Emprendimientos

Rumi: el artista chiclayano que busca revalorizar la ilustración

Conocido en el mundo artístico como Rumi, palabra quechua que significa “piedra”, Erick Rumiche Gayoso (27) cuenta que su principal reto ha sido demostrar que la ilustración es un trabajo que requiere de mucha investigación, técnica y, sobre todo, un ingrediente que no se enseña en las universidades, la creatividad.
Por Verónica Delgado
5 minutos

Conocido en el mundo artístico como Rumi, palabra quechua que significa “piedra”, Erick Rumiche Gayoso (27) cuenta que su principal reto ha sido demostrar que la ilustración es un trabajo, como cualquier otro, que requiere de mucha investigación, técnica y, sobre todo, un ingrediente que no se enseña en las universidades, la creatividad.

Él es diseñador gráfico de profesión, pero también ilustrador y, desde hace algunos años, docente en 2 institutos de Chiclayo, la ciudad que lo vio crecer y donde actualmente reside.

En esta entrevista nos cuenta cómo fueron sus inicios con el arte, a qué ilustradores admira y, por supuesto, cómo impactó la pandemia en él y su trabajo.

En sus redes sociales podemos ver un estilo influenciado por los colores de la cultura pop de los años 60 y 70.

Una distracción dentro de casa

Recuerda que cuando era pequeño, sufría de constantes alergias. “Los juegos que podía tener eran siempre dentro de casa, en un contexto seguro. Así comencé a dibujar y le agarré cariño”, comenta.

Finalizando la secundaria, pensó en estudiar Artes Plásticas. Sin embargo, se decidió por el Diseño Gráfico que, según él, significó una posibilidad para explorar medios digitales y no quedarse con las técnicas tradicionales.

A partir del tercer o cuarto ciclo de la carrera, fue dando a conocer su trabajo. Siempre había querido hacer proyectos personales, así que empezó a realizar ilustraciones de artistas que le gustaban. Llamó la atención de sus amigos y conocidos y al poco tiempo le fueron llegando pedidos.

“No hice las ilustraciones pensando en que esa iba a ser la rama a la que me iba a dedicar. Fui comercializando mis trabajos a pequeña escala y cuando acabé la carrera, la gente ya me conocía como ilustrador. Fue un proceso que se dio de forma natural”, indica.

En sus inicios, plasmaba sus ilustraciones únicamente en posters o polos. Actualmente pueden ir en cualquier superficie: cojines, mouse pads, calcetines, revistas, etc.

Con el fin de mostrar su arte a más personas, creó su cuenta de Instagram “Rumi dibuja” que ya cuenta con más de 2 mil seguidores en 2 años. En la plataforma comparte sus mejores creaciones y promociona sus talleres.

El arte y la enseñanza

En el 2018, Rumi empezó a dictar talleres de ilustración de forma presencial. Recuerda que cada uno se realizaba en un espacio distinto que le ayudaban a conseguir sus amigos, dependiendo del número de participantes.

“No hice las ilustraciones pensando en que esa iba a ser la rama a la que me iba a dedicar. Fui comercializando mis trabajos a pequeña escala y cuando acabé la carrera, la gente ya me conocía como ilustrador. Fue un proceso que se dio de forma natural”.

Ya estaba familiarizado con la enseñanza, por lo que no dudó mucho en llevarlos a cabo. Su primer taller estuvo dedicado al mundo de las caricaturas. Le encantó la experiencia así que siguió agregando fechas.

Caricatura
Rumi encontró en la enseñanza un medio para formar a más ilustradores. Su primer taller estuvo orientado a la creación de caricaturas.

Actualmente se encuentra terminando su primer curso virtual sobre técnicas digitales. Su objetivo era llenar los 20 cupos y los pasó exitosamente con un total de 23 alumnos inscritos de Perú y otros países como México, Colombia y Bolivia.

«Fui comercializando mis trabajos a pequeña escala y cuando acabé la carrera, la gente ya me conocía como ilustrador», explica.

Para sus sesiones, nos dice que los únicos requisitos son contar con una computadora o laptop con acceso a internet y tener la aplicación de Zoom y el programa Adobe Illustrator descargados.

Su fuente de inspiración

Su inspiración e ideas están relacionadas con el mundo de la cultura popular, específicamente la música y el cine.

En cuanto a su proceso creativo, nos explica que cuando recibe un pedido sobre algún cantante o grupo, por ejemplo, lo primero que hace es investigar.

“Reviso muchos vídeos musicales y entrevistas que le hicieron al artista. Como comunicador visual, es importante pensar en lo que significa ese cantante para quien va a consumir la pieza gráfica, el color, la forma y composición que tendrá. Trato de ir más allá para tener más recursos en los que basarme para crear”, nos confiesa.

En la semana realiza de 3 a 4 ilustraciones, según el tiempo que disponga. Sus herramientas principales: illustrator y su creatividad.

Para él, cada proyecto tiene la misma importancia. Por ello, es vital también la comunicación con la persona que le encargó el producto. Como parte del proceso, Rumi hace una reunión por video llamada con el cliente para conversar sobre lo que significa la pieza para él/ella y la dirección que podría tomar. “Es una oportunidad para tener más claro lo que voy a hacer”.

El tiempo que se toma para terminar cada trabajo varía. Si es un artista que él conoce mucho, puede preparar la ilustración en un día y 3 en plasmarla en la superficie acordada. De lo contrario, si es un personaje que requiere de investigación, se demora aproximadamente 5 días en terminarlo.

Sus ilustraciones se encuentran en distintas partes del Perú y el extranjero. “Han viajado más que yo”, comenta riendo. Realizó trabajos para personas de Chiclayo, Lima y Cajamarca; envió sus creaciones a México y a Japón; y publicó sus ilustraciones en una revista de Estados Unidos llamada “Poder Latino”.

Además de ello, ha trabajado con marcas chiclayanas como Coffee Art, Raíces y su última colaboración fue con Real plaza.

En todos sus proyectos, Rumi impregna su estilo. Según él, sus trabajos “tienen un hilo conector que es la cromática y la iluminación. El estilo del color que no solo va relacionado con el aspecto visual (si se ve estético o no), sino en cómo impacta psicológicamente. Siempre intento agregar un significado con el color”.

Algunas personas que admira y, de alguna forma, influyeron en él son el artista visual Max Grecke, de Suiza; y el ilustrador y docente Juane Lemos, de Argentina.

Impacto de la pandemia y planes a futuro

“Fue complicado seguir ofreciendo material de entretenimiento cuando había prioridades distintas”, sostiene. Se dio cuenta que durante la pandemia el arte significó mucho anímicamente para las personas.

Se juntó con unos amigos ilustradores para hacer un proyecto sobre cómo impactó en cada uno la cuarentena y cómo pasaron ese tiempo. Para él fue muy estimulante el poder estar en casa, reflexionar sobre quién es y trasladarlo a su trabajo.

Siente que ha mejorado mucho como docente, ilustrador y diseñador con el paso de los años. A largo plazo quiere tener un espacio propio que sirva como una escuela de ilustración; y continuar con el camino del trabajo gráfico.

Los precios de las ilustraciones dependen de las características visuales. Las piezas minimalistas pueden ir desde S/90 y aquellas con más detalles desde S/120. El costo de la superficie (polo, gorro, póster, etc) donde será entregada es adicional.

Datos de contacto:

  • Instagram: @rumi.dibuja
  • YouTube: Rumi
  • Rango de precios: S/90 – S/120 (solo la ilustración)