Emprendimientos

Chiflecitos Feijoo: Un ‘pedacito’ de Tumbes en una delicia norteña

Octavio Feijoo Moretti fundó, en el 2014, Chiflecitos Feijoo. Don Octavio era agricultor y le molestaba que los comerciantes de su ciudad le dieron poco valor al plátano pues lo vendían a precio muy barato. Por ello, decidió emprender y darle un valor agregado a este fruto regional.
Por Miguel Calle Infante Publicado: Últ. actualización: 1 febrero, 2021 12:53
3 minutos

El plátano, banano o guineo es una bendición para la agricultura del norte del Perú. De esta fruta, el sabio ingenio de la gastronomía regional ha creado el snack que es una delicia en el país: el chifle.

Al extremo norte del Perú también se siembra y cosecha el banano. Según la Dirección Regional de Agricultura de Tumbes, esta región fronteriza tiene un aproximado de 4,800 hectáreas de plátano.

En esta ciudad fronteriza con Ecuador, encontramos un emprendimiento que ha logrado que este snack se consuma no solo en su región sino en varias partes del país: Chiflecitos Feijoo.

Este emprendimiento nace de la convergencia de lo artesanal y natural; por eso, se ha vuelto producto bandera en la región fronteriza de Tumbes.

Octavio Feijoo Moretti fundó, en el 2014, Chiflecitos Feijoo. Don Octavio era agricultor y le molestaba que los comerciantes de su ciudad le dieron poco valor al plátano pues lo vendían a precio muy barato. Por ello, decidió emprender y darle un valor agregado a este fruto regional.

Hoy la empresa tiene a don Octavio y Alfredo como cabezas del negocio. Además, de cinco colaboradores.

Según la Dirección Regional de Agricultura de Tumbes, esta región fronteriza tiene un aproximado de 4,800 hectáreas de plátano.

La crisis golpea

Alfredo Feijoo Herrera es el hijo de don Octavio y hoy gerente general de la empresa de chifles. Alfredo le contó a Infomercado que, estos meses de pandemia han sido muy complicados. «Gracias al programa Reactiva Perú ha podido recuperar el negocio», aseguró.

El 16 de abril del año pasado se vio obligado a detener la producción de chifles.

«La pandemia pegaba duro, sin embargo, existía otra preocupación más grande: las deudas», comentó Alfredo.

La realidad económica de Tumbes se complicó con el cierre de muchas tiendas, al igual que la frontera con el Ecuador. El aeropuerto también fue cerrado y eso complicó el envío de los pedidos a otras ciudades del país.

«Prácticamente estábamos en la quiebra», afirmó el emprendedor tumbesino.

Sn embargo, la crisis se volvió oportunidad. Alfredo recuerda que el asesor legal de la empresa comunicó que la chiflería se encontraba entre los beneficiarios del programa Reactiva Perú.

Sabores diversos

Chiflecitos Feijoo utiliza 2000 plátanos diarios para la producción de chifles. En sus inicios, también se producía con banano ecuatoriano, sin embargo, con el transcurrir del tiempo se optó solo por el plátano nacional que tiene mejor tamaño y sabor.

La producción de Chiflecitos Feijoo hoy incluye diversos sabores: ajo, tocino, picante, orégano, pizzero, dulce. Pronto, se sumará un nuevo sabor: tocino picante.

Alfredo Feijoo asegura que sus chifles no usan preservantes, ni olores invasivos.

«Buscamos que el saborizante sea lo más natural posible. Esto nos funciona como carta de presentación. Además de ofrecer un producto artesanal, también ofrecemos un pedacito de Tumbes», afirma Alfredo.

Con ese espíritu emprendedor y trabajo constante por la calidad, Chiflecitos Feijoo espera llegar a Lima el próximo año.

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