Gabriel Humberto Mena Llanos nació en Lima en 1990.Desde muy joven mostró una profunda fascinación por el deporte. Durante su juventud en La Punta, Callao, entrenaba remo desde las 4:00 a.m. hasta las 6:00 a.m., junto a su equipo de 30 personas. Además, se dedicó al rugby, un deporte de contacto que eventualmente le traería grandes problemas.
Gabriel estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad de Lima. En esta etapa, obtuvo su primer empleo: desempaquetando bicicletas en una fábrica y contando cada una de sus piezas. Con ese trabajo, ahorró lo suficiente para comprar su primera cámara, un modelo digital antiguo con una pantalla diminuta. La cámara estaba en tan mal estado que, en su primer video, su hermano tuvo que sostenerla para evitar que las baterías se salieran. Así, su incursión en el mundo audiovisual comenzó de manera muy rudimentaria.
Un grave accidente
En 2010, a los 20 años, sufrió un grave accidente jugando rugby. Durante una jugada peligrosa, su rodilla derecha se fracturó en dos. En un principio, no sintió el dolor debido a la adrenalina, pero al día siguiente, mientras viajaba a Cusco por el aniversario de sus padres, el dolor apareció, impidiéndole caminar. Pasó toda su estancia en el hotel con una bolsa de hielo sobre la rodilla. De regreso en Lima, una radiografía reveló que prácticamente no tenía rodilla: solo fragmentos sueltos flotaban en esa zona. La operación fue dolorosa y Gabriel permaneció en cama durante cuatro meses.
Durante su recuperación descubrió YouTube, que en ese entonces estaba dominado por creadores extranjeros. Se inspiró en los Shaytards, la primera familia en compartir su vida online, y en un videoblogger muy conocido de esa época. Esto despertó su interés por la creación de contenido.
«Empecé a grabar mis experiencias con un celular Sony Xperia durante mi recuperación. Mis amigos me decían que mis videos eran entretenidos, y me animaron a subirlos a YouTube. Fue así como inició mi relación con la cámara”.
Inicios en YouTube
Después de su recuperación, comenzó a hacer videos sobre su vida. Sin conocimientos de edición y con una laptop que apenas podía procesar los videos, se las arreglaba para editar guiándose por el audio, ya que la imagen se trababa constantemente. Cada video le tomaba unas 14 horas en producir. Al principio, subía un video cada domingo, relatando lo que sucedía en su vida.
Su primer canal, Gabo Mena, se dedicaba a los «vlogs diarios». En estos videos, Gabriel mostraba su día a día, incluyendo retos virales, entrevistas y conversaciones directas con la cámara donde ofrecía consejos positivos. Todo lo hacía por amor al arte, sin saber que, con el tiempo, se convertiría en uno de los pioneros de YouTube en Perú.
En un momento, para no dejar sin contenido a sus seguidores, decidió grabarse mientras salía de fiesta con sus amigos. Subió el video y tuvo una buena recepción. Después de graduarse, trabajó como locutor en Coca Cola FM. Allí, se enfrentó al reto de grabar 500 videos sin parar, lo que aumentó su visibilidad. En esta etapa, Gabriel ya podía monetizar su videos, siendo 700 dólares la cifra más alta que generó en un mes.
Frustraciones
Terminado el proyecto de Coca Cola, fundó su primera agencia de publicidad, pero el estrés y muchas cosas más hicieron que fracasara. Se encontraba desempleado, viviendo solo y con la incertidumbre de vivir de su carrera o dedicarse al YouTube . Es en ese momento donde Gabriel reflexionó sobre lo que realmente le apasionaba.
«Cuando quise emprender, un amigo me dio una oficina gratis. Ahí solo veía las hora pasar sin saber que sería de mi. Hice un FODA personal y descubrí que me encantaba comer. Era un gordo que disfrutaba de la comida. Así que decido hacer videos de este tipo.»
Gabriel leyó una nota digital de un Blogger gastronómico sobre un lomo saltado de S/65 del restaurante Nanka. Vio que tuvo una reacción masiva por parte de la gente ya que, para su suerte, el artículo no tenía foto y las personas solo especulaban. Aquí pensó en si valdría la pena o no probar y grabar su experiencia, lanzándose sin nada que perder.
