El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció el lunes su última actualización de pronóstico para América Latina, que incluye mejoras en los indicadores de la región.
Así, en el caso de Perú, el organismo prevé que el PBI crezca 9% este 2021, una corrección al alza frente a lo estimado en octubre pasado (7,3%).
Aunque el reporte publicado esta mañana no precisa los motivos de la nueva proyección para la economía nacional, a nivel regional, que crecería 4,1% este año.
A la par, indicó que se elevó el pronóstico “en vista de los resultados más sólidos de lo previsto en 2020, la expectativa de que se amplíen las campañas de vacunación, las mejores perspectivas de crecimiento para Estados Unidos y el aumento de los precios de algunas materias primas. Se espera que el crecimiento se acelere más adelante en el año”, indica.
El organismo multilateral también señaló que la economía peruana habría cerrado el 2020 en -12%.
Siendo un retroceso mayor, incluso, que el promedio regional, que se ubicó en -7,4%, por lo que “la plena recuperación está todavía muy distante”.
Precisamente, el 15 de febrero, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) publicará la cifra oficial del PBI del 2020.
América Latina y el Caribe
A pesar del mejor panorama, el Fondo Monetario Internacional advirtió que el recrudecimiento de la pandemia en Latinoamérica amenaza con “frustrar una recuperación que ya es desigual”.
Añadió que, pese a las nuevas perspectivas, el consumo y la inversión están rezagados.
“Las cifras de nuevas infecciones (por la COVID-19) y muertes han aumentado en los últimos dos meses en América del Sur y América Central. Si bien se notan indicios de estabilización más recientemente, los sistemas de salud se encuentran bajo intensa presión en muchos países y la intensidad con la que se realizan las pruebas de detección sigue siendo baja en comparación con la de las economías avanzadas y otras economías emergentes, pese a ciertas mejoras registradas desde agosto”, señaló.
Según el pronóstico, el producto de la región retornará a los niveles previos a la pandemia apenas en 2023.
Mientras que el PIB per cápita lo hará en 2025, es decir, más tarde que otras regiones del mundo.
La crisis ha repercutido desproporcionadamente en el empleo, y las pérdidas se han concentrado sobre todo en las mujeres, los jóvenes y los trabajadores informales y menos cualificados, y los indicadores sociales están dando cuenta de ello.