Benjamín Doig Espinoza siempre soñó con salir del campo, quería relacionarse con la ciudad, aunque no tenía idea de cómo sería su nuevo estilo de vida. Nació en Trujillo y vivió 10 años en Virú, un lugar campestre en el que se la pasó buscando constantemente sus ideales.
La historia de Benjamín, más conocido en el entorno digital como Benjadoes, es una prueba de que, con determinación y creatividad, las limitaciones se pueden convertir en oportunidades. Desde los campos de Virú hasta el bullicio de Lima, su viaje no solo inspira, sino que también demuestra que los sueños son alcanzables, sin importar de dónde vengas.
Infancia en el campo
Benjamín creció en Virú, un pequeño distrito rural a una hora de Trujillo. En este lugar no contaba con cable, ni internet, por lo que su diversión era trepar árboles y jugar fútbol descalzo. Proveniente de una numerosa familia de 10 hermanos, su vida era sencilla, pero llena de aprendizajes.
De niño, soñaba con ser cantante como Michael Jackson. Luego de que el cantante falleciera, fue a ver su historia al cine, por lo que se quedó asombrado por cómo se veía el artista delante de las cámaras. Esto lo marcó y fue un punto clave para que descubra su pasión más adelante.
En 2009, un asalto cambió la vida de su familia. Decidieron mudarse a Trujillo en busca de un entorno más seguro. Para Benjamín, llegar a la ciudad fue un mundo nuevo. En este entorno, descubrió el mundo del internet y las plataformas digitales, así como los videojuegos que compartía con sus primos y el cable.
Más tarde, otros sueños ocuparon su mente, por ejemplo, quería ser futbolista, pues jugaba en el equipo competitivo de la UCV. Sin embargo, una lesión a los 13 años lo alejó del deporte y lo llevó a explorar el mundo de las redes sociales y la creación de videos.
Los primeros pasos
A los 14 años, Benjamín empezó a grabar videos. Inspirado por creadores estadounidenses como Logan Paul. En estos videos buscaba transmitir emociones a través de historias audiovisuales con estilo cinematográfico, sin embargo, no contaba con los recursos suficientes, por lo que inició grabando con su celular.
Su peculiar estilo de hablar y su apariencia despreocupada fueron clave para que logre captar la atención de la audiencia, sin embargo, también le trajo muchas consecuencias.
Al estar más cercano con las plataformas digitales, su interés por el cine y la actuación se consolidó. Por lo que a los 16 años, llegó a Lima para estudiar actuación en la Escuela Nacional Superior De Arte Dramático (ENSAD). Aunque dejó la carrera tras un año porque no se sentía plenamente identificado, esta experiencia le permitió descubrir que su verdadera pasión estaba en crear contenido por su cuenta y ser él mismo, mostrando realidades y su vida cotidiana con un aspecto humorístico.
A los 17 años decide ingresar a estudiar Audiovisuales en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), sin embargo, solo estuvo tres ciclos pues su papá no podía pagarla.
Durante sus cortos años universitarios, solía grabar videos con sus amigos, utilizando situaciones cotidianas como base principal. Comenzó con Facebook haciendo monólogos, por lo que su contenido era sencillo y creativo. Estos videos alcanzaban los millones de vistas, pero no monetizaba.
Luego empezó a subirlos a YouTube, donde obtuvo mayor éxito y logró crear una comunidad grande de fanáticos. En esta plataforma tampoco monetizaba debido a que usaba canciones con derechos de autor.
Con el tiempo, el panorama cambió. Empezó a colaborar con otros creadores, lo que le permitió explorar nuevas perspectivas. Por lo que pasó de hacer todo solo, a disfrutar del trabajo en equipo.
En 2020, el destino lo llevó a vivir experiencias en distintos países. Primero, un periodo en México de cuatro meses, seguido por una breve estancia en Estados Unidos. Estos viajes fueron clave para que se dé cuenta que existen otras realidades más allá de Perú.
