Sebastián Chigne Rufino es un joven emprendedor piurano que encontró en la chocolatería una oportunidad para transformar su vida. Con solo S/20 soles y esfuerzo, Sebastián aprendió a crear chocotejas y fundó Camilé Chocolatier, que hoy crece y se posiciona en el mercado piurano.
Infomercado conversó con Sebastián Chigne para conocer su historia de emprendimiento y los próximos proyectos que vienen para Camilé Chocolatier.
Sebastián Chigne Rufino
Desde pequeño, Sebastián Chigne Rufino desarrolló una fuerte mentalidad de superación, influenciado por su padre, quien lo llevaba a eventos motivacionales. Su primer negocio fue la venta de ropa en redes sociales, aprovechando su trabajo en una tienda mayorista, con 16 años de edad. En 2017, cambió al rubro de sábanas buscando mayor rentabilidad, pero no logró conectar con ese negocio.
Más adelante, encontró una nueva oportunidad gracias a su expareja, quien preparaba chocotejas. Sebastián comenzó a venderlas en el mercado donde trabajaba, aprovechando su carisma y su relación diaria con unas 70 personas. El producto fue un éxito, especialmente entre clientes venezolanos que nunca antes lo habían probado.
Aunque una separación familiar lo obligó a pausar la venta, Sebastián ya había comprendido que su mayor fortaleza era su actitud, su conexión con la gente y su habilidad para ver oportunidades donde otros no las ven.
Inicios de Camilé Chocolatier
Con solo 20 soles y el deseo de generar ingresos extra, decidió aventurarse en el mundo del chocolate. Sin experiencia previa, aprendió a hacer chocotejas viendo tutoriales en internet y transmisiones de chefs internacionales. Así, con constancia, logró dominar el arte chocolatero como si hubiera seguido estudios formales.
La oportunidad tocó su puerta cuando su padre, al viajar a España, le dejó un departamento vacío. Lo transformó en su taller, donde pudo experimentar y profesionalizar su emprendimiento.
Al inicio, ofrecía chocotejas tradicionales con rellenos como manjar, maní, coco y almendras. Pero con el tiempo, descubrió nuevos sabores como coco, oreo, maracuyá, entre otros, e innovó, entendiendo que el consumidor busca experiencias distintas.
El momento decisivo llegó cuando fue despedido por recorte de personal. En vez de buscar otro trabajo, apostó todo por su negocio. Aunque los primeros meses fueron difíciles, hoy vive de su emprendimiento, sin depender de un empleo convencional.
Inspirado por las tendencias que veía en redes sociales y en otros emprendimientos, Sebastián Chigne encontró en el nombre de su hija la chispa perfecta para crear una marca con identidad propia: así nació Camilé Chocolatier.
Crecimiento
Para Sebastián, el empaque y la presentación son tan importantes como el sabor. Por ello, cada detalle está cuidadosamente pensado para que sus productos no solo se disfruten, sino también se recuerden. Esta visión lo ha llevado a posicionarse en dos mercados claves: el de los clientes que buscan un regalo especial y el de los comerciantes interesados en distribuir sus productos.
Además, promociona sus chocotejas en el centro de Piura, donde logró fidelizar a su clientela. Gracias a esta constancia, llega a vender entre 90 y 100 unidades diarias, lo que representa aproximadamente 3,000 chocotejas al mes. Esta cifra no solo refleja su esfuerzo, sino también el crecimiento sostenido de su emprendimiento.
Proyecciones
Con solo un año y dos meses en el mundo de la chocolatería, Sebastián Chigne no solo crea chocotejas con identidad peruana, sino también a comparte su conocimiento a través de charlas y talleres en colegios y centros de salud de la región.
Aunque aún no ha podido dictar clases formales en su taller por falta de algunos implementos, Sebastián tiene claro que ese es uno de sus próximos pasos. Mientras tanto, continúa expandiendo su alcance, ofreciendo sus productos en zonas cercanas como Máncora, Talara y Sullana, a un máximo de tres o cuatro horas de Piura.
Su visión va mucho más allá. Próximamente, lanzará nuevas creaciones con sabores innovadores como ron con pasas, lúcuma y piña colada, buscando sorprender a sus clientes y posicionarse como referente en el rubro.
Pero Sebastián no se apura, ya que busca consolidarse en Piura durante los próximos cuatro años. Solo después de lograrlo, planea expandir su emprendimiento a otras ciudades del país. Por ahora, su taller es su base y su laboratorio de ideas.
Contactos
- Facebook: Camilé Chocolatier
- Instagram: camilechocolatier
- TikTok: camilechocolatier
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