la manera más inesperada llegó en su sueño. En este se visualizaba modificando la máquina y colocándole un mecanismo que permitía expulsar la masa correctamente.
Al despertar, se dirigió a su taller y perfeccionó su invento, incorporando un sistema de embrague que garantizaba uniformidad en el tamaño de los picarones.
El invento, que le costó diseñar por 7 meses, logró ser patentado. Esta máquina, llamada «Humberto II» usa un prensador que con poca presión saca una rosquilla, pues se diferencia a la de los churros que tiene un prensador.
Al ver la eficiencia de su invento, Humberto decide comercializarla, sin embargo, no encontró interés en los dueños de restaurantes.
De regreso a casa, descubrió que la Municipalidad de Chorrillos iniciaría una feria gastronómica en la playa Agua Dulce, por lo que decidió presentarse y acaparó la atención del público con su invento.
La solución para la masa perfecta
Tras el éxito de su máquina, surgió un nuevo desafío, la escasez de masa. La mezcla de camote y zapallo, preparada artesanalmente cada mañana, no solo limitaba la producción, sino que también generaba constantes problemas de abastecimientos en las ferias donde participaban.
Para resolverlo, Humberto investigó métodos de deshidratación y fermentación, logrando desarrollar una harina en polvo que conservaba el color y sabor de la masa original al mezclarse con agua.
Este avance permitió llevar su producto más allá de las ferias, comercializándolo bajo la marca «Don Humberto», junto a un cucharón especial con molde y miel especial. Gracias al delivery, sus productos llegaron a ciudades como Trujillo, Piura, Tacna y Apurímac.
Humberto Díaz y su revolución en la venta de picarones
Llevar la tradición a otro nivel no fue tarea fácil, pero Humberto lo consiguió, Su innovación no solo modernizó la preparación de los picarones, sino que también expandió su alcance.
Gracias a su máquina, capaz de producir el trabajo de seis personas, optimizó el proceso sin perder la esencia del postre criollo.
Por otro lado, la viralidad en TikTok fue un gran aliado para su éxito. Según Humberto, cada cliente puede llegar a pedir más de 20 picarones, generando largas filas de personas que no solo desean probarlos, sino también tomarse fotos con el creador de la innovadora propuesta, tal y como se muestran en los videos de diferentes usuarios en la plataforma china.
Además, el carisma de Humberto es otro factor clave, pues su presencia en ferias gastronómicas ha sido un éxito asegurado, ya que no solo ofrece picarones, sino también una experiencia llena de música en donde interactúa directamente con su público.
Respecto a las proyecciones de su negocio, Humberto busca establecer alianzas con restaurantes para suministrar su máquina bajo la condición de proveerles la masa.
Aunque ya está en conversaciones con dos establecimientos, existen muchos de estos que dudan de la rentabilidad respecto a la venta de picarones.
Por otro lado, Humberto amplió su oferta con una nueva presentación, los cuchareables. Esta innovadora versión consiste en picarones cortados en trozos pequeños, servidos en una copa, acompañados de miel y fresas frescas.
De esta manera, planea ofrecer una alternativa más moderna y atractiva para los amantes de este tradicional postre.