La consultora mundial de control Risks elabora un mapa de riesgos anualmente y esta vez ha indicado que son seis los principales riesgos globales enfocados a la realidad peruana, los cuales podrían impactar a las grandes, medianas y pequeñas empresas.
Por ello, es importante que las compañías realicen un análisis y cuenten con planes de mitigación oportunos para blindar sus operaciones de los escenarios de riesgos, cambiantes y complejos, que se verán en el 2022.
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Los seis grandes riesgos son:
Perú en el ajedrez geopolítico: La izquierda latinoamericana ve que el Perú podría tener rol fundamental en el reposicionamiento geopolítico, en afianzar los lazos de la región con China y retar aquellos establecidos con Estados Unidos.
Para las empresas, esta dinámica las tocará en varios aspectos, desde asegurar el suministro de energía, garantizar la resiliencia de la cadena de suministro, lograr la sostenibilidad, brindar un liderazgo basado en valores compartidos, garantizar la seguridad y acelerar el crecimiento más allá de la pandemia.
Fragilidad estatal: Las brechas sociales y económicas son aún un tema por resolver lo que implica que el sector privado estará aún más solo navegando en medio de la incertidumbre política y las crecientes demandas sociales, mientras la criminalidad y activismo se acrecientan frente a un Estado que seguirá siendo lento e ineficiente.
Amenazas de seguridad a partir del COVID-19 y los talibanes: A nivel global y en el Perú, la crisis sanitaria distrajo y restó valor a los esfuerzos de gobiernos contra el terrorismo y la criminalidad transnacional. Las empresas se verán entonces aún más expuestas al crimen y la inseguridad.
Amenazas cibernéticas descontroladas: Las amenazas cibernéticas son un problema creciente en el Perú. El país concentró el 30 % de las detecciones de ransomware a nivel empresas en Latinoamérica durante 2020.
Cambio climático: Eventos naturales a causa del cambio climático representarán crecientes riesgos operacionales para las compañías.
La contaminación del aire, del agua, del suelo, la erosión y la deforestación son las principales amenazas ambientales en el Perú, además de las capacidades institucionales limitadas para atender grandes desastres, aunado a que varias regiones y municipalidades del país aún carecen de planes de manejo de desastres y riesgos ambientales.
Las empresas deberán estar preparadas e incluso coordinar de manera interinstitucional a nivel local para mejorar la preparación y mitigación de riesgos asociados al cambio climático.
Sostenibilidad corporativa: En Perú, la implementación de criterios de cumplimiento de estándares ambientales, sociales y de gobernanza es aún deficiente si se observan, por ejemplo, las profundas brechas de género, étnicas, y urbano-rurales que aún persisten.
Las empresas deberán esforzarse aún más para asegurar que están actuando en beneficio de las comunidades del entorno donde operan, sobre todo teniendo en cuenta una mayor exposición a riesgos reputacionales y de integridad bajo un gobierno que opera bajo incentivos populistas.