Según el Ranking PAR 2018, apenas un 22% de los directorios en el país cuentan con mujeres en sus filas.
Sin embargo, resulta alentador observar cómo las familias empresarias marcan una tendencia distinta, con un 62% de sus directorios integrados por mujeres, aunque esta cifra disminuye a un 30% en el rol de gerente.
A nivel mundial, un estudio de EY Perú destaca que aproximadamente el 75% de los directorios cuentan con al menos una mujer entre sus miembros.
No obstante, para realmente aprovechar los beneficios de la diversidad de género, este estudio sostiene que al menos el 30% del directorio debería estar conformado por mujeres.
Mujeres como mercado
Las mujeres no solo representan una fuerza laboral en ascenso, sino también un mercado de consumo de proporciones significativas, superando incluso la población combinada de China e India.
Una investigación del Centro para la Innovación del Talento arrojó resultados reveladores: los equipos conformados por miembros que representaban al cliente final objetivo tenían hasta un 158% más de probabilidad de entender a sus consumidores y, en consecuencia, generar innovación.
Esta tendencia refuerza la premisa de que la homogeneidad en los equipos de trabajo puede tener un efecto contraproducente en la innovación. Las ideas a menudo encuentran resistencia cuando no se originan en perspectivas familiares.
La investigación reveló que la inclusión de más mujeres en los directorios potencia la capacidad de interpretar y actuar sobre la información disponible, lo que a su vez permite una mayor agilidad y efectividad en la gestión empresarial.
