Inevitablemente, la campaña de otoño-invierno llegará con retraso y va a ser más corta de lo usual, en especial si se confirma la llegada de El Niño Costero. Esta situación impacta directamente a las marcas de moda y, en particular, a las ‘fast fashion’ y tiendas por departamento, ya que sus compras las realizan con seis meses de anticipación.
Efectos negativos en la campaña otoño-invierno
Las casacas, chompas, sacos y abrigos tienen un valor promedio mayor que el de la ropa de verano. Por esta razón se estima que la campaña de otoño-invierno tendrá efectos negativos en la facturación del sector, así lo dio a conocer Juan Manuel Muñoz, gerente general de A&M Gestión y Desarrollo, en una entrevista para diario Gestión.
«Este impacto se podría reducir si logran aprovechar la prolongada demanda de prendas de vestir de verano y media estación, como polos de algodón, shorts, vestidos, etc. Incluso hay muchas probabilidades de que se presenten quiebres de stock de estas líneas», señaló.
Adaptar la oferta para aprovechar oprtunidades
Muñoz considera que tanto las fast fashion como las departamentales deberán adaptar rápidamente su oferta para aprovechar las oportunidades que se presentan en esta nueva situación.
«Podrían ofrecer productos de verano durante un periodo más prolongado o incluir prendas de media estación, lo cual ayudaría a compensar la caída en ventas en ropa de invierno, pero dependerá de que tan flexibilidad tenga con los proveedores extranjeros para modificar pedidos», añadió.
Promociones en ropa de invierno
En este escenario las marcas deben ver opciones para no quedarse con el stock de invierno o, al menos, se pueda disminuir. Para ello Muños explica que las tiendas deberán fomentar la venta rápida desde el inicio de la temporada, reduciendo el periodo de ‘full price’ y anticipar los periodos de liquidación.