El Perú es un país principalmente agrícola. Desde sus inicios, hasta hoy, esta actividad económica constituye una suerte de tradición ancestral y milenaria.
Aunque también es desarrollada de manera altamente tecnificada por grandes empresas, el trabajo directo y manual que realizan los agricultores en la tierra es el más característico. Sin embargo, el sector se encuentra en jaque.
La odisea por la compra de la urea inició el 19 de mayo. Cuando los lejanos países de Rusia y Ucrania iniciaron su enfrentamiento en armas, no se pensó en el gran impacto que este podría tener aquí, en un continente así de distante. Y es que, Rusia es uno de los principales abastecedores del fertilizante.
Según constató el medio Ojo Público, el saco de urea de 50 kilos, pasó de costar S/70 el año pasado, a S/240 en junio del 2022.
De esta manera, el Estado peruano entendió la necesidad de su intervención para paliar la actual situación.
Así, se comprometió a realizar las gestiones para adquirir la urea y asegurar la campaña agrícola 2022-2023.
En agosto, la Cámara de Comercio de Lima (CCL) instó al gobierno a apostar por las cadenas de distribución comercial de estos insumos, considerando que en el país hay más de 20 empresas distribuidoras de fertilizantes y agroquímicos con toda la logística y cercanía a agricultores que podrían cubrir más del 50% de la demanda de urea de forma inmediata.
Pese a ello, el gobierno central ha intentado, hasta en cuatro oportunidades, comprar el fertilizante, y no lo ha logrado. ¿Qué es lo que ha salido mal?.
El primer intento de compra
Este primer proceso fue lanzado el 31 de mayo. Su finalidad era la obtención 73.529 toneladas de urea. Aunque 55 empresas se mostraron interesadas, para el 5 de junio, la convocatoria fue declarada desierta.
Ello debido a que el organismo dependiente de Midagri a cargo de la compra, Programa de Desarrollo Productivo Agrario Rural (Agro Rural), determinó que ninguna de las organizaciones cumplía las especificaciones técnicas que había solicitado.
Segundo intento de compra
Ante el fracaso del primer intento, una segunda convocatoria se oficializó el 6 de junio. En esta oportunidad, sí se llegó a determinar un ganador para la licitación: la empresa brasileña MF Fertilizantes.
A la par del anuncio del segundo proceso de compra, un nuevo ministro era designado como líder de la cartera: Andrés Alencastre Calderón.
Alencastre asumió el rol de jefe de Desarrollo Agrario y Riego, ese mismo lunes 6 de junio. Más adelante, el 22 de junio, dejó sin efecto la designación del ganador.
Esta decisión devino de una investigación de la Contraloría General de la República. Este organismo encontró que la empresa ganadora y Dreymoor Fertilizers Overseas PTE LTD, también declarada apta, no cumplían los requisitos para participar, ni con el perfil técnico y condiciones de entrega.
El director ejecutivo de Agro Rural, Rogelio Huamaní, fue separado del cargo al día siguiente.
En este caso la Contraloría presentó una solución para evitar que quede sin efecto el proceso de compra.
Recomendó que se subsanaran las observaciones realizadas para mantener al ganador y poder adquirir la urea en el plazo establecido. Sin embargo, el ministro Alencastre Calderón se negó a escuchar dicha opción.
Así, terminó declarando nulo el proceso realizado durante gestión del anterior ministro de agricultura.
La tercera no fue la vencida
Continuamente variaban las versiones sobre la llegada de la tan esperada, y necesitada, urea.
Primero se supo que la empresa norteamericana Ready Oil Supply LLC, fue la que ocupó el primer lugar. Una vez más, por observaciones de la Contraloría, el ministro terminó descalificando a la organización.
Es así que se dio pase a la empresa italiana Unionsped SRL como la encargada de proveer al Perú con las 65,000 toneladas de urea. Esta terminó por renunciar al proceso.
A la cuarta, tampoco
El presente proceso se encuentra nuevamente en riesgo.
Se había seleccionado a Prime Charters International, empresa de Kenia, como proveedor de 44 mil toneladas de urea.
Sin embargo, la cantidad solicitada es bastante menor a la que realmente se necesita. Pero el mayor problema es que, al parecer, ni siquiera eso se logrará comprar.
La Contraloría volvió a hallar ciertas irregularidades en esta cuarta licitación. Indica que, nuevamente, la empresa, y otras dos que también se presentaron, no cumplen con los requerimientos técnicos.
La certificación presentada por esta empresa, certifica la calidad de una muestra de urea granulada, pero no podría respaldar la producción de la misma.
Las consecuencias
La campaña agrícola ya se ha visto afectada. Normalmente, para la quincena de julio, los agricultores ya se han provisionado de urea porque la siembra de sus cultivos está programada para finales de septiembre, lo cual se suele extender hasta diciembre.
Estamos iniciando noviembre y no se tienen resultados que aseguren que el Estado logrará efectuar la compra del fertilizante. Es más, hay expertos como Milton Von Hesse, que consideran que la urea, simplemente no va a llegar.