Los ciclos de consumo, en la actualidad, son cada vez más cortos. Conocer a los actuales y posibles clientes genera ventajas sobre la competencia, y más si esta es favorecida por las nuevas tecnologías.
Kenneth Bengtsson, presidente ejecutivo de Efact, señala que: “El proceso de inteligencia comercial comienza con la recolección de datos. Las empresas tienen en los sistemas de facturación electrónica una gran cantidad de información sobre sus transacciones, su desempeño, sus clientes y el mercado en general, para que, luego de su análisis, implementen estrategias de negocios”.
Bengtsson menciona cuatro maneras de encontrar oportunidades dentro y fuera del negocio.
Presta atención a los patrones de compra
Es esencial identificar los comportamientos de los consumidores, generan patrones que pueden referirse a la frecuencia de compra, el momento, el tipo de producto y el canal utilizado, y ayudan a las empresas a leer cuáles son las necesidades de sus clientes.
No olvides tu historial de ventas
Los registros de ventas ayudan a identificar a los clientes correctamente para contactarlos en el debido momento, y no desaprovechar la oportunidad. Perder un cliente por no hacerle seguimiento es uno de los peores errores comerciales que puede cometer una empresa. Y es que existen consumidores que solo realizan un pedido en una temporada específica del año.
Conversa con tus clientes
Un adecuado servicio postventa ofrece a las empresas datos relevantes sobre cómo los consumidores aprecian el servicio que se les brinda. No solo la información numérica es importante. Una relación cercana con los clientes facilitará corroborar algunas tendencias de compra que se advierten en el análisis de los registros de facturación electrónica.
Reconoce tus fortalezas
La inteligencia comercial también se aplica para promover eficiencias dentro de la organización. En la actualidad, los clientes ya no tienen tiempo para buscar, les gusta que les ofrezcan los productos y servicios que les convienen y que se sientan únicos y privilegiados.