La exdirectora del Centro de Asesoría Microempresarial (CAM) de la UDEP, Brenda Silupú, ha participado de una investigación realizada por el MIT y la UDEP sobre micros y pequeños empresarios en la región Piura.
Infomercado conversó con la experta sobre los resultados del estudio, cómo pueden ser aprovechados por los micros y pequeños negocios y qué papel debe asumir el Gobierno en épocas de pandemia y reactivación económica.
¿Cómo se gestionó esta investigación con una de las mejores universidades del mundo?
Esta publicación viene desde hace algunos años atrás. Desde el 2016 estamos realizando proyectos de investigación en conjunto con un grupo de investigadores de la red de América Latina liderado por el MIT dirigidos a analizar la problemática de las micro y pequeñas empresas en la región.
Una línea de investigación dentro de esa red es analizar cuáles son los factores que afectan la productividad de las micro y pequeñas empresas. Esta línea está liderada por Josué Velázquez, director de la Escuela de Maestría y Doctorado del MIT. Participamos entrevistando y haciendo seguimiento a un grupo de micro y pequeñas empresas de Piura.
Producto de este esfuerzo que hemos realizado, se ha logrado concretar esta investigación. Se ha hecho un seguimiento en el 2016 y 2017. Encontramos resultados interesantes que les podría ayudar a las pequeñas empresas para mejorar los niveles de productividad.
¿Cuáles son esos resultados que arroja la investigación?
El estudio se realizó en 50 micro y pequeñas empresas de diferentes sectores: comercio, servicios e industria. No nuevas, si no más con más 13 años de operación en el negocio. En estos, el 66% son liderados por hombres y la mayoría tiene estudios superiores.
Los resultados nos dicen que para poder mejorar la productividad de las micro y pequeñas empresas estos negocios tienen que necesariamente realizar prácticas financieras, prácticas en lo que es el seguimiento de la administración de su cadena de suministro, mejorar relaciones con proveedores, realizar prácticas de marketing, junto con el control de su stock de inventarios.
¿Estas conclusiones realmente se pueden operativizar en la práctica?
Hemos podido determinar que hay una relación entre productividad y aplicación de estas prácticas. Aquellas empresas que siguen un mejor control de sus aspectos financieros, como el tema de registros, control de ingresos y gastos, inventarios, pedidos, etc. En las empresas que han mejorado esas prácticas, han logrado más productividad.
Hemos hecho un proceso de seguimiento que hemos realizado. No ha sido una encuesta de 1 día. Ha sido todo un proceso de acompañamiento durante un periodo entre 3 y 4 meses. Y hemos evaluado no solo en el periodo, sino también resultados de años anteriores de las empresas.
La investigación tiene ciertas limitaciones, pero estos resultados nos permiten ampliar futuras investigaciones para utilizarlas en sectores o empresas más específicas.
De esta muestra, ¿qué porcentaje ha cumplido con estas prácticas?
De las 50 empresas, hemos separado a las micro y a las pequeñas. Las pequeñas son las que han mostrado la aplicación y constancia de estas prácticas y han mostrado un crecimiento en ese periodo. Y las micro, se han estacado en su crecimiento por no aplicar las prácticas de negocio porque lo toman como algo rutinario o que les quita tiempo.
Y eso es algo que también hemos evaluado. El microempresario es muy operativo, muy ejecutivo dentro de la empresa. Es de ir al banco a pagar, hacer la cola en la Sunat para el trámite, ir a trasladar la mercadería. Y el microempresario debe ser una persona más estratégica en el corto, mediano y largo plazo. Necesita un visión más estratégica. Hemos identificado que la rutina del día a día del microempresario, lo desvía de la gestión estratégica que tiene que realizar.
Es importante que el microempresario se acompañe o esté apoyado en terceras personas en la gestión misma del negocio. No implica contratar necesariamente, sino que su misma familia lo pueda apoyar.
El emprendedor tiende a ser todista. ¿Esa es una visión errada de lo que debe ser su trabajo dentro de su empresa?
Es un concepto tradicional que tú me estás mencionando. Que el microempresario es el todista y qué cree que es él quien mejor puede hacer las cosas. Pero el microempresario no lo sabe todo, no conoce de todas las áreas. Como las prácticas financieras, por ejemplo, muchas veces no son conocidas por el pequeño empresario. Por más que le ponga mucho empuje, mucha pasión y mucha fuerza, muchas veces no tiene todos los conocimientos de gestión.
