Evitar conflictos dentro de las organizaciones se ha convertido en un punto clave para evitar que repercutan negativamente en los resultados de la compañía.
Luis Arditto, docente de los Programas de Especialización de la facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UDEP, explica que el conflicto “se origina por la heterogeneidad de pensamientos y la forma de trabajar de cada una de las personas que conforman la organización” debido a que cada área tiene unos intereses específicos.
Anteriormente, el concepto era sinónimo de problema. Sin embargo, Arditto afirma que hoy en día el conflicto es “bueno y tiene que verse de modo positivo”. Ante este panorama, “hay que buscar enfrentarlo de manera constructiva con una voluntad y trabajando en equipo”, añade.
El consultor manifiesta que existen ciertos tropiezos por naturaleza. “La idea es sobreponerse positivamente para alcanzar el objetivo con ayuda de todos”, comenta.
En este punto, destaca la importancia de la esencia de las personas. “Aquellas que se identifiquen con la organización y emanen vibras positivas” contribuirán de forma beneficiosa en la empresa.
Frente a la creencia de que aquellas organizaciones que atraviesan numerosas situaciones conflictivas están próximas a fracasar, el también docente indicó que no ocurre así.
Por el contrario, “se podría pensar que es una empresa muy versátil”, manifiesta. Incluso, algunas “promueven el conflicto con el propósito lograr los objetivos de manera más homogénea y unida”, puntualizó.