Nacimiento del «Cholo Mena»
Es así que el primer video de esta nueva etapa fue sobre un lomo saltado de S/65 versus un caldo de gallina mucho más barato. A las pocas horas el video alcanzó 400 mil vistas y ya para el fin del día llegó al millón, un éxito abrumador para la época. Este tipo de contenido se viralizó y sus siguientes videos también lograron cifras impresionantes. De esta manera, nació «El Cholo Mena», con un estilo único que lo convirtió en una referencia en el mundo de la crítica gastronómica.
“No sabía si lanzarme o no. El video duraba cinco minutos y no sabía como hacerlo más largo. Es así donde se me ocurre compararlo con un caldo de gallina pero más barato. Fue un boom y a la gente le encanto. Llegó a cifras que nunca en mi vida pensé que vería ya que mis videos llegaban a máximos 70 mil personas. Es así que empecé a realizar más versus de comida y poco a poco iba creciendo”.
El apodo de «Cholo Mena» surgió en el colegio, donde solía llamar a sus amigos «cholito». El apodo se quedó, y más tarde descubrió que su padre también había sido llamado «cholo» en su juventud. Gabriel adoptó este sobrenombre con orgullo, siguiendo el lema: “No soy un gurú gastronómico, solo soy un gordo que le encanta comer”.
Presencia nacional
Tras consolidarse en las redes y a pocos días de haber sido despedido, Gabriel recibió una llamada de Studio 92 para un casting de locutor. Sorprendentemente, todo su antiguo equipo también pasó el casting, y pronto firmaron contrato. Mientras tanto, sus videos de comida seguían generando repercusión en medios nacionales.
Su popularidad creció tanto que los restaurantes limeños que visitaba se llenaban al día siguiente, muchos de ellos agradecían la visita que les hacía el Cholo Mena. Gabriel se convirtió en una marca propia, con un look distintivo que incluye bigotes, gorra, lentes de sol y tatuajes. Incluso se hizo un tatuaje gastronómico: un tenedor y un cuchillo. Su influencia era innegable, a tal punto de viajar a otras ciudades para visitar sus restaurantes.
Aunque le ofrecieron 20 mil dólares por opiniones positivas de un restaurant, Gabriel se mantuvo firme en su ética. No podía poner en riesgo la confianza que había construido con sus seguidores. Su objetivo siempre fue recomendar lugares que genuinamente le gustan, sin comprometer su autenticidad. Visitó lugares como Maido, Astrid & Gastón y muchos más sin ser auspiciado.
Content Studio
Durante una negociación con el agente de una empresa para un proyecto publicitario, a Gabriel le redujeron el precio acordado, argumentando dificultades económicas. Sin embargo, más tarde, descubrió que la misma persona había recibido una suma considerable por el proyecto, lo que le generó una gran frustración. A parte cuando trabajaba para marcas no le dejaban hacer lo que el quería. Es por esto que decidió crear una empresa que vele por los creadores de contenido para que no pasen por lo mismo.
En 2017, Gabriel fundó Content Studio, una agencia creada para defender los intereses de los creadores de contenido frente a las prácticas poco éticas de algunas agencias publicitarias. Este proyecto fue creado en sociedad con: Manuel Torres, quien antes estaba detrás de las empresas que ayudaban a youtubers a monetizar sus contenidos. Jorge Falconi, director de nuevos negocios de Sony Music Latin; y Luis Miguel Pazos, emprendedor y líder de un fondo de inversionistas.
Para este proyecto llamó a youtubers que recién estaban emergiendo como su gran amigo Mateo Garrido Lecca y Ximena Galiano. Su primer cliente fue Movistar, luego se le sumaron Huawei, Puma y muchas otras marcas requirieron sus servicios a lo largo del tiempo como AB InBev, Reckitt, Pedidos Ya, Adidas, Red Bull, Samsung y Kimberly-Clark.