Aunque la pandemia interrumpió parte de sus planes, aprovechó la oportunidad para reinventarse. Por lo que junto a un amigo, quien era creador de contenido, decidieron realizar entregas a domicilio en Estados Unidos. Esto fue un paso más que lo ayudó a crecer personal y profesionalmente.
La esencia de la creatividad
A lo largo de su trayectoria, aprendió valiosas lecciones sobre los límites en el entretenimiento, lo que lo llevó a darse cuenta que un proyecto funcionaba mejor cuando no se dañaba a otros ni cruzaba la línea de lo legal. Por ello, su principal enforque fue diversificar la mayor cantidad de posibilidades creativas.
Pese a las dificultades, como el cierre de sus 8 cuentas de Instagram con miles de seguidores, Benjamín continuó perfeccionando su estilo y trabajando en proyectos más ambiciosos. Por lo que empezó a crear contenido más elaborado, por lo tanto, su proceso creativo era más estructurado y más técnico.
Asimismo, el trabajo fotográfico se volvió un pilar importante en su carrera. Su colaboración con el fotógrafo Jorge Anaya marcó un antes y un después, por lo que lo llevó a incursionar en algunas facetas en las que no tenía experiencia. Por ello, se atrevió a modelar, inspirado por amigos cercanos como Mateo Cuello y Marcelo Frisancho, ambos influencers .
En 2021, fue invitado a Concept House, un proyecto en el que algunos creadores de contenidos peruanos se unieron en una misma casa para elaborar material que se compartía en redes sociales.
Este nuevo espacio le permitió a Benjadoes convertirse en la pieza clave de este proyecto; a veces era editor, productor, creativo o simplemente grababa.
En ese mismo año, motivado por una de las integrantes de Concept, decidió pasar casting para la serie Al Fondo Hay Sitio en la temporada 9, sin embargo, no pasó la audición debido a que no encajaba en el papel de un adolescente de 17 años.
Su trabajo con marcas
Con el tiempo, sus producciones crecieron, enfocándose en campañas para marcas. Por lo que empezó a tener un equipo más grande de trabajo, con un equipo que incluye managers, productores y un contador, Benjadoes logró profesionalizar su trabajo sin perder su esencia.
Para Benjadoes cada sesión creativa era un proceso, donde cada detalle cuenta. Desde el maquillaje hasta los colores, todos aportan algo único al resultado final. Por ello, la relación entre Benjadoes y las marcas es otro ejemplo de su enfoque reflexivo. Ha colaborado con grandes nombres como Samsung, Mercado Libre Mc Donald’s e Inca Kola, logrando conectar las necesidades comerciales con su estilo creativo, en el que la producción suele durar un mes.
Su reciente trabajo para Inca Kola ejemplifica su habilidad para innovar en publicidad. La narrativa combina elementos de fantasía y acción, lo que hace que su contenido trascienda de lo convencional.
Para Benjadoes, el secreto está en crear publicidad que no parezca publicidad. Aunque puede generar dudas inicialmente, confía en que este enfoque creativo rinda grades resultados a largo plazo.
A pesar de su éxito en plataformas como YouTube, Benjadoes ha reevaluado su relación con el contenido digital. Sin embargo, no descarta un regreso al formato clásico.
Su historia inspira no solo a emprendedores, sino también a marcas que buscan salir de lo convencional. Con más de 200,000 seguidores en Instagram y más de 950,000 en TikTok, Benjadoes sigue mostrando un enfoque en la innovación y el esfuerzo, pues demuestra que la creatividad puede superar cualquier límite, por lo que existe la posibilidad de producir su propia película, sin embargo, no ha brindado más detalles al respecto.
Actualmente, Benjadoes está desarrollando nuevas ideas que, aunque llevan tiempo, prometen ser auténticas y relevantes. Su compromiso con la calidad y su deseo de romper prejuicios lo consolidan como una figura destacada en el ámbito de la creación de contenido y la publicidad.