Según el último informe del Consejo Internacional de Cereales (IGC), el comercio mundial de este producto se reducirá un 2% en la campaña actual (2021-2022), marcada parcialmente por la reducción de oferta de Ucrania debido a la guerra, y cerca de un 3% en la campaña siguiente.
El IGC sitúa la comercialización mundial de cereales en 416 millones de toneladas actualmente, mientras que los aforos de la próxima temporada (2022-2023) apuntan a 404 millones de toneladas, lo que significaría un descenso del 2.88 %.
Respecto a la producción mundial de cereales, la entidad prevé una cosecha de 2,251 millones de toneladas entre 2022-2023, lo que supondría un retroceso del 1.74%.
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Trigo y maíz
En cuanto a las cosechas de trigo y maíz serán inferiores a las de la presente campaña, cuando, según el IGC, la producción ha alcanzado niveles de “récord” en cultivos como el maíz o la cebada.
Impacto en América Latina y El Caribe
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) advirtió que el conflicto en Ucrania agrava los problemas de la pandemia, empeora la inseguridad alimentaria en América Latina y el Caribe y lleva a que se requiera de más recursos para ayudar a las personas vulnerables en la región.
La ONU señala en un comunicado que la inseguridad alimentaria afecta a 9.3 millones de personas en los países donde tiene presencia en la región, cifra que podría aumentar a 13.3 millones de persistir la guerra en Ucrania.
PMA
EL PMA va más allá y destaca que mientras América Latina y El Caribe lucha para superar las consecuencias de la covid-19, el número de personas en “inseguridad alimentaria severa” aumentó en más de medio millón entre diciembre de 2021 y marzo de 2022.
Asimismo, señala que con el conflicto en Ucrania, los precios de las materias primas y la energía han subido y la inflación alimentaria amenaza a países en la región muy dependientes de las importaciones de cereales.