Con el apoyo de sus socios claves, Content Studio trabajó con más de 650 marcas y ha gestionado más de 8.000 campañas de marketing con influencers. En 2023, la agencia alcanzó una facturación de 7,5 millones de soles, consolidándose como la más grande del país en su rubro y esperan superar dicha cifra este 2024. Asimismo cuenta con más de 30 trabajadores y han trabajado con reconocidos youtubers peruanos como Hablando Huevadas, Coneroscast, Chiquiwilo y más.
“Actualmente, las campañas pueden oscilar entre 2.000 dólares a 4.000 dólares por perfil para campañas tácticas/one shot y entre 8.000 dólares a 20.000 dólares por perfil para campañas de corto plazo de 1 mes a 1 mes y medio de duración. Dentro de Content Studio, el 80% de nuestros creadores de contenido viven al 100% de crear contenido y un 20% crean contenido y tienen algún negocio propio o trabajo tradicional”.
Metas
En cuanto a las metas que se ha puesto la agencia, una es abrir su primera oficina fuera del Perú. De momento, Centroamérica sería el lugar de aterrizaje pues tienen un cliente peruano interesado en que le ofrezcan el servicio a una de sus filiales en esa región.
En sus planes de expansión ha puesto en marcha Talent Management, una unidad de negocio con la que buscan ayudar a los creadores de contenido a desarrollar negocios basados en su imagen, siguiendo el ejemplo de influencers exitosos como Mr Beast, Logan Paul y Emma Chamberlain. La finalidad es trabajar con ellos en el diseño de productos y servicios innovadores y sostenibles en el tiempo.
“Creemos que el futuro de los creadores de contenido reside en su capacidad para convertirse en emprendedores, reduciendo la fricción para alcanzar el denominado Product Market Fit”.
Cabe señalar que durante la pandemia, Gabriel tuvo que cambiar el estilo de sus videos, en donde compartía recetas fáciles e incluía la comida delivery. En 2021 ganó los Premios Luces en su rubro, innovando en su camino como crítico gastronómico. Asimismo, empezó a colocar los famosos “stickers dorados” en los restaurantes que, a su gusto, son los que tienen buena sazón. Además, en 2023 participó como juez invitado en el programa televisivo “El Gran Chef”.
“Justo era época de las estrellas Michelin. Un pata mío viene y me dice “las estrellas micholin” por cholo y nos reímos un montón. Anoté la idea y dije “¿por qué no?”. Al final es el gusto de cada uno pero yo lo pongo porque me gusta a mí, no para decir que debes comer acá. Sino porque me gusta y se acabó”.
El Cholo Mena no solo visita restaurantes reconocidos, sino que también apoya a emprendedores, promoviendo lugares accesibles y de calidad. Un ejemplo fue cuando ayudó a una familia que vendía panetones morados, logrando que pasaran de vender 20 unidades a tener largas filas de clientes. Mena es consciente del impacto de sus críticas, por lo que, si no le gusta un lugar, prefiere no publicar el video para no afectar el negocio.
El chifa del «Cholo Mena»
En septiembre del 2024, el Cholo Mena lanzó su nuevo emprendimiento gastronómico, un chifa llamado «Fumanchú», bajo el formato de dark kitchen en Lima. Mena compartió la noticia con sus seguidores, expresando su entusiasmo tras varios meses de preparación. El chifa ofrece una fusión de platos tradicionales chinos con un toque criollo, destacando platillos como wantanes ‘preñados’, sopa Fumanchu y tallarines especiales. El servicio es exclusivamente por delivery, con disponibilidad en varios distritos de Lima y un límite diario de 20 a 30 pedidos.
«Se llama Fumanchu chifita y no puedo estar más feliz de haber escogido la comida que más me gusta que es el chifa. Gracias Cevicheking, mi socio, por la confianza y por todas las enseñanzas para romperla con este proyecto. Gracias a todos los que me apoyaron en secreto en estos meses y me ayudaron a dar este paso en mi carrera, espero que les guste».
Finalmente, el Cholo Mena cuenta con 592 mil suscriptores en YouTube, 300 mil en Instagram, 198 mil en TikTok y 532 mil en Facebook. Sigue activo en su cuenta de YouTube, desarrollando una sección con famosos en donde descubren los lugares de comida que prefieren, los tipicos «huecos» para comer. Finalmente espera seguir creciendo en su agencia, ya que en algún punto dejará las redes sociales.