Yo quisiera recomendar que se apoyen, que busquen información, capacitación, cursos. No es un pretexto decir yo soy operativo porque no conozco otros temas. El microempresario tiene que ser más estratégico, tiene que apuntar ser un líder, que capacite, que forme.
¿La pequeña empresa está más proclive a dar el salto a ser mediana empresa y la micro empresa está más proclive a ser una enana empresa?
En el BID ha surgido ese tema de enanismo empresarial en función a los antecedentes y la historia. Se ve que las micro empresas siguen siendo micro y mueren siendo micro empresas. Hay alta tasa fracaso empresarial y las que fracasan son en su mayoría las microempresas.
Las microempresas, dado que representan el 88% del sector empresarial de nuestro país, son la mayoría, y por lo tanto ahí es donde debemos repotenciar. El microempresario tiene que ser de mente abierta. Que permita el acceso de chicos que puedan hacer prácticas, que necesitan aplicar lo aprendido en la universidad. Yo les digo que abran las puertas a jóvenes y las nuevas tecnologías. El asesoramiento y acompañamiento es muy importante.
¿Por qué crees los microempresarios tiene temor a la apertura? ¿Se debe a cuestiones de desconfianza de que terceros conozcan su modelo de negocio?
Me parece que eso se está diluyendo. Todavía existen ciertos empresarios que no dan apertura porque piensan que le van a copiar la idea, le van a robar el negocio, u otras razones. Pero ahora cada vez lo escucho menos. Hace tres o cinco años era muy común, ahora no. Si yo tengo una idea de negocio, no es que me la quedo para mí y me la guardo bajo siete llaves. Tengo que dar a conocer mi idea, y mientras más ayuda tenga de colaboradores, con tal de crecer, es mejor.
De acuerdo a mi experiencia, los empresarios con más de 50 años y que lideran un negocio, son más reacios al cambio y a la modernidad. Los empresarios jóvenes son más abiertos. El factor edad y el factor educación influye mucho. Hay que quitarse el concepto de microempresarios que mandan a sus hijos a la universidad y no quieren que regresen al negocio para aplicar cambios. Me he encontrado con que el papá o la mamá no quieren que los hijos cambien el negocio.
¿La investigación se trastoca con el tema de la pandemia? ¿Cambian los resultados?
No creo que cambien tanto. Las prácticas que han salido en la investigación creo que complementan al tema de la pandemia. El tema de endeudamiento, cómo financio capital de trabajo, el tema de la administración y gestión de inventarios, control de stock, buena relación con los proveedores. Si esas prácticas de negocio se han hecho antes de la pandemia, ahorita posiblemente esas empresas estén bien.
Las micro y pequeñas empresas que han tenido la casa ordenada, se han visto beneficiadas con el tema de Reactiva Perú
El tema de la formalidad ahora sí lo están sintiendo los empresarios porque el hecho de ser formal, pagar impuestos, estar bien en el sistema financiero, les han permitido tener un financiamiento con una tasa de interés baja. Aquellos desordenados, antes de la crisis, no van a poder acceder a este tipo de recursos.
En el 2017, habían 120 mil mypes, pero el 55% de ese total se les consideraba informales. ¿La pandemia complica la formalización?
Sí, realmente sí. Si no se diseña los mecanismos o las estrategias para incentivar la formalización, va a ser difícil.
Conozco empresarios que han quebrado o que ya no pueden pagar alquiler de local y los han desalojado y ahora tienen que actuar de manera informal y tienen que vivir y generar ingresos. De lo formal han pasado a lo informal. El Gobierno tiene que diseñar estrategias para dinamizar la formalización, pero no entendida como pagar impuestos, se debe formalizar pero enseñándoles a atributar y hacerlo de manera adecuada. La Sunat tiene que asesorar más que hacer un rol recaudador.
No es posible que ahorita me formalice y ahí mismo me estés cobrando los impuestos. Se debe incentivar para que las empresas que se formalizan tengan acceso a fuentes de financiación. A estas empresas se les debería un plazo de un año para pagar y también un año para que se ordenen, se les enseña a tributar y después de un año ver qué tipo de impuesto y en qué régimen pueden estar.