El 17 de abril, la Comisión de Economía del Congreso aprobó un dictamen que propone reducir el Impuesto General a las Ventas (IGV) al 8% para las actividades de peluquerías y centros de belleza.
Este proyecto, impulsado por diversos legisladores, busca reactivar económicamente este sector tras los impactos de la pandemia.
¿Cuántas empresas están sujetas al IGV?
El dictamen, que reúne los proyectos de ley N° 6611/2023-CR y N° 4450/2022-CR, presentados por los congresistas Eduardo Castillo y José Pazo respectivamente, pretende brindar un alivio tributario a las empresas afectadas.
Según datos de la Sunat, unas 5,300 empresas de este rubro están sujetas al IGV, mientras que la mayoría (39,000 empresas) están registradas en el RUS y están exentas de este impuesto.
¿Quiénes están en contra de la reducción del IGV?
Noelia Herrera, congresista de Renovación Popular, advirtió que “tenemos un dictamen observado por el MEF. Este indica que entre las empresas que capitalizarán en mayor medida la reducción del IGV se encuentran empresas asociadas a grandes franquicias de cosméticos y salones de belleza».
Por su parte el congresista Carlos Anderson, se mostró en desacuerdo: “Si queremos resolver el problema de las personas que se dedican a actividades de belleza, busquemos darle capital y entrenamiento, pero no dictemos este tipo de medidas, que sería bastante irresponsable”.
¿Quiénes están a favor de la reducción del IGV?
Alejandro Cavero (Avanza País) indicó que la mayor parte de empresas a beneficiar son emprendedores pequeños y medianos: «negocios de barrio, que a raíz de la pandemia fueron los que más sufrieron”.
Asimismo, Víctor Flores (Fuerza Popular) respaldó la medida y sostuvo que el impacto en la recaudación sería mínimo.
“El MEF ha calculado en S/17 millones (anuales) lo que no se recaudaría por este impuesto; mientras el Estado gasta alrededor de S/100 millones en publicidad”, comparó.
¿Qué opinan los analistas sobre la reducción del IGV?
Los analistas Gustavo Lazo de Dentons y Giorgio Balza de Cuatrecasas opinan que la afectación del sector no difiere de otras actividades empresariales afectadas por la pandemia.
Asimismo, dudan de que la reducción del IGV se traduzca en precios más bajos para los consumidores, ya que las empresas absorberían completamente el beneficio.
Por último, ambos expertos sugieren reformular la propuesta para dirigirla exclusivamente a micro y pequeñas empresas.
Por ello, consideran que una rebaja del IGV debería aplicarse a varios sectores, no limitarse a uno solo, para abordar equitativamente la situación financiera de diversas empresas.