Emprendimientos

Cirilo, el emprendedor de Satipo que transforma productos de la selva en helados artesanales

Al inicio solo ofrecía sus productos en ferias, pero en el 2020 creó su empresa Friolay. En su colorido y acogedor local ubicado en la ciudad de Tingo María, ofrece helados artesanales de casi 20 sabores, como: camu camu, aguaymanto, aguaje, café, plátano, cocona, taperibá, cacao y guanábana, y en diferentes presentaciones. El helado servido en un conito hecho a base de hoja de plátano es el más demandado.
Por Debbie Montejo Publicado: Últ. actualización: 15 diciembre, 2021 15:58
3 minutos

Nunca es tarde para estudiar y superarse y eso lo sabe muy bien Cirilo Laime Matamorros, quien en el 2011 dejó su natal Satipo para viajar a Lima y estudiar.

No obstante, la falta de recursos económicos lo llevó a dedicarse a la venta de frutas en un mercado y luego a trabajar como conserje. Las circunstancias por la que atravesó no apagaron sus sueños de estudiar una carrera en la universidad y lo logró, becado.

Sus estudios

En el 2016, luego de diez años de haber terminado el colegio, Cirilo postuló y ganó Beca 18 Repared, modalidad dirigida a las familias de las víctimas de la violencia ocurrida en el país durante los años 1980-2000.

Hoy, está por terminar la carrera de Ingeniería en Industrias Alimentarias en la Universidad Nacional Agraria de la Selva.

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Desde pequeño destacó en cursos como ciencias naturales y biología y ya soñaba en crear una empresa dedicada a transformar la gran variedad de productos alimenticios de su región. Así surgió su idea de estudiar dicha carrera de ingeniería.

En las aulas universitarias, el becario destacó por sus emprendimientos. Ganó concursos por sus innovadoras creaciones, como fideos de yuca.

En el séptimo ciclo conoció a unos emprendedores que le motivaron a iniciar su propio negocio y no dudó en iniciar su aventura con la venta de helados artesanales.

Friolay, empresa de Cirilo

Al inicio solo ofrecía sus productos en ferias, pero en el 2020 creó su empresa Friolay. En su colorido y acogedor local ubicado en la ciudad de Tingo María, ofrece helados artesanales de casi 20 sabores, como: camu camu, aguaymanto, aguaje, café, plátano, cocona, taperibá, cacao y guanábana, y en diferentes presentaciones. El helado servido en un conito hecho a base de hoja de plátano es el más demandado.

Helado envuelto en hoja de plátano.

“Siempre quise tener mi propia empresa y lo logré. Inicié antes de la pandemia y me vi obligado a hacer delivery con mi moto”, asegura el emprendedor. Ahora, atiende de manera presencial en su negocio.

Con orgullo, destaca que participó en el concurso del Programa Nacional de Innovación para la Competitividad y Productividad (Innóvate Perú) del Ministerio de la Producción, iniciativa que busca incrementar la productividad empresarial innovadora, fortaleciendo a sus actores.

Metas de Cirilo

Hoy en día, Cirilo está buscando financiamiento para comprar 20 carritos heladeros y abrir puntos de venta en las zonas más calurosas del país. Entre ellos, las ciudades de Pucallpa, Tocache y Aguaytía.

Por otro lado, tiene una ambición más grande y es que él quiere llegar a las playas de Lima con sus helados.

La otra meta del becario es regresar a San Martín de Pangoa para emprender otros negocios y generar desarrollo en su comunidad.

“Allá hay muchos productos para hacer derivados de naranja, plátano o yuca. Quiero elaborar néctares, bebidas funcionales y gaseosas, sin saborizantes ni conservantes. De esta manera, busco ayudar a las familias ofreciéndoles trabajo para que salgan de la pobreza”, comenta.

“Muchos creen que la edad es un impedimento para estudiar, piensan que ya no tendrán oportunidades. Es un problema mentalidad. Lo que importa es el ímpetu o la pasión por cumplir tus metas”, dice firmemente.

Su mensaje para todos los jóvenes es que sigan sus sueños, pese a los obstáculos, y se comprometan a sacar adelante a su región y su país. Esa es la esencia de la vida para Cirilo.

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Por Debbie Montejo