En medio de un año desafiante, la economía peruana se enfrenta a expectativas moderadas de crecimiento nulo al cerrar el 2023, según las proyecciones de Credicorp. Sin embargo, las miradas se dirigen hacia el futuro, donde la inversión privada emerge como el principal motor para un modesto repunte en el 2024.
Un 2023 retador: La clave del resurgimiento
La incertidumbre económica ha marcado el transcurso del año, y se espera que la economía peruana se mantenga en una posición de estancamiento al finalizar el 2023, según Credicorp.
El panorama cambia al vislumbrar el 2024. Credicorp proyecta un crecimiento del 2%, impulsado por la inversión privada. Proyectos de envergadura, como el Puerto de Chancay y la expansión del Aeropuerto Jorge Chávez, se perfilan como los impulsores principales de esta recuperación.
Aliados del crecimiento: Diversificación y oportunidades
El sector minero se erige como un jugador clave en la escena económica, anticipándose a un aumento en las ventas de minerales esenciales como el oro, la plata y el cobre. Se espera que este repunte beneficie directamente a las empresas locales, mejorando sus resultados y contribuyendo al dinamismo de la bolsa.
En un contexto de desafíos, la estrategia de inversión se vuelve crucial. Miguel Leiva, vicepresidente de Research Renta Variable de Credicorp Capital, aconseja una postura defensiva, destacando sectores como el retail y la electricidad como opciones preferidas. Sin embargo, también advierte sobre la necesidad de diversificar el riesgo, especialmente en el contexto minero.
El Atractivo relativo
Leiva también señala la Bolsa de Valores de Lima como un terreno de oportunidades para inversores. Con un diferencial de rentabilidad del 4.2%, superando la norma del 2%, se presenta como un espacio atractivo. Esta cifra resalta la resiliencia del mercado de valores peruano, incluso en tiempos económicos inciertos.