Emiliano Cacciavillani llegó al Perú por amor, pero fue la tierra y su gente lo que terminó de enamorarlo. Dejó su trabajo en la minería del sur argentino para iniciar un ambicioso proyecto forestal en uno de los distritos más densamente poblados de Lima, San Martín de Porres. Con ayuda de voluntarios, logró transformar un terreno rocoso y seco en un proyecto forestal que hoy alberga cientos de árboles, mariposas, aves y hasta especies en peligro de extinción como el gecko limeño.
Infomercado conversó con Emiliano para contarnos la historia de su proyecto y cuáles son los planes a futuro que tiene para este.
¿Quién es Emiliano Cacciavillani?
Emiliano Cacciavillani nació en Río Cuarto, Córdoba, y creció en contacto con el campo gracias a su familia. Aunque eligió geología por ser la única opción en la universidad cercana, trabajó en minería de oro y plata en el sur de Argentina.
En 2014, perdió su empleo por la caída de los precios de los metales. En 2016, se mudó a Lima por una relación sentimental. Es así como empezó a vender postres argentinos para ayudar en casa.
1er Proyecto Forestal de Ladera – Cerro La Milla – SMP
En 2018, Emiliano Cacciavillani plantó un jardín frente a su casa en San Martín de Porres, sin imaginar que iniciaba el primer jardín botánico del Perú en SMP, con más de 285 especies de árboles y arbustos.
Tres años después, el 19 de diciembre de 2021, una propuesta de su vecino Ricardo Alviño para trasladar algunas plantas a su patio fue el inicio de un ambicioso proyecto para recuperar ambientalmente el Cerro La Milla.
Aunque la familia Bendayán ya había intentado sembrar en la zona sin éxito por falta de conocimientos técnicos, Emiliano, geólogo de profesión, aceptó el desafío de transformar ese terreno seco y pedregoso en un ecosistema verde.
A pesar de las dificultades, clima árido, suelos rocosos y pendientes pronunciadas, Emiliano logró avanzar con el apoyo de voluntarios durante dos años y medio, convirtiendo un cerro árido en un espacio lleno de vida.

Desafíos y logros
Emiliano comenzó un proyecto ambiental con 15 familias para transformar un espacio degradado en un refugio natural. Aunque en enero de 2022 se quedó solo por la falta de beneficios económicos, no se rindió. Volvió a reunir a 15 personas y, tras más de dos años y medio de trabajo, un video viral atrajo entrevistas, voluntarios y visibilidad.
Hoy compostan unos 2,200 kilos de residuos orgánicos al año. Además, Emiliano lideró la reforestación del cerro La Milla, a pesar de no recibir apoyo del municipio al inicio. Con voluntarios, construyó andenes entre rocas para proteger la fauna y creó espacios para insectos y pequeños animales.
Uno de los principales objetivos fue proteger al gecko limeño, especie en peligro de extinción. Se crearon zonas de resguardo y alimentación, lo que estabilizó y aumentó su población. También llegaron nuevas especies como palomas, aves rapaces, lechuzas, búhos, murciélagos, mariposas, abejas y colibríes, lo que refleja un impacto positivo en la biodiversidad.
La reforestación es compleja, ya que primero se estabiliza el terreno, se cavan hoyos inclinados para retener humedad y se enriquece el suelo salino con compost y humus de lombriz.

Proyectos
Emiliano, junto a su grupo de voluntario, busca concretar el primer proyecto ecoturístico. Además de crear un ecosistema saludable que combine agricultura sostenible y turismo responsable, atrayendo visitantes y revalorizando la zona.
Asimismo, lograron forestar 3,200 m² con ayuda de más de 265 voluntarios, de entre 13 y 85 años. El área intervenida alcanza 42 hectáreas, de las cuales 3000 m² tienen más de 160 árboles de 26 especies.
Apoyan el proyecto expertos como Samuel Mora (Reserva Nacional La Chay), Luis Pérez Egaña (especialista en cactus) y Rodolfo Bachmann (concesionario de 150 mil hectáreas en Oxapampa). Esta red convirtió un pequeño sueño verde en una iniciativa con fuerte compromiso ambiental y social.