Emprendimientos

D’Camila: Empezaron vendiendo chocotejas y ahora buscan ser referentes en catering peruano en Chile

D'Camila tiene como meta fortalecer su servicio de catering y lograr posicionarse en las grandes ferias gastronómicas que se realizan en Chile.

Por Iveth Yamunaque
5 minutos
Historia de D'Camila
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Bélgica Pesantes y Walter Coronado son un matrimonio peruano que empezaron desde cero en Chile. Con el paso del tiempo lograron consolidar su propio negocio, D’Camila, un emprendimiento que ofrece servicios de catering con comida peruana, además de la venta de carnes preparadas en caja china y cilindro.

Bélgica Pesantes y Walter Coronado

Bélgica nunca tuvo una gran afinidad por la cocina. Sus padres no le exigieron aprender y ella se enfocó en su carrera profesional. Estudio contabilidad en Trujillo y, al poco tiempo de graduarse, obtuvo una oportunidad laboral en Cajamarca, donde empezó a trabajar en una mina desde el 2000 hasta el 2008.

Por su parte, Walter, llevaba la cocina en la sangre. Nacido en Piura, creció viendo a su padre preparar todo tipo de platillos con lo que encontraba en la refrigeradora. Esa curiosidad por lo sabores lo acompañó siempre, al igual que su espíritu emprendedor, que lo llevó a tener dos restaurantes, uno de ellos frente al mar.

Es así como el destino los unió en el 2000, cuando ambos trabajaban para la misma empresa minera en Cajamarca. Walter, que viviía solo, se vio obligado a cocinar por necesidad, pero lo hacía con entusiasmo.

Con el tiempo, esa habilidad se convirtió en un punto de conexión con Bélgica. Juntos comenzaron a recorrer restaurantes locales, probar platos típicos y descubrir nuevo sabores que despertaron en ella un interés que nunca antes había sentido.

Antes de D’Camila

Walter y Bélgica habían dejado Perú para radicar en Chile en 2008, debido al trabajo de él. Un año después llegó el hermano de Walter, quien ya elaboraba chocotejas en el Perú bajo la marca D’Camila. Su llegada despertó curiosidad de los chilenos, quienes quedaron fascinados con aquel dulce.

Cuando él regresó a Perú, dejó a un público cautivo que continuaba pidiendo las chocotejas. Fue entonces cuando Bélgica decidió aprender a prepararlas, dando inicio a una nueva etapa familiar y empresarial.

Con el tiempo, Walter y Bélgica comprendieron que el Perú tenía mucho más que ofrecer. Aprovechando su herencia gastronómica, incorporaron empanadas de ají de gallina y lomo saltado, creando una carta de tres productos. Empezaron desde su casa como pasatiempo para atender a sus primeros clientes, que ya esperaban con ansias sus preparaciones.

En 2011, mientras Walter trabajaba en minería, comenzó a llevar sus menús al trabajo y pronto otros compañeros le pedían lo mismo. Así, sin proponérselo, el negocio empezó a crecer. Sin embargo, en 2012 el proyecto se detuvo temporalmente cuando Walter viajó a Argentina por motivos laborales.

Dos años después, durante sus visitas mensuales a Chile, Walter compró una caja china para preparar platos peruanos para sus amigos. La acogida fue tan buena que lo animaron a vender sus comidas.

Historia de D’Camila: Inicios

En 2015, el proyecto tomó forma oficialmente. D’Camila volvió a empezar desde lo pequeño, con 20 chocotejas que rápidamente se convirtieron en 200 gracias a la demanda.

Paralelamente, el menú se diversificó y las cajas chinas aumentaron. Un amigo les propuso encargarse de la comida de su cumpleaños, y aquel evento marcó el inicio de su incursión en el catering.

Entre 2018 y 2019 D’Camila se consolidó ofreciendo banquetes típicos peruanos para eventos que iban desde reuniones de 15 personas hasta celebraciones de más de 100 invitados.

Desafíos y crecimiento

Es así como tras casi 5 años de consolidación, los fundadores de D’Camila aprendieron a identificar los gustos del público, a perfeccionar sus recetas y a ganarse la confianza de sus clientes.

Cada nuevo plato pasaba primero por el paladar de sus amigos, quienes se convirtieron en sus primeros catadores y críticos. Ese proceso de prueba y mejora fue clave para definir la calidad que hoy caracteriza a su productos.

Sin embargo, los desafíos no tardaron en llegar. En 2019, el estallido social en Chile movió al país y puso a prueba la estabilidad de muchos negocios. Ante la incertidumbre, los emprendedores decidieron actuar con estrategia, se abastecieron de carnes, mariscos y otros insumos, compraron un congelador y una selladora al vacío para mantener sus productos en óptimas condiciones.

Poco después, la pandemia cambió el panorama, pero lejos de detenerse, aprovecharon ese periodo para formalizar su negocio y reinventarse. Las nuevas condiciones del mercado impulsaron su creatividad, debido a que comenzaron a cocinar carnes con el característico sabor ahumado, envasarlas al vacío y ofrecerlas directamente al público.

Gracias a esa visión, no solo fortalercieron su marca, sino que también expandieron sus servicios en el rubro del catering, una línea que hoy complementa con éxito su propuesta gastronómica.

Proyecciones

D’Camila rescata la esencia de la comida criolla y la lleva a los eventos con el mismo sabor y autenticidad que caracteriza a los platos caseros. Su propuesta busca que cada bocado despierte recuerdos y emociones manteniendo viva la tradición peruana lejos de casa.

Actualmente, D’Camila tiene como meta fortalecer su servicio de catering y lograr posicionarse en las grandes ferias gastronómicas que se realizan en el país.

A largo plazo, sueñan con abrir un food truck cevichero en la playa, un proyecto que requerirá mayor inversión y planificación. Sin embargo, la pasión y el compromiso que los impulsan dejan claro que D’Camila continuará con su crecimiento.

Contactos:

Instagram: @dcamilachile